El dengue, una de las enfermedades transmitidas por vectores más común, afecta a personas de más de 100 países por lo que más de 2500 millones de ellas corren riesgo de padecerlo. Con respecto al paludismo, es una enfermedad que reviste mayor gravedad y ocasiona hasta 400.000 muertes a nivel mundial, la mayoría de ellas corresponden a niños menores de 5 años de edad. Algo importante con respecto a estas enfermedades es que pueden prevenirse aplicando diversas medidas. Muchas veces, la propagación de las mismas se debe a sistemas higiénicos deficientes o por condiciones de hacinamiento, siendo estos puntos clave para una buena prevención.
¿Qué son las enfermedades transmitidas por vectores?
Son patologías ocasionadas por agentes patógenos en el ser humano.
La particularidad de este grupo de enfermedades, es que son transmitidas por vectores, por lo que si no se entra en contacto con ellos, generalmente no pueden padecerse.
Hay un gran número de patologías que se engloban en esta categoría y difieren entre sí por el microorganismo que las ocasiona y el vector que las transmite; a pesar de esto, muchas de ellas comparten cuadros clínicos muy similares.
¿Qué es un vector y cuántos tipos hay?
Los vectores son organismos vivos, los cuales tienen la capacidad de transmitir enfermedades a otros seres vivos; transmitiendo enfermedades infecciosas entre personas o de animales a personas.
Un gran grupo de vectores lo constituyen los insectos hematófogos, conocidos comúnmente como zancudos. Ellos ingieren los microorganismos junto con la sangre de un huésped infectado, ya sea una persona o un animal. Luego de esto, los inoculan en un nuevo huésped al ingerir su sangre.
Vectores más comunes:
Mosquitos:
Hay varios géneros de mosquitos que son vectores, entre los cuales están:
Aedes: Los mosquitos que pertenecen a esta familia pueden transmitir las siguientes patologías: Dengue, zika, fiebre del valle del Rift, chikungunya y fiebre amarilla.
Anopheles: Son responsables de transmitir el paludismo.
Culex: Pueden transmitir las siguientes enfermedades: Encefalitis japonesa, fiebre del nilo occidental y filariasis linfática.
Flebótomos:
Estos son especies de zancudos que también son vectores de algunas enfermedades infecciosas. Transmiten la Leishmaniasis y la fiebre transmitida por flebótomos.
Garrapatas:
Las garrapatas pueden transmitir las siguientes enfermedades transmitidas por vectores:
Tularemia.
Fiebre hemorrágica de Crimea-Congo.
Encefalitis transmitida por garrapatas.
Enfermedad de Lyme.
Ricketsiosis.
Borreliosis.
Triatominos:
Más comúnmente conocidos con el nombre de chipos son los que transmiten los parásitos que ocasionan la enfermedad de Chagas. Te puede interesar leer: Tips para reconocer una enfermedad de chagas.
Mosca tsetsé:
Esta ocasiona la enfermedad del sueño, que también se conoce como tripanosomiasis africana.
Pulgas:
Aparte de que pueden producir rickettsiosis, también pueden transmitir una enfermedad altamente mortal que es la peste.
La transmisión se da de las pulgas de las ratas al ser humano.
Moscas negras:
Ocasionan un cuadro conocido como ceguera de los ríos.
Caracoles acuáticos:
Producen la esquistosomiasis.
¿Cómo se transmiten las enfermedades transmitidas por vectores?
A pesar de que se sabe cómo se producen las enfermedades transmitidas por vectores, hay dos mecanismos para que esto suceda:
Transmisión mecánica:
Aquella en donde no es necesaria la multiplicación del microorganismo dentro del vector.
Esto se observa en casos de fiebre tifoidea o las enfermedades transmitidas por moscas domésticas.
Transmisión biológica:
Este mecanismo implica que es necesaria la multiplicación dentro del vector o el desarrollo del ciclo vital dentro del mismo para poder transmitir la infección.
La multiplicación del microorganismo en el vector se observa en casos de dengue.
Con respecto al cumplimiento del ciclo vital dentro del vector está el paludismo o mosquitos del género anopheles.
Además de esto, se cumple con un periodo de incubación extrínseco, es decir, fuera del vector.
Enfermedades transmitidas por vectores más frecuentes:
A continuación se describirán algunas de las enfermedades transmitidas por vectores:
1.- Peste:
Es una patología que se engloba dentro de la categoría de zoonosis, es decir, una enfermedad transmitida por un animal.
La peste es producida por una enterobacteria llamada Yersinia pestis.
Se transmite del animal al ser humano mediante la picadura de pulgas infectadas, por inhalación, por contacto directo y rara vez al ingerir un material infeccioso.
Puede llegar a ser una enfermedad muy grave si no se trata a tiempo e incluso a lo largo de la historia ha ocasionado grandes pandemias en donde han muerto millones de personas.
Manifestaciones clínicas:
Los síntomas que presentan los pacientes con peste son similares a los de la gripe.
Entre dichos síntomas están: Fiebre de aparición brusca, náuseas, escalofríos, vómitos, cefalea, debilidad y malestar general.
Tipos:
Existen tres tipos de peste, las cuales dependen de la vía de infección y son:
Peste bubónica:
En Europa medieval fue conocida como peste negra.
Estas enfermedades transmitidas por vectores son las formas más comunes de peste y están ocasionadas por la picadura de una pulga infectada.
La Yersinia pestis entra en el organismo a través de la picadura y se disemina por el sistema linfático, llegando al ganglio más cercano en donde se multiplica. Producto de esto, el ganglio linfático se inflama y pasa a denominarse bubón que es muy doloroso.
Cuando la enfermedad avanza, los bubones pueden convertirse en llagas abiertas supurantes.
Peste septicémica:
Es aquella en donde la infección se propaga directamente por el torrente sanguíneo sin la formación de bubones.
Esta infección puede adquirirse mediante: Contacto directo con materiales infectados a través de lesiones en la piel o por la picadura de una pulga infectada.
Otra forma de que se produzca esta forma de peste es en las fases avanzadas de la peste bubónica.
Peste neumónica:
También conocida como peste pulmonar, esta es la forma menos común pero la más virulenta.
Se produce generalmente cuando la peste bubónica llega a los pulmones en fases avanzadas de la patología.
Las personas que tienen este tipo de peste, pueden producir gotas de aerosol infecciosas y transmitírsela a otro humano.
Cuando no se aplican las medidas terapéuticas necesarias, la tasa de letalidad es alta.
Tratamiento:
El tratamiento de la peste consiste en el uso de antibióticos de la familia de las tetraciclinas.
Si el tratamiento inicia de forma precoz, la tasa de recuperación es elevada, sin embargo, de no ser así, la mortalidad incrementa.
También, deben usarse medidas de sostén para tratar los síntomas que presenta el paciente.
2.- Fiebre amarilla:
Es una enfermedad ocasionada por un vector, el cual se encarga de transmitir un virus de ADN perteneciente al género Flavivirus.
Dicho virus puede tener dos tipos de ciclos: Urbano (en donde el virus presente en una persona es ingerido junto con la sangre al mosquito picar, dentro de él cumple un ciclo y luego, se transmite a otro humano mediante la picadura) y selvático (el virus está presente en un animal, luego mediante la picadura es ingerido por el mosquito y dentro de él cumple un ciclo, para luego ser transmitido a otro animal o a un humano).
Se transmite mediante mosquitos del género Aedes para el ciclo urbano y mediante mosquitos del género Haemgogus en su ciclo selvático.
Anualmente, se presentan hasta 200.000 casos nuevos, de los cuales 30.000 terminan en muertes.
En relación con esto, te puede interesar leer: Fiebre amarilla ¿cómo se transmite?
3.- Paludismo:
Es otra de las enfermedades transmitidas por vectores y también se conoce con el nombre de malaria.
Esta patología tiene una amplia distribución geográfica y se relaciona con una alta tasa de morbimortalidad.
Las especies que pueden ocasionar el paludismo son: Plasmodium vivax, Plasmodium falciparum, Plasmodium malariae y Plasmodium ovale.
Manifestaciones clínicas:
La sintomatología manifestada por el paciente varía en función de la especie que esté ocasionando la enfermedad. Entre los síntomas que se presentan están:
Prodromos:
Estos son períodos de sintomatología que pueden presentarse antes de que se manifiesten los síntomas típicos de la malaria e incluyen:
Fatiga.
Mialgias.
Anorexia.
Artralgias.
Astenia.
Malestar general.
Cefalea.
Paroxismos febriles:
Se presentan cuatro períodos sucesivos:
Frío: Los escalofríos típicos del paludismo marcan el inicio del cuadro clínico. El paciente refiere una sensación de frío intenso e incontrolable. Algunas veces puede manifestar durante este período: Castañeo de dientes, palidez cutáneo mucosa, piel fría y cianosis.
Calor: La temperatura sube rápidamente y puede alcanzar cifras de 41 ºC . En este período el pulso se vuelve amplio y pueden presentarse delirios. La fase febril puede prolongarse de 2-6 horas.
Sudor: Hay sudoración profusa por la caída de la temperatura; aparte de esto, puede presentarse cefalea leve. Este periodo dura de 2-4 horas y el paciente se recupera.
Apirexia: Esta fase dura hasta que se cumple otro ciclo del parásito en el eritrocito y posterior a este, el cuadro clínico se repite.
Crisis febriles:
Los períodos en que se repiten los ciclos previamente descritos varían dependiendo de la especia de parásito que ocasione el paludismo, teniendo que:
vivax: Las crisis se repiten cada tercer día, por lo que es terciana.
malariae: Esta fiebre es cuartana porque las crisis se repiten cada 72 horas.
falciparum: Las crisis febriles se repiten cada 36-48 horas.
Formas clínicas:
Estas enfermedades transmitidas por vectores pueden ser de diferentes niveles de gravedad en base a la intensidad y duración de la fiebre, de la anemia y del resto de los síntomas presentados por el paciente. Las formas clínicas son las siguientes:
Forma leve:
Paludismo que evoluciona en una persona semi-inmune.
La fiebre no es muy elevada.
Los síntomas generales son discretos.
La parasitemia es baja (< 0,1%).
A pesar de que puede haber anemia, la misma no es muy marcada.
Forma moderada:
Esta es típica en personas no inmunes.
Se presentan los periodos de síntomas caracterizados por escalofríos, fiebres muy elevadas y sudoración.
La parasitemia va del 0,1-0,5%.
En estos casos, la anemia es moderada.
Forma grave:
Esta forma sólo puede ser ocasionada por el Plasmodium falciparum y en personas no inmunes o mujeres embarazadas.
Aunque la fiebre no es muy elevada, si es persistente y no se presentan escalofríos ni sudoración.
El paciente manifiesta cefalea intensa y vómitos frecuentes.
La parasitemia puede llegar al 2%.
En la forma grave, la anemia es intensa.
Tratamiento:
El tratamiento de estas enfermedades transmitidas por vectores es distinto si el diagnóstico se presume o se confirma.
Tratamiento presuntivo:
Este tratamiento se administra en personas que viven en zonas endémicas o en aquellos casos sospechosos de malaria.
Cloroquina 600 mg en asociación con Pirimetamina 50 mg o Primaquina 30 mg.
Tratamiento para cura radical:
Este tratamiento se usa en aquellas personas en las que se ha comprobado la infección.
Cloroquina 1500 mg y Primaquina 45 mg durante 3 días.
Para saber más sobre esto, te recomiendo leer: Malaria o paludismo, enfermedad potencialmente mortal.
4.- Dengue:
Esta es una de las enfermedades transmitidas por vectores que se presentan con frecuencia.
También es ocasionada por un virus perteneciente al género flavivirus y existen cuatro serotipos (1, 2, 3 y 4).
Se transmite por la picadura de mosquitos del género Aedes, especialmente el Aedes aegypti.
Formas de presentación:
La fiebre dengue o simplemente dengue, tiene distintas formas de presentación, las cuales varían según el serotipo del virus que esté ocasionando la infección. Las formas de presentación son:
Dengue sin signos de alarma:
Anteriormente se conocía como dengue clásico y se refiere a la forma típica de la enfermedad. Se caracteriza por:
Fiebre elevada de difícil manejo.
Mialgias (dolor muscular) y poliartralgia (dolor de las articulaciones).
Cefalea intensa acompañada de dolor retro ocular.
Astenia y debilidad.
Dengue con signos de alarma:
Se presentan las manifestaciones típicas del dengue pero acompañadas de uno o más signos de alarma, los cuales son:
Dolor abdominal.
Vómitos persistentes.
Edema, es decir, acumulación de líquidos.
Sangrado de las mucosas, como gingivorragia o epistaxis.
Aumento del tamaño del hígado mayor a 2 centímetros.
Dengue grave:
Estado de shock.
Acumulación de líquido en pulmón (derrame pleural), lo que se manifiesta con disnea.
Sangrado grave.
Daño orgánico grave: Del hígado (con AST o ALT mayores a 1.000), del sistema nervioso central (alteraciones sensitivas) o de otros órganos.
Manejo:
Al igual que otras enfermedades transmitidas por vectores del tipo Aedes, el tratamiento es sintomático, sin embargo, variará según la forma de presentación del dengue.
Ante el dengue sin signos de alarma serán necesarias las medidas de soporte y vigilar que no se manifieste ningún signo de alarma. Este tipo de dengue puede ser manejado en casa.
El dengue con signos de alarma requiere de la observación ambulatoria o la hospitalización si hay alteración del estado de conciencia.
Con respecto al dengue grave. Es obligatorio que el paciente se encuentre hospitalizado en un centro de salud equipado con una unidad de cuidados intensivos.
En general, se deben usar antipiréticos del tipo Acetaminofén o Paracetamol porque no favorecen el sangrado, además de abundantes fluidos para mantener al paciente hidratado. Ante el dengue grave serán necesarias otras medidas para asegurar la supervivencia del paciente.
Si las cifras de plaquetas descienden a valores muy bajos, será necesaria la transfusión de concentrado plaquetario.
5.- Esquistosomiasis:
Estas son otras enfermedades producidas por vectores, específicamente por caracoles del tipo Biomphalaria glabrata.
Los agentes etiológicos que producen la enfermedad son parásitos del género Schistosoma: Schistosoma mansoni, Schistosoma japonicum y Schistosoma haematobium.
Manifestaciones clínicas:
Dependiendo de su forma de presentación, la esquistosomiasis puede manifestarse de diversas formas.
Tipo 0:
Esta también se conoce como forma toxémica y se caracteriza por:
Manifestaciones en la piel de tipo urticaria, es decir, habones.
Fiebre.
Diarrea.
Hipertensión arterial.
Afectación pulmonar.
Esplenomegalia moderada.
En los estudios de laboratorio se evidencian leucocitosis con eosinofilia.
Tipo I:
Esta es la esquistosomiasis de tipo intestinal y aunque puede ser asintomática, algunas veces se pueden presentar los siguientes síntomas:
Diarrea disentérica.
Dolor en hipocondrio derecho y fosa ilíaca derecha.
El hígado y el bazo no son palpables.
Estudios de laboratorio: El parásito se demuestra en el examen de heces, los glóbulos blancos pueden ser normales o estar ligeramente aumentados y hay eosinofilia.
Tipo II:
Es la esquistosomiasis hepato-intestinal y se caracteriza por:
Diarrea y epigastralgia.
Hay hepatomegalia pero el bazo no es palpable.
En los estudios de laboratorio hay eosinofilia y el parásito aparece en el examen de heces.
Tipo III:
Estas enfermedades transmitidas por vectores son del tipo hepato-esplénico pero aún están compensadas y las manifestaciones clínicas son:
Sintomatología intestinal marcada.
Mal estado general.
Hepatomegalia de gran tamaño y esplenomegalia moderada.
Estudios de laboratorio: Anemia moderada, eosinofilia y en el examen de heces puede aparecer o no el parásito.
Tipo IV:
Esta es la esquistosomiasis hepatoesplécnica descompensada y se caracteriza por:
Hay esplenomegalia grande.
El hígado puede estar pequeño o haber una ligera hepatomegalia.
Ascitis.
Hematemesis.
En estos casos la anemia es acentuada y hay eosinofilia; el diagnóstico puede confirmarse mediante biopsia rectal.
Tratamiento:
Una vez que el diagnóstico se haya confirmado se debe proceder a administrar el antiparasitario.
Praziquantel a dosis de 40-60 mg por cada Kg vía oral en dosis única.
Otra opción es dividir la dosis resultante en dos tomas que deben tomarse con un intervalo de 6-8 horas.
6.- Tripanosomiasis:
También conocida como enfermedad de Chagas, es ocasionada por un parásito denominado Trypanosoma cruzi.
Manifestaciones clínicas:
Fase aguda:
Corresponde al síndrome de puerta de entrada de estas enfermedades transmitidas por vectores.
Signo de Mazza-Romaña: Edema bipalpebral unilateral con conjuntivas hiperémicas. Además, hay inflamación de las glándulas lagrimales y de los ganglios linfáticos satélites.
Chagoma de inoculación: Se presenta cuando la penetración del microorganismo es a través de la piel. Se caracteriza por la tumoración redondeada de un área inflamada y adenomegalia.
Síntomas generales: Exantemas, fiebre, adenomegalias, edema duro en extremidades y hepatoesplenomegalia leve.
Síntomas de miocarditis aguda por dilatación de las paredes cardiacas.
Fase indeterminada:
Son los pacientes que se engloban dentro del grupo A o I y se caracterizan por:
Pasar la fase aguda de forma asintomática.
No hay curación espontánea, por lo que puede haber progresión hacia la fase crónica.
Esa fase también se conoce con el nombre de latente y es la forma clínica más común (75%).
Fase crónica:
Esta es la fase sintomática y del 100% de los pacientes seropositivos, sólo un 30% entra en este grupo. Entre las alteraciones que se presentan en esta fase están: Miocardiopatía crónica:
Forma con daño cardíaco leve o moderado: Pacientes de grupo B o II. Entre los síntomas destacan: Arritmias, síncope y dolor torácico. Puede haber bloqueos completos o incompletos de la rama derecha del haz de His y extrasístoles. Se puede presentar muerte súbita por fibrilación ventricular.
Forma con daño cardiaco severo: Este es el grupo C o III. El corazón aumenta de tamaño, se presenta insuficiencia cardiaca y son frecuentes los episodios trombóticos y embólicos.
Megaesófago y megacolon:
Megaesófago: Se caracteriza por sensación de plenitud, disfagia, regurgitación y enlentecimiento del tránsito. Los síntomas se calman al ingerir líquidos.
Megacolon: Sigmoides palpable y tumoral, constipación, timpanismo y meteorismo.
Ambas alteraciones son producto de lesiones de los plexos de Meissner y Auerbach del esófago y el colon.
Tratamiento:
Según la fase en la que se encuentren estas enfermedades transmitidas por vectores, el tratamiento varía:
Fase aguda:
Nifurtimox en dosis de 8-10 mg/Kg/día por vía oral durante 1 a 2 meses.
Benznidazol en dosis de 5-6 mg/Kg/día por vía oral durante 1 a 2 meses.
Fase crónica:
El tratamiento de esta fase está orientado a controlar los síntomas manifestados por el paciente.
Amiodarona.
Mexiletine.
¿Cómo prevenir las enfermedades transmitidas por vectores?
Según el tipo de patología, se pueden aplicar distintas medidas para prevenir las enfermedades transmitidas por vectores. Entre algunas de las medidas que pueden aplicarse, están:
Fiebre amarilla:
Aplicar medidas antimosquito: Esto incluye:
Usar repelentes.
Utilizar ropa que cubra brazos y piernas, es decir, pantalones y camisas o suéteres.
Dormir utilizando mosquiteros que estén bañados en repelentes.
Eliminar criaderos.
Vacuna:
Esta es la mejor medida para prevenir la fiebre amarilla.
Y está especialmente indicada cuando una persona va a viajar a una zona endémica.
Algunas de sus contraindicaciones son: Alergia a la proteína del huevo, condiciones inmunosupresoras, tener menos de cuatro meses de edad y embarazos.
Dengue:
Las medidas para prevenir el dengue no sólo se basan en evitar la picadura del mosquito, sino en eliminar sus criaderos, para lograr esto, pueden aplicarse las siguientes medidas:
Fumigaciones: Las nebulizaciones de insecticidas son necesarias para reducir las densidades de mosquitos. Para lograr una cobertura adecuada, deben aplicarse en comunidades que estén en proceso de erradicación de larvas.
Eliminar recipientes que no tengan ninguna utilidad o cerrar aquellos que se encuentren abiertos con el objetivo de destruir las larvas. Existe un químico llamado abate, el cual se agrega a los recipientes que contienen agua y que evita la proliferación larvaria.
Peste:
En las áreas infectadas, se debe evitar el contacto con los roedores.
Existe una vacuna, pero la misma es poco eficaz y solo se recomienda su administración en personas con alto riesgo de exposición.
Cuando se confirme un caso de peste neumónica, el paciente debe ser aislado.
Destrucción de las secreciones de peste bubónica.
En personas que han mantenido contacto con un enfermo, se debe: Mantener una vigilancia activa por 7 días, someterlas a tratamiento profiláctico con tetraciclinas e investigar si en los contactos estrechos hay peste activa.
Paludismo:
El uso de repelentes de insectos es esencial.
A la hora de dormir, hacerlo con un mosquitero que cubra toda la cama y que el mismo esté cubierto de permetrina.
Bloquear las ventanas y puertas con mallas antimosquitos cubiertas de permetrina.
Usar aire acondicionado.
La ropa que se use a diario debe ser de colores claros, las camisas de mangas largas y preferiblemente, llevar pantalones. La ropa también puede impregnarse con permetrina.
Esquistosomiasis:
Ejecutar el tratamiento en personas enfermas.
Eliminar el uso de letrinas en comunidades rurales.
Tratamiento de las aguas negras.
Evitar el contacto con aguas contaminadas.
Erradicación de los focos de moluscos.
Tripanosomiasis:
Las viviendas deben estar adaptadas para que los triatominos no sean capaces de colonizarlas.
Tomar acción de eliminación en contra de los vectores.
Usar insecticidas
Las enfermedades transmitidas por vectores representan un problema de salud a nivel mundial y a pesar de las medidas preventivas que existen para evitar la infección, siguen siendo unas de las patologías con más casos reportados anualmente. Aunque algunas de ellas tienen una evolución benigna, es importante establecer un diagnóstico precoz y aplicar las medidas terapéuticas según cada caso.
Hay una gran cantidad de vectores que son transmisores de enfermedades infecciosas, entre los cuales están: Mosquitos de diferentes familias, los caracoles o moluscos, artrópodos (pulgas, garrapatas) y los triatominios o chipos. Los microorganismos infecciosos cumplen parte de su ciclo vital en dichos vectores.
Entre algunas de dichas enfermedades están el dengue que se presenta con mucha frecuencia, caracterizada por cuadros febriles elevados acompañados de mialgias, artralgias y malestar general; producido por la picadura de un mosquito del género Aedes. Otra enfermedad transmitida por la picadura de un mosquito es el paludismo o malaria cuyas manifestaciones clínicas varían según el período de la enfermedad en el que se encuentre el paciente, pudiendo ser: Escalofríos, fiebre, sudoración y apirexia.
Te invito a ver el siguiente vídeo en donde se resumen las enfermedades transmitidas por vectores más comunes:
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