La inseguridad es un sentimiento, que todos hemos experimentado alguna vez, cuando nos vimos enfrentados a discursos, situaciones, idiomas, o temas de los cuales no teníamos conocimiento alguno. Y esto es así, un médico, frente a las opiniones de un abogado, o de un carpintero, a no ser que por casualidad sepa de éstos temas, jamás le objetará ni le discutirá nada, porque sabe que no está formado en dichas áreas, lo consultará y tomará sus opiniones casi sin cuestionarle, pero en este intercambio discursivo.
El médico si es una persona segura de sí misma, no sentirá ningún malestar, ni incomodidad, frente a otro que es poseedor de cierto conocimiento, porque con el que tiene en su vida en su profesión quizás le baste; pero sí en cambio, siguiendo con el ejemplo del médico, se pone a discutirle a su abogado de leyes, sin ser abogado, ni estar formado en lo que a la leyes respecta, o le discute al carpintero, siendo que no sabe reconocer entre el pino y el algarrobo, nos encontramos con un problema, que aparentemente puede parecer anodino, pero que no lo es.
La persona muy insegura, ya de índole patológico, como contracara, tiene “un complejo de superioridad”como resultado de su inseguridad, le hace suponer que dispone de todos los saberes en todas las disciplinas, aunque jamás haya estudiado del tema, y solo cuente con el conocimiento vulgar que le dio, la experiencia, comentarios de terceros, o cosas que escuchó por ahí, y que jamás cotejó con la realidad para saber si son ciertas. Estas personas son esas que solemos encontrar por la vida que nos dan cátedra de todo, de arte, de cocina, de música, de arquitectura, de ingeniería, etc. Mientras que sólo se formaron en un solo tema, aun siendo profesionales.
Pero lo cierto es que ninguna persona puede saber absolutamente todo en la vida, ni viviendo 100 años podríamos acceder a la diversidad de saberes que da la ciencia o el oficio, pero en estos sujetos, sucede, QUE NO SOPORTAN QUE SE NOTE QUE NO SABEN SOBRE UN TEMA DETERMINADO, discuten sin fundamentos, aún a los que si conocen de un tema porque inclusive se han formado exclusivamente en él. Lo cierto, es que terminan tornándose seres difíciles de soportar dado que en su afán de demostrar que saben todo, irritan a su interlocutor, o en una conversación, a quienes intentan dialogar, porque terminan haciendo aseveraciones y comentarios, de lo que no saben y se quedan tan a gusto.
Si vamos al plano del psicoanálisis, muestra claramente a una persona que es sumamente insegura, y pone como escudo para que no se le note, esa actitud de hombre sabio, en todos los aspectos y ciencias de la vida.
Disfraza, su inseguridad, su “complejo de inferioridad”, con uno de “superioridad”, se pone esa máscara y así sale al mundo a tratar de demostrar que todo lo sabe y que todo lo puede, cosa que no es posible en ningún sujeto por más culto que sea,
Quienes no tienen este problema, saben perfectamente, que no hay porque conocer y entender de todos los temas en la vida, y en caso de necesitar algo, sin ningún tipo de complejo recurren a los profesionales que necesitan según su situación, pero lo hacen desde el lugar del no saber, desde la postura de desconocimiento, que los lleva ante una persona para que los asesore sobre algo.
La inseguridad puede superarse, y las personas pueden entrenarse para ser felices y hacer feliz a su entorno.
(Continúa en la próxima nota)
Dra. Lorna Zitarosa