El embarazo es una etapa de desgaste para la madre, ya que tiene que crear una vida nueva con todo lo que esto supone. Por esa razón una alimentación equilibrada y suficiente se hace totalmente imprescindible para que la formación del bebé siga los cauces adecuados sin un deterioro de la salud de la madre.
Los tres primeros meses no es necesario hacer ningún cambio en cuanto a aporte calórico en la dieta de la madre. Es a partir del tercer mes de embarazo que los requerimientos nutricionales se ven aumentados, tanto en proteínas como vitaminas y minerales, la mejor forma de conseguir esos nutrientes, es a partir de una dieta equilibrada y variada. Es importante tener en cuenta que aunque el aporte calórico en la dieta a partir del tercer mes es mas cuantitativo que cualitativo, solamente subiremos un 10 % mas, hay que olvidarse de aquello de nuestras abuelas de que “hay que comer por dos”, nada mas lejos de la realidad, simplemente hay que alimentarse adecuadamente, siendo consciente de que estamos creando una vida nueva dentro de nosotros.
La alimentación de la mujer embarazada debe ser completa, suficiente y de calidad, sobre todo, asegurarse que a través de la alimentación estamos aportando la cantidad de hierro, calcio y ácido fólico necesario para una correcta formación de los huesos de nuestro bebé.
Otra parte importante durante el embarazo es la hidratación, es aconsejable beber agua de una forma regular, sin esperar a tener sed, ya que cuando tenemos sed, nuestro cuerpo ya sufre algo de deshidratación, evidentemente, beber agua, no zumos ni bebidas gaseosas y mucho menos bebidas alcohólicas.
A continuación vamos a dar unos consejos a tener en cuenta para que el embarazo no suponga para la mujer gestante más esfuerzo del que ya lleva intrínseco:
1. Control de la ingesta calórica, debemos evitar coger mas 400g de peso por semana.
2. A partir del 3 mes de embarazo aumentar el consumo de proteínas
3. Tomar tres o más raciones de pescado a la semana.
4. Controlar el consumo de sal, no más de 2 gr al día.
5. Reduzca el consumo de cafeína, no más de dos tazas al día.
6. No tomar alcohol, tabaco u otras drogas.
7. No coma carne cruda o poco hecha.
8. No tome leche sin pasteurizar ni alimentos sin las debidas condiciones higiénicas.
9. Hacer 5 tomas diarias, para facilita la digestión (desayuno, media mañana, comida, merienda y cena). No pique entre horas para evitar un aumento de peso excesivo.
10. Se aconseja cocinar los alimentos de forma que al hacerlo no aumenten las calorías que llevan; lo mejor son cocciones al agua, vapor, escalfado, al horno, papillote, a la plancha o a la brasa. Evite las frituras, rebozados, empanados, guisos y estofados.
11. Utilice condimentos suaves y aromáticos; evite los fuertes y picantes, ya que estimulan el apetito y crean hábito.
12. Modere el consumo de azúcar, miel, caramelos y productos que contengan azúcares artificiales (edulcorantes).
13. No olvidarse de pasear al aire libre una hora todos los días, si es posible con luz solar, nos ayudará a creación de vitamina D, tan importante para la asimilación del calcio para los huesos, tanto de la madre como del bebé.
En fin, sobre todo, recordaros que estar embarazada es un estado y no una enfermedad, una mujer embarazada puede llevar una vida normal y disfrutar de la venida de su hijo con naturalidad y felicidad.