1. Protege los riñones. Un estudio reciente ha determinado que el agua que contiene la cerveza, combinado con el lúpulo, ayudan a limpiar los riñones y evitar la formación de cálculos renales.
2. Cuida los huesos. Por su alto contenido en silicio, ayuda a aumentar la densidad ósea.
3. Reduce el riesgo de contraer cáncer. Mezclar la carne con cerveza impide hasta en un 70% la aparición de un agente cancerígeno llamado aminas heretocíclicas (HCA) presente en la cocción frita de las carnes rojas.
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4. Disminuye la presión arterial y el colesterol malo (LDL), pues favorece la eliminación de toxinas actuando como un diurético natural.
5. Mejora la digestión al contener fibras solubles (en especial la cerveza oscura). Éstas regulan el tránsito intestinal, evitando problemas como estreñimiento o diarrea.
6. Impide el riesgo de padecer accidentes cerebro-vasculares (ACV), pues no permite la formación de coágulos en la sangre.
7. Alivia el estrés y los síntomas de la angustia. Este estudio fue llevado a cabo por la Universidad de Montreal. Ellos aseguran que el consumo de cerveza ayuda a combatir el estrés, aunque también sugieren un consumo moderado.
8. Refuerza el sistema inmunológico. Es especialmente indicado para aliviar síntomas gripales. Beber cerveza tibia o caliente ayuda a mejorar la circulación de la sangre, la respiración y calma los dolores articulares.
9. Es un excelente complemento alimenticio, ya que es una rica fuente de vitaminas del complejo B.
10. Mejora el aspecto de la piel y el cabello, brindando brillo extra y reparando el pelo. Por otra parte, ayuda a eliminar las células muertas y regenerar el tejido conjuntivo. Es por ello que la cerveza es cada vez es más utilizada en tratamientos de belleza caseros.
Y me despido con otro artículo relacionado con ella: ¿Quién inventó la cerveza?