¿Qué es la a fascitis plantar?
La fascitis plantar es una dolencias ortopédicas muy común en el pie y se trata de la inflamación del tejido grueso en la planta o la parte inferior del mismo.
La fascitis plantar suele afectar a un tejido llamado fascia plantar y su función es conectar el calcáneo a los dedos y crear el arco del pie.
Causas
La fascitis plantar puede llegar a ser muy dolorosa y dificultar el hecho de caminar. Este problema de salud surge cuando la banda gruesa del tejido situado en la planta del pie se estira o se sobrecarga demasiado, lo cual puede deberse con frecuencia a:
Problemas con el arco del pie como, por ejemplo, pie plano o arco plantar alto.
Correr largas distancias, sobretodo si es cuesta abajo o sobre superficies desiguales.
Aumento repentino de peso.
Sufrir obesidad.
Tener el tendón de Aquiles tenso.
Usar zapatos con soporte de arco deficiente o suelas blandas.
Suele presentarse con mayor frecuencia en hombres activos con edades comprendidas entre los cuarenta y los setenta años, aunque la fascitis plantar puede presentarse en ambos sexos.
Síntomas
El síntoma más habitual es el dolor, pudiendo ser sordo o agudo, y la rigidez en la parte inferior del talón. Asímismo, la planta del pie puede también doler o arder.
El dolor que provoca la fascitis plantar suele ser más intenso:
Durante las primeras horas del día al caminar.
Después de pararse o sentarse por un rato más o menos largo.
Al subir las escaleras.
Después de realizar una actividad intensa en donde los pies se han visto involucrados.
Este dolor, además, puede aparecer de forma repentina en cualquiera de los casos mencionados anteriormente o, por el contrario, desarrollarse de manera lenta en el tiempo.
Diagnóstico
Para diagnosticar la fascitis plantar, el médico realizará un examen físico al paciente en busca de algunas señales como:
Sensibilidad en la planta del pie.
Pies planos o arcos altos.
Hinchazón o enrojecimiento leve en el pie.
Rigidez o tensión en el arco de la parte inferior del pie.
Si fuera necesario, también podría solicitar que se realizasen algunas radiografías para descartar que los síntomas se deban a otras complicaciones.
Tratamiento
En cuanto al tratamiento, lo más frecuente es que el médico recomiende:
Tomar medicamentos como paracetamol o ibuprofeno para reducir el dolor y la inflamación.
Realizar ejercicios de estiramiento del talón y del pie.
Usar férulas nocturnas para usar mientras el paciente duerme con el fin de mantener el pie estirado.
Reposo durante al menos una semana.
Usar calzado adecuado, es decir, que tenga un buen soporte y amortiguación.
Además, para aliviar el dolor que produce la fascitis plantar a las medidas anteriores se pueden sumar otras como:
Aplicar hielo sobre el área del dolor al menos dos veces al día durante diez o quince minutos, con mayor frecuencia en los dos primeros días de la dolencia.
Utilizar una talonera ortopédica, almohadillas de fieltro en el área del talón o plantillas para zapatos.
Si por algún motivo estos tratamientos no fuesen efectivos, el médico podría recomendar como últimas alternativas:
Uso de una férula de yeso en bota por tres o seis semanas.
Uso de plantillas para zapatos hechas a medida, es decir, ortopédicas.
Inyecciones de esteroides o inyecciones en el talón.
Cirugía del pie.
Por lo general, los tratamientos no quirúrgicos son suficientes para mejorar el dolor aunque, no obstante, se precisa de varios meses o incluso años para que los síntomas mejoren y el paciente no sienta molestias.
Fuente: MedlinePlus.
Imágenes (por orden de aparición): smbuckley23/Flickr, permanently scatterbrained/Flickr, osseous/Flickr, Joe Shlabotnik/Flickr y shannonkringen/Flickr.