La enfermedad mental es particularmente difícil de diagnosticar, sobre todo porque no existen pruebas fisiológicas que ayuden a confirmar una condición, la diabetes por ejemplo puede ser diagnosticada con un análisis de sangre, el cáncer se diagnostica mediante biopsias e imágenes médicas, sin embargo, para el diagnóstico de la enfermedad mental se emplea frecuentemente listas de comprobación de síntomas a través de un cuestionario de auto-reporte.
Por esta razón, condiciones como la depresión, en ocasiones pueden ser erróneamente diagnosticadas, un estudio de 2012, calculo que entre el 26 a 45 por ciento de los pacientes diagnosticados con depresión no cumplían con los criterios diagnósticos, un meta análisis de 2009 descubrió que los médicos generales pueden identificar correctamente solo el 47,3 por ciento de los casos de depresión y muchos doctores diagnostican esta condición en personas que simplemente no la padecen.
A continuación, se describen cuatro condiciones las cuales son frecuentemente confundidas con la depresión:
1 Trastorno bipolar
Al igual que la depresión el trastorno bipolar implica períodos de estado de ánimo bajo, durante estos periodos las personas con este trastorno experimentan los mismos síntomas que aquellas que padecen de depresión.
Pueden sentirse sin esperanza, sin valor e inclusive llegar hasta el atentar contra su vida, sin embargo, a diferencia de las personas con depresión, aquellos con el trastorno bipolar experimenta también períodos de exaltación o manía, en los cuales se sienten seguros, productivos o en la cima del mundo.
Estas fases maniacas pueden ser tan agradables que las personas con este trastorno son incapaces de reconocerlas como parte de su enfermedad, por lo cual sólo buscan ayuda durante los periodos depresivos.
De acuerdo con un estudio publicado en el British Journal of Psychiatry, hasta un 22 por ciento de las personas con trastorno bipolar son erróneamente diagnosticadas con depresión.
Otro estudio encontró que puede transcurrir un periodo de 10 años antes las personas con trastorno bipolar reciban un diagnóstico correcto, lo cual puede tener consecuencias adversas puesto que los medicamentos prescritos para la depresión por lo general tienen un efecto contrario en el trastorno bipolar empeorando los síntomas.
2 Hipotiroidismo
En esta enfermedad, la glándula tiroides no libera una cantidad suficiente de hormonas.
Debido a que estas hormonas son necesarias para el correcto funcionamiento del cerebro y el cuerpo, las personas con esta disfunción suelen experimentar fatiga, disminución de la concentración y un estado de ánimo decaído, síntomas característicos de la depresión.
Las investigaciones estiman que hasta 20 millones de estadounidenses padecen de alguna forma de enfermedad de la tiroides, pero tan sólo el 60 por ciento de ellos son conscientes de su condición.
En cambio, creen erróneamente que se fatigan con facilidad, que son perezosos y por supuesto que están deprimidos.
A diferencia de las personas con depresión, las personas con hipotiroidismo son demasiado sensibles a las temperaturas frías y suelen sentir frío todo el tiempo. También son más propensos a padecer de piel seca, pérdida de cabello, y voz ronca.
El hipotiroidismo puede ser diagnosticado correctamente a través de un simple análisis de sangre y su tratamiento requiere solamente la ingesta de una pastilla al día.
3 diabetes
Las personas a menudo pueden desarrollar la diabetes tipo 2 sin darse cuenta. Repentinamente pueden descubrir pérdida de peso, sensación de fatiga, irritabilidad creciente, debido a que todos estos síntomas también se asocian con la depresión, pueden dejar de reconocer que su cuerpo está teniendo problemas con la insulina.
Un precursor de la diabetes tipo 2, resistencia a la insulina, se ha relacionado significativamente con la depresión.
Las personas con esta enfermedad están en riesgo de padecer de la “depresión diabética”, una condición que similar a la depresión.
Un estudio de 2014 encontró que las personas diagnosticadas con ambas condiciones experimentaron una reducción en sus síntomas depresivos luego de recibir tratamiento para ayudar a controlar su diabetes.
En otras palabras, sus síntomas no se debían a la depresión, si no al estrés de tener que enfrenar una enfermedad crónica. “Debido a que la depresión se mide con escalas que se basan en síntomas y no en sus causas vinculadas, en muchos casos, estos síntomas pueden reflejar la dificultad que las personas tienen acerca de su diabetes y no un diagnóstico clínico de la depresión“, afirmó el Doctor Lawrence Fisher, Ph .D., autor principal del estudio.
4 Síndrome de fatiga crónica
También conocido como encefalomielitis miálgica o enfermedad esfuerzo intolerancia sistémica, esta condición se caracteriza por la fatiga extrema que no tiene ninguna causa aparente.
El síndrome de fatiga crónica también implica dificultad para concentrarse, dolor muscular y problemas con el sueño, todos síntomas asociados con la depresión, por lo cual las personas con este síndrome son mal diagnosticadas con frecuencia con depresión.
Un estudio publicado en la revista Journal of Clinical Psychiatry, encontró que el síndrome de fatiga crónica está infra diagnosticado en más de un 80 por ciento de las personas que lo padecen, siendo la depresión el diagnóstico erróneo más común.
Afortunadamente, hay al menos una diferencia clara entre la depresión y el síndrome de fatiga crónica: Las personas con depresión se muestran a la vez agotadas y desinteresadas en sus aficiones, mientras que aquellos con fatiga crónica pueden todavía tener deseos de participar en aquello que les interesa a pesar de su falta de energía.
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