Un plan de dieta para aquellas que les falta disciplina

Cuando se trata de dieta, unas pocas cosas son más importantes que la disciplina. La disciplina es un arma poderosa en tu batalla por la pérdida de peso.

Pero ¿Qué pasa si te falta disciplina? ¿Cómo esperar tener éxito en tus planes de dieta si no puedes durar más de unos pocos días sin caer en la tentación?

La respuesta está no en forzar la disciplina en ti, sino en ejercitar tu disciplina e incrementar su fuerza con el tiempo.

El error que muchas personas cometen

Todas estamos atraídas con la noción de la perdida rápida de peso.

Por eso es que la industria de la dieta es tan enorme, a expensas de todos los que quieren un arreglo rápido.

La atracción de una perdida rápida de peso es doble:

Necesitamos ver rápidamente los beneficios de nuestros esfuerzos, no solo por la recompensa estética, sino también para proveernos con una mayor disciplina con el propósito de continuar.

Queremos que la dieta, la cual es invariablemente onerosa, que se acabe y terminarla lo más rápido posible.
Incluso cuando las personas tienen éxito usando tales planes de dieta, a menudo se regresan a sus viejos hábitos y colocan la pérdida de peso a un lado.

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Entonces el ciclo se repite y la industria de la dieta sigue creciendo.

¿Por qué sucede esto? Simple: las personas que hacen dietas se apoyan en su fuerza de voluntad para comprometerse en un curso de acción, pero una vez que la fuerza de voluntad está agotada, su disciplina no es lo suficientemente fuerte como para mantener el curso de acción original.

La diferencia entre fuerza de voluntad y disciplina

Las palabras fuerza de voluntad y disciplina son a menudo usadas indistintamente, pero para el propósito de la dieta, tienen significados distintos.

Fuerza de voluntad: la facultad en la cual una persona decide e inicia la acción.

Disciplina: entrenarse a uno mismo a hacer algo de una forma controlada y habitual.
La fuerza de voluntad es lo que hace que el motor arranque; la disciplina es lo que lo mantiene andando una vez que arranca.

Si en algún momento has empezado un régimen de alimentación saludable y te has salido del carril en cuestión de días o semanas, has experimentado una transición no exitosa desde la fuerza de voluntad a la disciplina.

Una falta de disciplina es a menudo la causa de fallar en la dieta.

Entonces, ¿Cómo puedes hacer para fortalecer tu disciplina?

Acerca de establecer metas imposibles

Si te dijera que tienes que correr una maratón de 3 horas o que tienes que levantar 300 libras mañana, ¿Cómo reaccionarías?

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Probablemente me dirías que es algo imposible. A pesar de eso, muchas de nosotras nos imponemos metas igualmente absurdas cuando se trata de dietas.

Hemos decidido cortar toda la comida rápida, refrescos, dulces y alimentos no saludables de una sola vez.

Los reemplazamos con carnes magras y frutas frescas y vegetales.

En un momento, nos imponemos una carga agotadora sobre nuestros hábitos alimenticios de la noche a la mañana.

¿Existe alguna duda sobre por qué fallamos? Es el equivalente de hacer la transición de hacer nada de ejercicio a correr diez millas por día en menos de una semana.

No hay nada malo en fallar al adoptar un régimen alimenticio completamente diferente de la noche a la mañana.

Estas siendo irrazonable contigo misma al esperar ese cambio tan rápido. Le estás pidiendo a tu disciplina que haga una cantidad imposible de fuerza.

Por supuesto, esas hazañas no tienen que ser imposibles. Si trabajas en fortalecer tu disciplina con el tiempo, eventualmente serás capaz de apegarte a la dieta que resulte en una pérdida de peso a largo plazo y en el manejo de tu peso.

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Dieta acumulativa

La clave para fortalecer tu disciplina es haciéndolo gradualmente.

En el primer día, si te permites a ti misma comer como gustes, no vas a requerir de disciplina.

En el segundo día, tal vez escojas reemplazar un bocadillo con algo más saludable o disminuir los tamaños de tus porciones al 10%, lo cual requerirá una cantidad mínima de disciplina.

La clave es mantener ese cambio pequeño hasta que tu disciplina sea lo suficientemente fuerte como para manejar una carga mayor.

Cuando te sientas lista para seguir adelante, haz otro cambio pequeño a tu dieta, y repite el proceso.

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Si avanzas demasiado pronto y te encuentras a ti misma luchando para mantener el cambio, no dejes que toda la dieta se desmorone.

En vez de eso, da un paso hacia atrás a tu zona de confort, e intenta hacer otro cambio cuando te sientas lista nuevamente.

La dieta no debería ser una carrera.

A menos que estés sufriendo de un problema de salud y necesites perder peso inmediatamente, tienes el resto de tu vida para ponerte en forma.

Si todas las cosas permanecen iguales, un déficit diario de solo 100-200 calorías resultará en 15 libras de pérdida de peso en el curso de un año.

La noción de que debes perder peso a una tasa de 3 libras por semana es absurda.

Si te enfocas en una dieta acumulativa – haciendo cambios positivos a tu dieta a una tasa en la que tu disciplina lo permita – no solo vas a alcanzar pronto tus objetivos de pérdida de peso, vas a mantener el peso alejado.

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