Fuente: Pixabay/kaboompics
La crema solar forma parte de nuestras vidas, sin importar la edad, ya que nos asegura una mayor protección y puede ayudarnos a prevenir enfermedades de piel. La salud de la piel es fundamental, y para protegerla tenemos la ayuda de las cremas solares. Sin embargo, hay quien no las utiliza aún, ya sea por desconocimiento o falta de interés. A continuación, queremos contarte todo sobre este tipo de lociones.
¿Qué es el factor de protección?
El FPS, factor de protección solar, es una de las cosas que tenemos en cuenta a la hora de comprar un protector solar. Indica cómo de bien nos protege frente a la radiación solar, es decir la defensa que ofrece a la piel antes de quemarse. Por lo tanto, si adquirimos una crema con un FPS 50 nuestra piel tardará 50 veces más en enrojecerse. También mide la acción contra los rayos UVB, pero hay otras radiaciones peligrosas. Lo ideal es elegir una crema que especifique en el envasado las siglas IR y UVA.
Sin embargo, aunque nos echemos crema seguimos con riesgo de desarrollar enfermedades como el cáncer de piel. Esto es debido a que la mayoría de las personas no se aplica protector solar correctamente. O bien no se aplican la protección cuando deberían.
¿Cómo debemos echarnos crema?
La forma más correcta de aplicar la crema solar es la siguiente:
• Sobre la piel seca y limpia.
• Debemos hacerlo 30 minutos antes de la exposición solar.
• Utilizar una crema que proteja de las diferentes radiaciones solares perjudiciales para nuestra piel, como son las UVB, IR y UVA.
• Debes tener en cuenta que la resistencia de la crema depende de los baños que tomemos, el sudor e incluso el roce con la ropa.
• Se recomienda renovar la crema de la piel cada 2 o 3 horas.
¿Nos bronceamos si utilizamos cremas solares?
Existe la creencia de que usando fotoprotector tu piel no se broncea, sin embargo, esto es incierto. No existe ninguna crema protectora que sea capaz de bloquear el 100 % de la radiación solar. Por lo tanto, incluso utilizando el fotoprotector de índice más alto, siempre habrá una parte de la radiación que llegue hasta nuestra piel, por lo que nos iremos bronceando progresivamente pero protegiendo adecuadamente nuestra piel del sol.
En definitiva, aunque nos guste estar bronceados y disfrutar del sol, también debemos prestar atención a nuestro bienestar y a nuestra salud, ya que es lo primordial. Por este motivo, siempre es recomendable el uso de un fotoprotector, que será determinante para evitar el desarrollo de enfermedades como el cáncer de piel.
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