Campos de lavanda.
El aceite esencial es incoloro y se extrae por destilación al vapor de las flores.
Espliego
Propiedades del aceite esencial de Lavanda y/o Espliego.
Analgésico.
Anticonvulsivo.
Antidepresivo.
Antiséptico.
Antiespasmódico.
Antitóxico.
Carminativo.
Cicatrizante.
Desodorante.
Diurético.
Emenagogo.
Hipotensor.
Nervino.
Sedante.
Sudorífico.
Tónico.
Vermífugo.
Vulnerario. Gracias a todas estas propiedades, lo podemos utilizar en muchos casos.
Usos del aceite esencial de lavando y/o espliego:
Abcesos.
Acné.
Asma.
Forúnculos.
Bronquitis.
Quemaduras.
Catarro.
Cólico.
Conjuntivitis.
Convulsiones.
Cistitis.
Depresión.
Dermatitis.
Diarrea.
Difteria.
Parálisis.
Psoriasis.
Sarna.
Cálculos (biliares)
Infecciones de garganta.
Úlceras.
Heridas.
Dispepsia.
Dolor de oídos.
Eczema.
Epilepsia.
Desmayos.
Fístula (anal).
Flatulencia.
Gonorrea.
Halitosis.
Hipertensión.
Histeria.
Gripe.
Insomnio.
Laringitis.
Leucorrea.
Migraña.
Náuseas.
Tensión nerviosa.
Neurastenia.
Palpitaciones.
Pediculosis.
Reumatismo.
Insolación.
Tuberculosis.
Fiebre tifoidea.
Vómitos.
La lavanda o el espliego son plantas de la misma familia y con las mismas propiedades. Son originarias de la zona mediterránea, pero Francia es la mayor productora. En especial la zona de la Provenza.
Está considerada la esencia más útil y versátil para fines terapéuticos. Tiene propiedades equilibrantes, lo que la hace una esencia neutra.
Ejerce una acción sedante y tónica en el corazón y reduce la hipertensión.
Es un analgésico local suave.
Sus propiedades nervinosedantes son muy eficaces en trastornos nerviosos y psicológicos: depresión, insomnio, migraña, histeria, tensión nerviosa y parálisis...
Gracias a sus propiedades sedantes y analgésicas, es un buen remedio para el dolor de cabeza y la migraña.
No es un antiinflamatorio pero es muy útil en algunos casos donde hay inflamaciones por sus propiedades antisépticas y analgésicas: quemaduras, dermatitis, eczema, psoriasis, forúnculos, reumatismo, heridas, úlceras, conjuntivitis, cistitis, diarrea, laringitis... etc.
Se puede emplear en cualquier afección dermatológica y es eficaz contra determinados parásitos de la piel como piojos o sarna.
Al ser equilibrante, es beneficioso para cualquier tipo de piel, ya sea grasa, seca, sensible o acneica.
En pieles maduras o envejecidas prematuramente ayudará mucho, ya que es un excelente regenerador de las células cutáneas, lo que ayuda a rejuvenecer el cutis. Esta cualidad explica por qué es tan eficaz en el tratamiento de quemaduras.
Es muy útil en niños pequeños, sobre todo en el alivio de cólicos, excitación nerviosa, irritabilidad, debilidad, afecciones cutáneas e infecciones en general. Además alivia el dolor de oídos.
El aceite esencial de lavanda o de espliego, útil durante el parto:
Favorece un parto rápido sin aumentar el dolor de las contracciones.
Ayuda a que la madre se calme y en forma de agua aromática, se puede utilizar en compresas refrescantes para la cabeza.
Mezclado con aceite de almendras, se puede utilizar para dar un masaje calmante en la zona lumbar, lo que ayudará a calmar el dolor.
En forma de compresa caliente sobre el abdomen.
Si utilizamos el aceite esencial con un quemador de esencias, purificará y refrescará el ambiente.
Un baño de espliego o lavanda es refrescante, relajante e inevitablemente terapéutico: Calienta el corazón y estabiliza las emociones. Si el baño en por la tarde/noche, ayudará a los que tengan dificultades para conciliar el sueño, incluidos los más pequeños de la casa.
Si no tenemos tiempo o bañera grande, un baño de pies también va muy bien y aliviará la fatiga física o nerviosa.
Es un remedio eficaz para las picaduras de insectos: abejas, avispas, tábanos, mosquitos... y también nos aliviará si tenemos la mala suerte de tocar una ortiga.
El aceite de espliego y lavanda es muy parecido al aceite de manzanilla, pero es menos tóxico y más neutro.