Y esto no es infundado, dado que el año 2002, durante la pandemia del SARS, se observó que las mujeres embarazadas que presentaban esta enfermedad, podían contagiar al bebé. De hecho, hubo 12 madres gestantes contagiadas, tres de las cuales fallecieron y cuatro perdieron al bebé. Es decir, una tasa de mortalidad del 25%. A su vez, cuatro de las madres gestantes, presentaron partos prematuros. A su vez, se observó que la probabilidad de requerir ventilación mecánica, era tres veces mayor en las mujeres gestantes que en las que no estaban embarazadas.
Incluso, durante la pandemia de gripe AH1N1 en 2009, se observó que las mujeres embarazadas tenían cuatro veces mayor propensión de presentar esta enfermedad que el resto de la población. Sin embargo, de acuerdos a observaciones clínicas en mujeres embarazadas, presentando COVID-19, permitió establecer que ellas, exponían una sintomatología similar a mujeres no embarazadas.
Por lo general, las mujeres embarazadas son más susceptibles que la población general, frente a patógenos de las vías respiratorias. Esto podría deberse, a una disminución de las defensas y ciertos cambios ocasionados por el embarazo, pudiendo llegar a contraer neumonía. Esto, produciría un incremento de las necesidades de oxígeno y edema a nivel de las mucosas de las vías respiratorias.
Estas complicaciones, pueden generar situaciones de gravedad con el bebé. Puede llegar a comprometer seriamente su salud, debido a una disminución importante del aporte de oxígeno.
De este interesante tema, voy a hablarles, debido a la solicitud de varias seguidoras. Que bien, se encuentran embarazadas, o poseen algún familiar cercano en esa condición.
¿Cómo afecta el nuevo coronavirus el embarazo?
Aún los científicos, se encuentran en la curva de aprendizaje. Dentro de las interrogantes, surge la necesidad de establecer lo más rigurosamente posible, como el virus afecta el embarazo. En forma general, durante el embarazo, el sistema inmunológico de la madre se altera. Por ello, es común observar a partir del segundo trimestre de gestación, que la inmunidad adquirida, tiende a disminuir.A su vez, la inmunidad innata, se incrementa. La inmunidad innata, es la que reacciona de forma inmediata frente a los patógenos. Esto, desde el punto de vista inmunológico, podría considerarse una paradoja. Principalmente, por el hecho de que los mecanismos normales de protección contra infecciones, tienen el potencial de rechazar al feto. Debido a este efecto, puede ocurrir que se produzca un incremento de las infecciones intracelulares en la madre gestante.
Debido a esto, las mujeres embarazadas, podrían presentar mayor susceptibilidad a complicaciones respiratorias surgidas por el nuevo coronavirus. No obstante, de acuerdo a los Centros para el Control de Enfermedades (CDC), actualmente, no se sabe si COVID-19 causaría problemas durante el embarazo. Tampoco, si pudiese llegar a afectar la salud del bebé recién nacido.
Es importante informar, que de acuerdo a un estudio realizado en diversos hospitales de New Haven (Connecticut), los investigadores concluyeron que los índices de COVID-19 entre las mujeres embarazadas son bastante bajos (menos del 3%). Por ello es importante, llamar inmediatamente a su médico, si cree que estuvo expuesta al coronavirus. Sobre todo, si presenta: dificultad para respirar, dolor a nivel del pecho, labios azulados, tos o fiebre.
¿Cómo deben protegerse las mujeres embarazadas para evitar contraer el COVID-19?
Las mujeres embarazadas, deben practicar el mismo cuidado que realiza la población en general. La mejor arma de defensa, lo constituye el distanciamiento físico. De acuerdo al Departamento de Salud Pública del Condado de Los Ángeles, es importante que las mujeres embarazadas no asistan a reuniones con más de diez personas.Evitar cualquier tipo de contacto, con personas que presenten los síntomas del nuevo coronavirus.
De ser posible no utilizar el transporte público.
Procurar, trabajar en la medida de lo posible desde casa, mientras las circunstancias así lo permitan.
Evitar salidas innecesarias a lugares públicos. Utilizar las redes sociales y la telefonía para establecer contacto con el obstetra y cualquier otro servicio importante.
Lavar las manos frecuentemente, empleando agua y jabón por no menos de veinte segundos. Si en algún momento no cuenta con agua y jabón, utilizar alcohol con un 60% de concentración. Aplicar suficiente cantidad para cubrir las manos y frotarlas entre sí hasta que el alcohol se seque.
Mantener los zapatos fuera del hogar al regresar de la calle.
Lavar la ropa con agua caliente y jabón. Mantener aseado el cesto de lavandería.
Procurar no tocar la boca, ojos o nariz.
Desinfectar periódicamente las superficies manipuladas con más frecuencia en el hogar. Dentro de ellas destacan: pomos de puertas, topes de cocina y baños, superficie de mesas, sillas, pasamanos, grifos, interruptores de luz, controles remotos, teclados y celulares, entre otros.
Al toser o estornudar, procurar cubrir la boca y nariz con la parte interna del codo o bien, utilizando un pañuelo de papel. Es importante desechar este pañuelo inmediatamente después de utilizarlo.
Permanecer atenta a cualquier signo o síntoma que denote la presencia del nuevo coronavirus. Esto es importante, pues se debe buscar atención médica inmediata.
¿Existen mayores complicaciones para las embarazadas que poseen COVID-19?
En los Estados Unidos y en muchos países, se está en la fase de desarrollo, para la atención del embarazo y el parto durante la crisis de (COVID-19). Cabe destacar, que esto se viene realizando, a fin de proporcionar atención segura a las embarazadas y sus bebés. También, con la finalidad de proteger a los trabajadores de la salud de posibles procesos infectivos.En uno de ellos, publicado en The Lancet se mostraron resultados obstétricos y neonatales de siete mujeres embarazadas. Ellas estaban recluidas en un hospital de Wuhan y habían contraído COVID-19 en su tercer trimestre. Sin embargo, se pudo observar que los resultados de todas ellas, fueron positivos. Siendo así que ninguna requirió ser admitida en cuidados intensivos, siendo dadas de alta posteriormente, sin ninguna sintomatología.
En un estudio más reciente, publicado en el American Journal of Obstetrics & Gynecology, en mayo de 2020, se encontraron datos importantes. De 46 mujeres embarazadas contagiadas con el nuevo coronavirus, que fueron estudiadas, se observaron síntomas leves, en su mayoría. Solo unas pocas de ellas, presentaron síntomas respiratorios.
Cabe destacar, que de acuerdo a un estudio publicado como carta en The New England Journal of Medicine, se muestran datos interesantes. En él, se hace referencia a datos de las pruebas de mujeres embarazadas que dieron a luz entre el 22 de marzo y el 4 de abril. Los sitios escogidos fueron el Hospital Presbiteriano Allen de Nueva York y en el Centro Médico Irving de la Universidad de Columbia en la ciudad de Nueva York. El estudio incluyó un universo de 215 mujeres. Encontrándose, que el 88 % de las que dieron positivo en la prueba de COVID-19 no mostraron ningún síntoma.
¿Se puede contagiar el bebé si la madre gestante presenta COVID-19?
Durante el mes de mayo, los Institutos Nacionales de Salud anunciaron que se está realizando un estudio múltiple, contentivo de 21.000 registros médicos. Esto incluye adicionalmente, a un total de 1.500 mujeres embarazadas con COVID-19 confirmado. La idea, es llegar a comprender de una forma más objetiva, cómo esta enfermedad afecta a las futuras madres y a sus bebés.De acuerdo a un estudio de baja amplitud, en nueve mujeres embarazadas con COVID-19, no se encontraron rastros del virus en la leche materna. Este estudio se efectuó en Wuhan, China y tampoco se encontraron rastros del virus en muestras de sangre tomadas en el cordón umbilical y el líquido amniótico.
De acuerdo con los Centros para el Control de Enfermedades (CDC), en la actualidad se desconoce si existe algún riesgo para los bebés de una mujer embarazada que tenga COVID-19. Hasta la fecha, solo se ha informado de una pequeña cantidad de problemas ocurridos durante el embarazo o el parto. Es decir, la presencia de bebés nacidos prematuramente.
Pero, esto no se considera concluyente para ser asociado como un efecto del COVID-19. Esto sugiere que hay una alta probabilidad de que las madres con COVID-19, no contaminen al recién nacido.
¿Cuál es el riesgo para los lactantes si la madre posee COVID-19?
Como ya se ha mencionado, hasta ahora, en la leche materna de mujeres contagiadas, no ha sido detectado el virus. Sin embargo, es importante subrayar que como la enfermedad es nueva, la evidencia solo se ha podido establecer partiendo de estudios muy limitados.Sin embargo, cada día, los funcionarios de salud pública, continúan profundizando su aprendizaje, sobre las formas de transmisión del virus. Sobre todo, en entornos hospitalarios que involucren mujeres embarazadas o recién dadas a luz, a los fines de reducir riesgos sobre los bebés.
De acuerdo a un estudio llevado a cabo recientemente en Wuhan, China, se obtuvieron resultados muy alentadores. El estudio consistió en analizar la leche materna de primera lactancia en pacientes que tuvieron COVID-19 durante el embarazo. El estudio permitió establecer, que no se encontró el virus causante del COVID-19 en ninguna de las muestras. Hasta ahora, los riesgos, parecen estar más bien asociados al tracto respiratorio de la madre.
¿Cómo evitar los riesgos para el bebé al amamantar?
De acuerdo a lo más reciente que propone la OMS, es que la madre amamante al bebé. Pero, por supuesto que la madre debe tomar una serie de precauciones. Dentro de estas precauciones destacan:Practicar una adecuada higiene respiratoria mientras se amamanta al bebé. Esto supone el uso de una máscara que cubra boca y nariz
Lavar correctamente las manos con agua y jabón durante al menos veinte segundos, antes y después de estar en contacto con el bebé
Limpiar y desinfectar adecuadamente las superficies que se hayan tocado
Es importante destacar que se ha comprobado, que la lactancia materna temprana y exclusiva, además de la presencia de la madre, son determinantes en el desarrollo del bebé. Esto aplica también, en los casos en que la madre tenga también COVID-19. Siendo importante que ella toque y sostenga a su bebé piel con piel y lo amamante con una buena higiene respiratoria. Incluso sugieren que ella comparta la habitación con el bebé. La OMS, recomienda de forma general, que las madres amamanten de manera exclusiva al bebé durante los seis primeros meses de vida. Luego de los primeros seis meses, es importante que las madres amamanten y le suministren al niño, alimentos saludables y con alto poder nutritivo. Esto debería continuar hasta los dos años, prolongándose preferiblemente un poco más.
La OMS, incluso hace otra sugerencia muy importante. Si llegase a presentarse el caso de que la madre esté muy enferma para amamantar, se deben buscar ciertas vías para apoyarla. Ello incluye:
Extracción de leche, mediante el uso de extractores o tiraleche
Relactación (se refiere al proceso de reiniciar el proceso de amamantamiento, luego de un período de no lactancia o muy poca lactancia)
Empleo de leche humana, obtenida de bancos de leche certificados
Concluyendo
Desde siempre se ha sabido, que la leche materna constituye la mejor fuente de nutrición para los recién nacidos. Esto es muy importante tomarlo en cuenta, pues, para la OMS es de crucial importancia que esto se cumpla a cabalidad, incluso en las madres que poseen COVID-19.La nutrición del recién nacido es un derecho inalienable del ser humano. Y de acuerdo a la OMS, la leche materna es el primer alimento natural del recién nacido. Este alimento puede proporcionarle toda la energía y los nutrientes que necesitan durante sus primeros meses de vida. Incluso se sabe, que puede seguir aportándole, no menos de la mitad de sus necesidades nutricionales durante la segunda mitad del primer año. Y más aún, puede proporcionar un tercio de las necesidades durante el segundo año de vida.
Por ello, todas las mujeres, que en este momento de pandemia, estén embarazadas o recién dadas a luz, no desfallezcan. Un adecuado equilibrio nutricional, además de pensamientos sanos y esperanzadores, marcarán la diferencia.Los seres humanos han sido creados para defender la vida desde la concepción. Podría decirse, que la maternidad, es un proceso donde la vida se preserva mediante el sacrificio de la madre.
Ante la presencia del COVID-19 en nuestras vidas, es importante no bajar la guardia y mucho menos al estar embarazada. Las pautas han sido muy bien probadas, los mecanismos para contrarrestar los efectos del nuevo coronavirus, han ido apareciendo gradualmente. Solo resta un poco de disciplina para mantener un distanciamiento social correcto, así como las sencilla pautas de aseo de manos y una adecuada higiene respiratoria. Realmente no es mucho pedir, para alcanzar un logro trascendental, como el cuidado de nuestra especie.
“Hasta donde sabemos, la lactancia materna es absolutamente segura. Es lo mejor que puede hacer una madre por su bebé. Por ahora no se ha detectado que mujeres contagiadas de Covid-19 transmitan el coronavirus a través de la leche materna”
Franca Cadée
Presidenta de la Confederación Internacional de Matronas
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Referencias:
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/32217113/
https://www.who.int/reproductivehealth/publications/emergencies/COVID-19-pregnancy
https://inews.co.uk/news/health/pregnant-women-coronavirus-advice-nhs-uk-pregnancy-high-risk-covid-19-self-isolate-guidance-2484715
https://www.livescience.com/covid-19-placenta-injury-pregnancy.html
https://www.unicef.org/coronavirus/navigating-pregnancy-during-coronavirus-disease-covid-19-pandemic
https://healthblog.uofmhealth.org/womens-health/12-things-to-know-about-covid-19-and-pregnancy
https://covid19.karnataka.gov.in/storage/pdf-files/Training-CapacityBuilding/FOGSI%20Good%20Clinical%20Practice%20Recommendation%20on%20Pregnancy%20with%20COVID-19.pdf