Es que se apague la luz y la persona se acomode para dormir, para que de vueltas en la cama, empiece a pensar en los temas de su interés, ya sea los que le preocupan como los que los entusiasman, así también como en situaciones pasadas, insignificantes, e irrelevante.
El sujeto se levanta, camina, toma un vaso de leche tibia, lee, con la esperanza de dormirse cuando se acueste nuevamente, A esto se suma, en el caso de que su actividad requiera que tenga que madrugar, que comience a mirar el reloj, pensando en las horas que le quedan para descansar, y que aún está en estado de vigila, esta situación en particular, es totalmente nociva, y contraproducente, porque empieza a generar una ansiedad, y un nerviosismo que va en aumento por la intranquilidad que le genera pensar que al otro día por su falta de descanso, probablemente no rinda lo que debe hacerlo, en su trabajo, y en todas las diligencias y responsabilidades con las que tiene que cumplir, por los compromisos asumidos
Este es uno de los momentos de mayor sufrimiento, y desesperación, para quien sufre insomnio, porque se apodera de él una desesperación, y un estado de irritación que más lo altera, emociones todas, que obviamente lejos de lograr que se duerman, lo mantendrán más despiertos, y probablemente muy malhumorados.
Distintas substancias de consumo habitual, pueden “despertar”, el insomnio: el café, el cigarrillo y el alcohol, además de drogas estimulantes. También, hasta los mismos hábitos de la vida cotidiana pueden interferir en el sueño normal y generar insomnio, tales como el estrés, un entorno muy ruidoso, cambios de horarios, etc. Esto produce una irritabilidad generalizada, síntoma nervioso frecuente relacionado con la neurosis de angustia, como nos enseña Sigmund Freud, quien también expresa que ciertos neuróticos, particularmente insomnes, confiesan que su insomnio fue inicialmente deliberado porque no se atreven a dormir porque sienten temor de sus sueños, vale decir, sentían temor de las consecuencias de esa disminución de la censura. Mas, no por eso el retraimiento de la censura significa un descuido grave porque como el estado del dormir paraliza la motilidad, por más que nuestros propósitos maliciosos empiecen a removerse, no son capaces de hacer otra cosa más que un sueño, inocuo en la práctica. A este tranquilizador estado de cosas alude la muy razonable observación de que el sueño es el guardián del dormir ( Freud como Jacques Lacan, enfatizan esa función.)
El sueño interpreta el deseo del soñante que, para evitar la censura, aparece disfrazado, resultado del trabajo de elaboración onírica.
Pero volviendo al insomnio en sí, una de las causas principales de este trastorno, es el hecho de que el durmiente cuando se acuesta, no puede retirar su libido, de los objetos, personas, o situaciones que le interesan, es decir, no pueden retirar su energía psíquica, su atención e interés de lo ya mencionado, es así que la libido queda ligada a los objetos, no va al yo de la persona, para que esta se relaje y se duerma y provoca así, una cadena de pensamiento, que lo alejan de un sueño profundo y reparador, por eso se recomienda que el durmiente cuando se dispone a dormir, solo piense en su respiración, eso lo relaja y se duerme, o que pienses en cosas que no le generan ningún tipo de ansiedad, paisajes, cuentos, y que cada cosa que venga a su cabeza y lo distraiga de dichas actividades, vuelva a pensar en algo que no lo movilice ni le genere interés alguno, para asi, relajarse y dormirse…Felices sueños…
Dra. Lorna Zitarosa