¿Qué es el Hipérico y para qué sirve?
El hipérico, también conocido como hipericón, corazoncillo o hierba de San Juan, es una arbusto de flor, una planta medicinal que se usa como cicatrizante para la piel y también se puede ingerir por sus propiedades digestivas y sobre todo para el tratamiento de la depresión, la ansiedad, el nerviosismo y las alteraciones del sueño.
¿Dónde se consigue el hipérico?
La planta del hipérico o hierba de San Juan podemos encontrarla en Europa, norte de África y Asia Occidental. Y crece en terrenos baldíos, soleados y secos, y en los márgenes de los caminos.¿Cómo actúa el hipérico?
Esta hierba actúa como vía externa contra la ciática, quemaduras de la piel y tiene propiedades analgésicas, antisépticas, astringentes y cicatrizantes. Y como vía interna sirve para como astringente y antiviral, por sus propiedades antiinflamatorias, diuréticas y antidepresivas.Algunos de los beneficios del hipérico son:
Ayuda a tratar la depresión.
Ayuda a curar y cicatrizar heridas.
Combate los síntomas de la menopausia.
Reduce los dolores estomacales.
Palia los dolores de cabeza.
Evita la aparición de varices.
¿Cómo se debe tomar el hipérico?
Una de las formas más habituales de encontrarla es en cápsulas para ingerirlas por vía oral, pero en algunas localidades de la Sierra Norte de Sevilla, suele prepararse un aceite macerado u oleato de hipérico tradicional.De esta zona es de donde suelo extraer la planta y preparar la receta del aceite de hipérico que me dieron unos amigos de Cazalla de la Sierra. Este aceite es maravilloso para la piel, para cicatrices y heridas. Se puede aplicar haciendo un masaje sobre la piel o bien empapando compresas si se trata de heridas leves o quemaduras.
También se puede tomar en infusión para los dolores de estómago, de cabeza o problemas de ansiedad.
Aunque esta planta sirve para tratar trastornos psicológicos, en ningún caso se recomienda su uso como sustituto de un tratamiento médico profesional.
Cómo hacer Aceite de Hipérico, macerado u oleato de la Hierba de San Juan
INGREDIENTESFlores y hojas secas de hipérico o Hierba de San Juan
Aceite de Oliva, de almendras, de coco, etc (cuanto más bueno mejor)
Un tarro de cristal
Hojas de papel de periódico o una caja de cartón
VÍDEO RECETA AQUÍ
1. En primer lugar, hay que recolectar la planta y dejarla secar. Es importante que la planta esté totalmente seca porque la hierba fresca contiene bastante agua y si preparamos el aceite con estas flores que contienen agua podemos contaminar el aceite y se puede echar a perder antes de tiempo.
Por lo que es esencial dejar secas las flores y hojas antes de preparar el oleato. Yo suelo ponerlas extendidas sobre papel de periódico, también puedes secarlas en una caja de cartón. El tiempo que tardará en secar depende de la temperatura pero por lo general, si hace calor y está en un lugar seco, siempre evitando la luz del sol, en una semana puede que las tengas listas para usar.
2. Después, con la ayuda de unos guantes le quitamos a la planta las flores y hojas pequeñas para separarlas del tallo principal. El tallo no nos va a hacer falta. Lo más importante son las flores y las hojas más cercanas a la flor.
3. En un tarro de cristal, meteremos las flores y hojas secas y las cubriremos con aceite de oliva o cualquier otro aceite vegetal que te guste para el uso de la piel: aceite de almendras, aceite de coco…
Importante que las flores queden cubiertas con el aceite.
4. Cerramos el bote y removemos un poco para que las flores se empapen y pueda salir hacia arriba el oxígeno que se haya podido quedar debajo.
5. Dejaremos macerar el aceite durante 40 días y 40 noches, al sol y al relente de la noche. La acción del sol, el calor y las bajadas de temperaturas de la noche ayudará a que las flores saquen toda la sustancia medicinal en el aceite.
De vez en cuando tomaremos el tarro y lo removeremos de vez en cuando. Puedes abrirlo también para airearlo un poco.
6. Una vez que pase el tiempo, lo colamos y lo guardamos en un recipiente de cristal en un mueble o lugar oscuro.
Y listo. Este aceite nos puede durar años.
Podemos aplicarlo sobre las heridas y quemaduras con un poco de algodón o una gasa, o masajearnos la piel para dolores musculares, rojeces y contusiones.
IMPORTANTE: debemos tener cuidado y aplicarlo solamente por la noche, ya que este aceite es fotosensibilizante y podría dejar marcas en la piel.
Y hasta aquí mi receta de medicina natural para paliar algunos síntomas de la piel. Desde que descubrí este aceite no suelo usar otra cosa. Ya sabes que soy fiel y amante de las cosas naturales que nos ofrece nuestro planeta.
Confío plenamente en el poder de la naturaleza. ¿A ti también te pasa?
Otra de mis recetas mágicas para la piel es el aceite de árnica montana, otra planta maravillosa de la naturaleza con unos efectos muy parecidos a los del hipérico. Te dejo aquí mi receta de aceite de árnica montana para que le eches un vistazo a sus propiedades y beneficios.
Cuéntame en comentarios algunos de tus remedios naturales. Me encantará conocer nuevas recetas para ampliar mi botiquín de medicina natural.
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Fuente: este post proviene de Recetas Fáciles de Irene, donde puedes consultar el contenido original.
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