Síntomas o Problemas…A priori parecen dos conceptos que nos suenan y conocemos bien, pero hay un gran trasfondo detrás de ellos, y es lo que vamos a ver en este artículo.
Te voy a dar una serie de trucos y consejos para que mejores tu calidad de vida y estés más sano, enfocándote en la raíz de los problemas, y no tanto en los síntomas.
Introducción
Como ya sabrás si me conoces un poco y has visto el vídeo sobre mi historia, mi alimentación hace unos años era desastrosa.
Estos malos hábitos nutricionales me causaban problemas y enfermedades, pero yo siempre me enfocaba en los sintomas, que por desgracia es lo que hace la mayoría de personas…
Pero ¿por que?
A veces por desconocimiento y otras por comodidad (o ambas juntas!)
Síntomas vs Problemas
Es muy común confundir estas dos palabras. ¿Te suena causa y efecto? Pues sustituye esas palabras por problema y síntoma, y entenderás mejor lo que significan.
Los síntomas son importantes, ya que normalmente son la puerta que se abre para avisarnos de que algo anda mal, y por tanto tenemos que entrar para descubrir qué hay detrás.
El problema no se deja ver con facilidad, pero siempre está ahí, tras la puerta. Debes aprender a encontrarlo, si no quieres ser un esclavo de la enfermedad y un eterno buscador de salud.
La mayoría de la gente (y muchas veces la medicina moderna) acaba dándole toda la importancia a los síntomas en vez de ir a buscar los problemas. Error…
Vivimos en una sociedad en la que no queremos sentir molestias, pero tampoco ”sacrificar” ciertos hábitos que nos hacen tener esas molestias.
¿Cómo te lo comes?
La cruda realidad
Los síntomas son lo rápido y fácil de abordar, por lo que es lo más cómodo de ”atacar”. Sin embargo, curar un síntoma no implica haber vencido, y curar un problema si.
¿Por que lo hacemos al revés entonces?
Vamos al medico y demandamos pastillas para el dolor de cabeza, para dormir mejor, para el dolor de rodilla, para la depresión…
No nos damos cuenta de que todo eso son síntomas, y no los problemas en si mismos.
Acabamos tomando cantidad de medicinas y lo único que conseguimos la mayoría de veces es eliminar los síntomas o efectos. La causa del problema sigue ahí, mirándote, con cara de:
Y estarás conmigo que a veces es peor el remedio que la enfermedad…
Ojo no digo que la medicina sea mala ni mucho menos. Pero siempre y cuando se use con coherencia. Soy de los que piensa, que el mejor médico es el que menos medicinas prescribe.
Estamos viviendo en un círculo vicioso de enfermedad y enmascaramiento de síntomas. Por lo que es imposible disfrutar al 100% de la vida
Somos unos obsesionados de cerrar la puerta que nos avisa de que algo va mal, y nos invita a descubrir. La cerramos sin reflexionar ni preguntar.
Soluciones prácticas para luchar contra los problemas
Te voy a dar a continuación una serie de trucos y herramientas, para que mejores sustancialmente tu calidad de vida, y no te preocupes tanto por tener que combatir los síntomas, ya que habrás aprendido a analizar y evaluar tu situación:
Verás como empiezas a mejorar bastante tu salud:
1. Analiza
Ante cualquier molestia o problema, tanto físico como psicológico, anota en un papel que estás sintiendo (ese será el síntoma) y al lado, escribe las posibles causas o problemas reales que pueden estar generando esos síntomas.
Por ejemplo, si te sientes deprimido, el problema puede ser que hayas dejado de hacer ejercicio por alguna lesión, que te hayan despedido del trabajo, que hayas terminado con tu pareja… Analiza eso, y no combatas el síntoma, trata el problema. Si, todo tiene solución. Empieza a darle curro a tu mente.
2. Cuidado con los medicamentos
No te obsesiones con los medicamentos y tómalos solo si es 100% necesario. Intenta solucionar tus problemas de la forma más natural posible.
Por ejemplo, si tu síntoma es que no duermes bien por las noches, puede ser que hagas siestas demasiado largas, que lleves un estilo de vida muy sedentario, que estés hasta muy tarde con estímulos visuales, que tengas altos niveles de estrés o ansiedad… Analizalo, no vayas a lo fácil que sería tomar pastillas para dormir.
3. Foco en el problema
Si vas al médico en busca de que den con tu problema, asegúrate que no se centran en el síntoma. Recuerda que el síntoma no es el problema. Si quieren mandarte medicinas para curar ese síntoma, ten en cuenta que toda medicina tiene efectos secundarios, y puede acabar siendo peor el remedio que la enfermedad. Intenta buscar primero tratamientos alternativos, lo más naturales posibles.
Por ejemplo, antes de tomar un ibuprofeno, prueba con algún principio activo que sea antiinflamatorio, como la curcumina, o ponte una gasa fría en la frente…
Si tienes que tomar antibioticos porque no hay más remedio, ok, pero ten en cuenta que dejarán a tu microbioma K.O. Intenta tomar de forma paralela algún probiotico como kefir, yogur natural, kombucha, chucrut etc.
4. El poder de tu mente
Por ultimo, no subestimes el poder de tu mente. Lo creas o no, tus pensamientos pueden hacerte enfermar y/o ayudarte a curar. La mente es la base de todo, y si esta no está bien, tu cuerpo físico tampoco. Sonríe y afronta los problemas con actitud positiva y optimismo. Te aseguro que todo te será mucho más fácil.
Y hasta aquí el artículo! Espero que hayas entendido bien la diferencia entre síntoma y problema, y que a partir de ahora te centres en la raiz de tus problemas, y no le des tanta importancia a curar los sintomas. Nos vemos muy pronto, un abrazoooo
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