Chile esta ubicado entre los 10 países con más obesidad del mundo, alcanzando más del 10% de la población y un 67% de personas adultas con problemas de sobrepeso. Más preocupante aun es el alto porcentaje de obesidad infantil, alcanzando un 25% al llegar a primero básico. Los hábitos deben cambiar desde pequeños, ya que, la probabilidad de que un niño obeso sea un adulto obeso es muy alta.
La obesidad y el sobrepeso es solo uno de los factores que forman parte del síndrome metabólico.
Este síndrome consiste en un conjunto de factores de riesgo cardiovascular, como acumulación de grasa abdominal, triglicéridos altos, colesterol HDL (bueno) bajo e hipertensión arterial. Al presentar tres de estos factores ya estamos hablando de síndrome metabólico.
Existen diversas causas como factores genéticos, bajo peso al nacer, obesidad, sedentarismo, consumo excesivo de azúcar y grasas saturadas entre otros.
El eje central de este síndrome es la resistencia a la insulina, que se conoce como la secreción excesiva de esta hormona conocido como hiperinsulinemia. Este exceso de insulina no es capaz de cumplir correctamente sus funciones biológicas. Esto disminuye la captación de glucosa (azúcar) en lo tejidos. No entregando la energía necesaria y acumulándose en el organismo trayendo consecuencias negativas.
Físicamente se manifiesta en problemas en la piel como acné, aumento vello corporal y áreas de piel más oscuras en las axilas o pliegues en general. Más del 80% de los obesos presentan resistencia a la insulina.
Esta disfunción esta directamente relacionada a factores de riesgo cardiovascular, como diabetes, colesterol alto, hipertensión entre otros. Es por esto que el primer paso es planear un plan de alimentación con alimentos que estimulen lo menos posible esta hormona, de bajo índice glicémico y alto en fibra, tales como cereales enteros e integrales (avena, quínoa, arroz integral amaranto, etc.), verduras, frutas, semillas y frutos secos. Esto junto a una buena actividad física, puede lograr regular los niveles de insulina y por ende comenzar a disminuir todos los factores de riesgo cardiovascular y disminuir la incidencia de síndrome metabólico.
Generalmente cuando los niveles de insulina son muy altos se prescribe un medicamento llamado Metformina, que ayuda a la sensibilizar la acción de esta hormona y que “funcione” mejor. Este tratamiento solo ayuda parcialmente, si no hay cambios en la alimentación y en la actividad física sera muy difícil revertir la insulinoresistencia.
Personalmente creo en una terapia natural donde podemos suplementar ciertos minerales como el Cromo (tripicolinato de cromo) que actúa directamente en la regulación de insulina permitiendo una mejor función de esta. Otro mineral que se ha observado que actúa sobre la insulina es el Zinc y por último también suplementar una buena cantidad de Magnesio. Todo esto siempre lo acompaño con un suplemento de omega 3, que se ha visto que es un potente atiinflamatorio, disminuyendo riesgo cardiovascular y por otro lado ayuda a una mejor función de esta hormona.
Debo destacar que todo esto debe ser bajo supervisión de una nutricionista o de un médico, ya que, la cantidad y tiempo del tratamiento deben estar bajo observación de un profesional.
En todas mis recetas esta indicado el índice glicémico que como les mencionaba es un factor muy importante en el tratamiento de la resistencia a la insulina, siempre consumir de bajo o muy bajo IG.
Para evitar presentar síndrome metabólico o resistencia a la insulina debes cambiar tus hábitos alimentarios, evitar todo lo que contenga azúcar refinada, grasas saturadas, grasas trans, mucho sodio, químicos, aditivos artificiales etc. Es decir tener un estilo de vida saludable, comer siempre lo más natural y casero posible, darse el tiempo de cocinar y hacer ejercicio, meditar, relajarse, bajar por un segundo las revoluciones. El tiempo que ocupes hoy en tu salud y en tu vida será la mejor inversión para tu futuro.
Espero que les haya quedado más claro estos conceptos y si padecen algunos de estos problemas comiencen a tomar conciencia de la cantidad de consecuencias negativas que traen y empiecen a cuidarse y si no padecen ninguno de los problemas mencionados de todas formas crear hábitos saludables y tener una alimentación más consciente para prevenirlo y sobre todo tener una mejor calidad de vida. La resistencia a la insulina no es crónica, podemos combatirla y revertir los resultados.
Que estén muy bien!
Noelle Litvak Cooper
Nutricionista
Centro de Medicina Holística Sanar
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