Wim Hof, un Alemán que toda la vida fue considerado el loco de la familia se encontraba haciendo otra locura cuando volvía a romper un record que el había impuesto un tiempo atrás, aumentando hasta cerca de dos horas el tiempo sumergido en una cubeta de agua con hielo.
Puede que te haya pasado o no, pero el dicho y la descripción de estar expuesto al agua congelada es bastante elocuente: se siente como miles de cuchillos pinchando tu piel.
El mismo Wim Hof había subido sobre los 6 mil metros de altura del monte Everest y había llegado hasta la cima del Kilimanjaro usando nada más que unos shorts de vestimenta.
Pero es verdad. El mundo esta lleno de rarezas extraordinarias. Eso está permitido. Ser la excepción que confirma la regla.
Así, cuando Wim decidio el 2011 desafiar el test científico de poder manejar su sistema nervioso autonomo a voluntad, activando los mecanismos de su sistema inmunológico, la apuesta era alta. Los científicos del Hospital Radboud en Holanda inyectaron en su cuerpo una bacteria que en cualquier caso normal hubiera detonado una serie de sintomatologías desagradables pudiendo ser combatida en un lapsus de semanas de manera normal. Wim, lo logró en alrededor de un cuarto de hora. Hasta aquí decimos wow, increíble, el hombre hielo (como se le llama comúnmente) tiene una habilidad única. Los médicos decían, esto es posible por la cantidad de entrenamiento que tienes en el cuerpo, pero esto es imposible para una persona normal.
Wim Hof, estuvo en desacuerdo.
Ahora, me quiero detener un momento. En este simple desafío a la idea de que Hof era una excepción, existe una revolución de paradigma y social tácita. Estamos acostumbrados a mirar estas cosas del otro lado del cristal. No es posible más que para unos pocos elegidos. Pero ¿qué pasa si eso no es verdad? ¿Qué pasa si todas estas capacidades son sencillamente asequibles por todos nosotros? ¿Qué pasa con nuestra comodidad al otro lado del cristal?
Wim Hof dijo, yo puedo hacer que una persona sin ningún entrenamiento previo haga esto mismo en diez días. Los médicos aceptaron la apuesta. Con un grupo de 12 personas sin experiencia, logró los mismos resultados con solo 4 días de preparación!
Para Hof el tema es devolver la capacidad extraordinaria que tenemos como seres humanos a las personas comunes y corrientes y se ha puesto en marcha cual Juana de Arco a hacer dos cosas esenciales para que esto sea posible:
1-. Documentar y respaldar científicamente sus procedimientos (últimamente a estado trabajando con científicos de Harvard y otras universidades), y
2-. Masificar sus métodos para que el que quiera, en cualquier lugar del mundo los pueda poner a prueba (véase su curso de 10 días para dominar la técnica).
Wim Hof dice que el método puede llevar a la solución y cura de multitud de enfermedades con un simple y sencillo programa que combina respiración y uso de baños con agua congelada y fría como principales ingredientes.
El proceso está en marcha para comprobar y dejar establecido, que el método funciona.
Y que solo basta con botar ciertos paradigmas para empezar a considerar que es verdad.
Respiración y agua fría
Esta no era la primera vez que escuchaba sobre los poderes curativos del agua fría o de la respiración.
Podría decir que el primer contacto con algunas de estas ideas lo tuve muchos años atrás cuando mi mamá decidió bajar una fiebre resistente con friegas de paño frío. Recuerdo el chock frío en mi cuerpo afiebrado y luego la transpiración curativa que le seguía, el alivio. Pero no fue hasta varios años después que entendería que el agua fría y sus usos curativos tenían una rama extensa y diversa que había sido comprobada y usada por yoguis y médicos naturalistas desde hace milenios.
En uno de los años más felices de mi vida, practiqué como nunca las recomendaciones del yoga y de mi Maestra. Entre las cosas que experimenté estuvo la de bañarme todos los días, sin importar donde estuviera ni que época del año fuera, con agua fría o a temperatura ambiente. Ya fuera en Leh, a miles de metros de altura, o en la selva de Kerala, ya fuera en Santiago, el norte o sur de Chile, el agua que me esperaba siempre era fría, siempre era para despertar.
Ishnan el baño de los yoguis
Hoy en día la sociedad confunde peligrosamente la idea de comodidad con la de felicidad. Esta confusión ha resultado extraordinariamente perjudicial para nuestra mente y para nuestros cuerpos. – paráfrasis conversación entre Tim Ferris y Wim Hof
El referente en el Yoga Kundalini del uso curativo del agua fría, me lo dió por primera vez una profesora de México, Jai Hari Kaur el año 2006 en mi primer festival de yoga. Esta mujer contaba las infinitas bondades del Ishnan, o hidroterapia, que el Maestro Yogui Bhajan practicaba profusamente, disfrutando de ojalá el agua más fría que pudiera encontrar. La imagen de Yogui Bhajan meditando bajo el agua congelada de la cascada de un montaña, nunca me dejó. No es que esta idea no me incomode en algún lugar, pero reconozco la admiración que me produce porque en ella veo la cualidad de la fortaleza interna y el misterio de la resistencia a alto nivel. Es una imagen que me inspira, que me da esperanza, a la vez que temor y rechazo.
Una vez que pude salir de mi espanto inicial respecto de la idea de bañarme con agua fría y de experimentar que la aplicación metódica propuesta es extremadamente benevolente, el efecto de bienestar prometido no tardó en demostrarse. No se puede negar. Si has practicado la técnica respetando sus reglas, el Ishnan es una experiencia extremadamente placentera, especialmente a medida que lo puedes dominar. Por mucho tiempo me pasó que volver al agua cálida en las ducha, no me apetecía para nada.
Además de la sensación energizante, lúcida y renovada del baño, entre los efectos prometidos estaban el constante estado de renovación total de los órganos, el sistema nervioso, capilar y tegumentario.
Si quieres ver como funciona ve al enlace donde está explicación de la técnica.
Tengo que decir que a pesar de haber practicado el Ishnan por el tiempo que lo hice, nunca tuve la experiencia de dejar de sentir completamente el frío. Solo una vez que probé con algunos de los planteamientos del método de Wim Hof, pude pasar a ese estado sin frío del que tanto se hablaba como el peak del Ishnan y que tiene que ver con poder controlar el termostato interno del cuerpo.
Fiebre y los baños para la purificación de la sangre
Un par de años después de la época que probé el Ishnan, entré a estudiar Naturopatía y allí encontré la fuente de esas primeras experiencias con las friegas de paño frío. El referente era un maestro del mundo de la medicina natural que es proveniente de esta tierra. Su nombre, Manuel Lezaeta Acharán, y el texto donde toda su teoría de la fiebre intestinal se expresa, Medicina Natural Al Alcance De Todos.
A pesar de que el texto tiene un claro tono moralista y octogenario, la teoría de Lezaeta es espectacular en su eficiencia y enfoque.
Uno de sus planteamientos más importantes tiene que ver con el uso de la hidroterapia en múltiples formas para mantener y prolongar la salud. También lo he probado y sin ninguna duda, funciona. Lo repito, funciona.
Lo cierto, es que tal como dice Wim Hof, la naturaleza siempre nos ha otorgado formas de curación mil veces más efectivas que aquellas que han encontrado su nacimiento en un laboratorio.
Experimentarlo solo requiere tener un espacio de conexión y noción de uso de los elementos.
Todos estos hombres han tenido la misma visión de querer transmitir el conocimiento a la persona común.
Solo basta que queramos acercarnos a él para experimentar verdaderos milagros y sistemas de vida realmente conducentes al bienestar y a la felicidad.
Lo de Wim Hof es un peldaño más a esta maravilla.
Por favor investiga y acércate al extraordinario mundo que es tu simple naturaleza corporal.
Enlaces:
Tedx Brona
Tedx Amsterdam
Entrevista Tim Ferris a Wim Hof (inglés)
Medicina Natural Al Alcance De Todos de Manuel Lezaeta Acharán
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