Rehabilitación de lesiones en deportistas y atletas.
La rehabilitación de lesiones en deportistas y atletas consiste en devolver la forma correcta (anatomía) junto con el funcionamiento correcto (fisiología).El origen de la palabra rehabilitación viene del latín “re” que significa “de nuevo”, y de “habitare”, que significa arreglar.
Se trata de un proceso diseñado para minimizar el impacto causado por lesiones agudas y/o enfermedades crónicas, así como para acelerar la recuperación y aumentar la capacidad funcional, la condición física y el rendimiento.
Las lesiones musculo esqueléticas son inevitables cuando se practica deportes de contacto. Las lesiones en el futbol son las más graves, seguido de cerca por la gimnasia y el hockey sobre hielo.
La lesión tisular provocada realizando deporte puede clasificarse como macrotraumática o microtraumática:
Macrotraumáticas: Las lesiones de este tipo son provocadas por un traumatismo fuerte, como: una caída, accidente, colisión Son más comunes en los deportes de contacto como el fútbol o el rugby.Estas lesiones pueden ser primarias, causando defecto directamente al tejido tisular, o secundarias, provocadas por la transmisión de fuerza o por la liberación de mediadores inflamatorios y otras citocinesis.
Microtraumáticas: Lesiones crónicas provocadas por el sobreuso de un músculo. Articulación, ligamento o tendón. Este tipo de lesiones son más comunes en deportes como la natación, el ciclismo y el remo.La rehabilitación debe empezar lo más pronto posible, formando un continuum con otras intervenciones terapéuticas. También puede comenzar inmediatamente antes o después de una intervención quirúrgica, si la lesión lo requiere.
Plan de rehabilitación.
La rehabilitación de lesiones en deportistas y atletas tiene que hacerse teniendo en cuenta que el paciente (atleta) tiene que volver al mismo ambiente en el que se produjo la lesión. Por la tanto, la capacidad funcional debe ser la misma, o incluso mejor, que antes de la lesión.El principal objetivo de la rehabilitación es limitar el alcance de la lesión, reducir o revertir el deterioro y la pérdida funcional y prevenir, corregir o eliminar la discapacidad.
Enfoque multidisciplinario.
El proceso de rehabilitación de un atleta se lleva a cabo con la ayuda de un equipo de profesionales encabezado por un médico que actúa como coordinador del proceso.El equipo incluye, entre otros, médicos deportivos, osteópatas, fisiatras (profesionales de la medicina de rehabilitación), ortopedistas, fisioterapeutas, trabajadores de rehabilitación, educadores físicos, entrenadores, entrenadores deportivos, psicólogos y nutricionistas.
El equipo de rehabilitación trabaja en estrecha colaboración con el atleta y el entrenador para establecer los objetivos de la rehabilitación, discutir el progreso y establecer el plazo para el regreso de los atletas.
La comunicación es muy importante. La falta de comunicación entre los médicos, fisioterapeutas, y entrenadores pueden demorar o impedir que los atletas vuelvan a su capacidad máxima y aumenten el riesgo de nuevas lesiones o de una recaída que resulte en una lesión peor.
Pautas.
Las pautas y pasos en el proceso de rehabilitación de lesiones son muy importantes:Evitar que empeore: Es importante no agravar la lesión durante el proceso de rehabilitación. El ejercicio terapéutico si se administra incorrectamente puede empeorar la lesión.
Sincronización: El ejercicio terapéutico debe comenzar tan pronto como sea posible, siempre que no exista riesgo de agravar la lesión. En algunos casos el descanso puede ser necesario, sin embargo, demasiado descanso puede ser perjudicial para la recuperación.
Compromiso: Sin un paciente comprometido el programa de rehabilitación no tendrá éxito. Para garantizar el cumplimiento, es importante informar al paciente sobre las pautas del programa de rehabilitación.
Individualización: Cada persona responde de manera diferente a una lesión y a la rehabilitación. A pesar de que una lesión pueda parecer similar a otra, hay diferencias no detectables que pueden cambiar la respuesta de un individuo. Las diferencias fisiológicas y químicas individuales afectan profundamente a las respuestas específicas de un paciente a una lesión.
Secuenciación específica: Un programa de ejercicio terapéutico debe seguir una secuencia específica de eventos. Esta secuencia específica se determina según la respuesta de curación fisiológica del cuerpo.
Intensidad: El nivel de intensidad del programa de ejercicio terapéutico debe hacer que el músculo o zona afectada se esfuerce, pero al mismo tiempo no puede agravar la lesión. Saber cuándo aumentar la intensidad sin sobrecargarla requiere la observación de la respuesta del paciente y la consideración del proceso de curación.
Paciente: Se debe considerar las demás partes del cuerpo en el proceso de rehabilitación de lesiones. Es importante que las áreas no afectadas del cuerpo permanezcan bien sintonizadas. Esto significa mantener el sistema cardiovascular en un nivel previo a la lesión y mantener el rango de movimiento, fuerza, coordinación y resistencia muscular de las extremidades y articulaciones no lesionadas.Todo el cuerpo debe ser el foco del programa de rehabilitación, no solo el área lesionada. Proporcionar al paciente un programa para mantener las áreas no afectadas en condiciones óptimas, ayudará a preparar mejor al paciente física y psicológicamente para cuando se recupere totalmente.
Componentes generales a cualquier tipo de rehabilitación:
En toda rehabilitación existe una serie de componentes que son generales:Tratar con el dolor:
Los medicamentos son una parte importante del proceso de rehabilitación, tanto por su alivio del dolor como por sus propiedades curativas. Se recomienda que se usen con prudencia, teniendo en cuenta los riesgos y los efectos secundarios, así como los beneficios potenciales, que incluyen el alivio del dolor y el retorno temprano al deporte.
Las modalidades terapéuticas desempeñan un papel pequeño, pero importante, en la rehabilitación de las lesiones deportivas. Pueden ayudar a disminuir el dolor y el edema para permitir que se lleve a cabo un programa de rehabilitación basado en ejercicios.
Al comprender la base fisiológica de estas modalidades, se puede hacer una elección de tratamiento segura y apropiada, pero su efectividad dependerá en última instancia de la respuesta individualizada y subjetiva del paciente al tratamiento.
Flexibilidad y la amplitud de movimiento (ROM):
La lesión o la cirugía pueden provocar una disminución de la ROM articular, principalmente debido a la fibrosis y la contracción de la herida.
También es común que la flexibilidad posterior a la lesión disminuya como resultado del espasmo muscular, la inflamación, la hinchazón y el dolor.
Además de afectar al área lesionada, esto también afecta a las articulaciones por encima y por debajo del problema creado en el movimiento del afectado.
Entrenar la flexibilidad es un componente importante de la rehabilitación de lesiones deportivas para minimizar la disminución de ROM.
Fuerza y resistencia:
Durante la rehabilitación es importante tratar de mantener la resistencia cardiovascular. Actividades como el ciclismo regular, el ciclismo con una pierna o el ciclismo de brazos, un programa de ejercicios en una piscina con un chaleco húmedo o programas de ejercicios musculares mayores con relativa alta intensidad y períodos de descanso cortos (entrenamiento con pesas en circuito) son de gran importancia.
Propiocepción y coordinación:
La propiocepción se puede definir como «un tipo especial de sensibilidad que informa sobre las sensaciones de los órganos profundos y la relación entre los músculos y las articulaciones». La pérdida de propiocepción ocurre con lesiones en los ligamentos, tendones o articulaciones, y también con la inmovilización.
La reeducación propioceptiva debe hacer que los receptores musculares funcionen para proporcionar una respuesta motora rápida.
La restauración de la propiocepción es una parte importante de la rehabilitación. El tratamiento debe adaptarse a cada individuo, teniendo en cuenta el tipo de lesión y el estrés al que estará expuesto el atleta cuando vuelva a los entrenamientos.
La coordinación se puede definir como «la capacidad de realizar movimientos de manera suave, precisa y controlada». Las técnicas de rehabilitación se centran cada vez más a la reeducación neuromuscular.
Mejorar la coordinación depende de repetir las posiciones y movimientos asociados con diferentes deportes y entrenamiento correcto. Tiene que comenzar con actividades simples, ejecutadas lenta y perfectamente, aumentando gradualmente la velocidad y la complejidad.
El técnico debe asegurarse de que el atleta realice estos movimientos de manera inconsciente, hasta que finalmente se vuelvan automáticos
Terapia funcional:
Todos los programas de rehabilitación deben tener en cuenta y reproducir las actividades y movimientos requeridos cuando el atleta regresa al campo después de la lesión. El objetivo de la terapia funcional es el regreso del atleta en un estado de forma óptimo.
Uso de dispositivos ortopédicos:
Se utilizan para apoyar la función musculo esquelética y la corrección de desequilibrios musculares e inflexibilidad en áreas no lesionadas. La aplicación ortopédica adecuada evita movimientos no deseados.
Una receta ortopédica completa debe incluir el diagnóstico del paciente, considerar el tipo de calzado que se utilizará, incluir las articulaciones que abarca y especificar la alineación biomecánica deseada, así como los materiales para la fabricación.
La comunicación con el ortopedista, que fabricará o ajustará el aparato, es de suma importancia para obtener un buen resultado.
Trato psicológico:
La respuesta emocional más inmediata es el shock. Su grado puede variar de menor a significativo, dependiendo de la gravedad de la lesión.
La negación en sí misma es una respuesta que permite a una persona manejar respuestas emocionales. Muchas personas ayudan a los atletas a través del proceso de recuperación y pueden fomentar la preparación psicológica.
Pero también pueden identificar a aquellos que están físicamente recuperados pero que requieren más tiempo o intervención para estar completamente preparados para regresar a la competencia.
Por lo tanto, la rehabilitación y la recuperación no son puramente físicas sino también psicológicas.
La fortaleza mental a menudo se considera como parte de la personalidad de un individuo que no se puede enseñar. Muchos médicos sienten que los atletas lesionados tienen o no la fuerza psicológica para progresar a través de la rehabilitación. Sin embargo, esta fortaleza mental se pueden aprender, o al menos fomentar.
Por ello es importante establecer una serie de objetivos adecuados. El establecimiento de metas debe ser medible y expresado en términos de comportamiento.
La investigación indica que los objetivos deben ser desafiantes y difíciles, pero alcanzables. Es importante que los médicos ayuden a los pacientes a enfocarse en objetivos a corto plazo como medio para alcanzar objetivos a largo plazo.
Es importante también que los médicos ayuden a los pacientes a establecer objetivos relacionados con el proceso de rendimiento en lugar de los resultados, como volver a jugar.
Fases de la rehabilitación.
Fase inicial:Esta fase dura aproximadamente 4-6 días. La primera respuesta es la inflamación de la zona afectada, para defender al cuerpo contra sustancias dañinas, eliminar el tejido muerto y renovarlo.
En esta fase se trata de limitar el daño tisular, aliviar el dolor, controlar la respuesta inflamatoria y la proteger la zona afectada. Los eventos patológicos que se producen inmediatamente después de la lesión pueden provocar alteraciones, como atrofia muscular y debilidad o disminución de movimiento en la articulación.
Estas deficiencias pueden provocar pérdidas funcionales, por ejemplo, la incapacidad de saltar o levantar un objeto.
Normalmente, un fisioterapeuta se encarga de dirigir esta parte de la rehabilitación, aunque también puede encargarse un médico.
Control del dolor y la hinchazón.El primer tratamiento se conoce como RICE, que responde a las siglas en ingles por reposo, hielo, comprensión y elevación. Este método se puede usar inmediatamente después de sufrir la lesión o de 24 a 48 horas después.
Las distintas técnicas terapéuticas se utilizan para favorecer la curación de la misma, pues se limita el proceso inflamatorio y se rompe el ciclo de dolor-espasmo.
El uso de cualquier técnica depende de la prescripción del médico supervisor, así como del lugar de la lesión, y del tipo y gravedad de esta. En algunos casos, una determinada técnica puede ser adecuada o contraproducente para la misma situación.
Por ejemplo, la termoterapia (terapia de calor) puede estar contraindicada para la tendinitis durante la fase inicial del programa de ejercicios. Sin embargo, una vez controlada la inflamación aguda, puede ser bastante producente.
Es necesario prestar atención al individuo para garantizar los avances de cualquier método que se esté utilizando, y de no ser así para cambiarlo.
A pesar de que volver a la normalidad lo más pronto posible es muy crucial, el descanso es necesario para proteger el tejido dañado de una nueva lesión. Por lo tanto, no se recomienda hacer ejercicio que incluya el área dañada durante esta fase, aunque hay algunas excepciones, como los protocolos de tendinopatía utilizados para rehabilitar las lesiones del tendón de Aquiles y la rótula.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que volver a la rutina también depende del estado del resto de tejidos.
Durante el periodo que dure la rehabilitación, es importante mantener la resistencia de los músculos y tejidos del resto del cuerpo.
El deportista debe comprender los motivos para seguir un régimen de tratamiento o programa de ejercicios en particular. Debe buscarse el asesoramiento de un profesional médico antes de embarcarse en cualquier régimen, ya que se puede hacer más daño que beneficio si se realiza incorrectamente.
Fase intermedia de la rehabilitación.
Esta fase dura de 5 a 8-10 semanas. Después de la fase inflamatoria, el cuerpo comienza a reparar el tejido dañado con un tejido similar. La reparación del tejido puede alargarse hasta ocho semanas, o incluso tardar más si la lesión no se trata adecuadamente.
Movimiento de la articulación y acondicionamiento muscular.Los objetivos de esta fase incluyen la limitación del deterioro y la recuperación de las pérdidas funcionales. Se utilizan varias modalidades físicas para mejorar la curación de los tejidos.
El ejercicio para recuperar la flexibilidad, la fuerza, la resistencia, el equilibrio y la coordinación se convierten en el componente central de la intervención. Con una intervención temprana,estas deficiencias y pérdidas funcionales se minimizan, pudiendo acelerar el proceso en esta fase.
Asimismo, el mantenimiento de la función muscular y cardiorrespiratoria sigue siendo esencial para las áreas no lesionadas del cuerpo.
Los posibles ejercicios durante esta fase incluyen: fortalecimiento de las áreas no afectadas, ejercicio aeróbico y anaeróbico y mejora del control neurológico sobre la lesión junto a cierto fortalecimiento, de forma muy cautelosa para evitar cualquier posible retroceso.
Fase final de la rehabilitación.
Esta fase comienza alrededor de los 21 días y puede continuar entre 6 a 12 meses. El resultado de la fase anterior es el reemplazo del tejido dañado con fibras de colágeno. Una vez que se depositan esas fibras, el cuerpo puede comenzar a remodelar y fortalecer el nuevo tejido, lo que permite al atleta volver gradualmente a la normalidad.
Esta fase de rehabilitación de lesiones en deportistas y atletas inicia el proceso de acondicionamiento necesario para volver al entrenamiento deportivo y la competición.
Comprender las exigencias del deporte en particular se vuelve esencial, así como la comunicación con el entrenador. Esta fase también representa una oportunidad para identificar y corregir los factores de riesgo, lo que reduce la posibilidad de una nueva lesión.
Entrenamiento funcional:La combinación de técnicas funcionales basadas en datos clínicos y deportivos proporcionará un protocolo de rehabilitación individualizado y específico del para el atleta. Los ejercicios de rehabilitación y reacondicionamiento deben ser funcionales para facilitar el regreso a la competición.
Ejemplos de entrenamiento funcional incluyen: fortalecimiento del ángulo articular, actividad muscular específica para entrenar la velocidad, ejercicios de cadena cinética cerrada y ejercicios diseñados para mejorar aún más el control neuromuscular.
Es muy importante que la rehabilitación y el entrenamiento se ajusten para preparar al tejido lesionado para las exigencias del juego.
Con el aumento de la intensidad, los signos de dolor o debilidad recurrentes deben desencadenar una desaceleración o una reversión a un nivel de actividad tolerable. Durante esta fase el jugador ya habrá vuelto a la rutina deportiva y habrá cesado la fisioterapia o la rehabilitación individual mientras este proceso continúa.
La actividad deportiva sin restricciones no está permitida hasta que se hayan completado todos estos pasos y se haya tolerado la actividad específica de los deportes de esfuerzo total sin síntomas.
Vuelta a la rutina deportiva.
En algún punto de la rehabilitación, los deportistas reanudan las actividades específicas del deporte para regresar al juego. Esta transición es importante por varias razones.Primero, aunque el atleta se haya recuperado en términos médicos (es decir, mejoras en la flexibilidad, rango de movimiento, fuerza funcional, dolor, control neuromuscular, inflamación), la preparación para la competencia requiere el restablecimiento de la fuerza, la potencia, la velocidad, la agilidad y la resistencia a los niveles que exige el deporte en concreto.
El regreso al juego se define como el proceso de decisión en el que un atleta lesionado o enfermo puede regresar a la competición. Este regreso debe ser gradual.
La rehabilitación de lesiones funcional específica del deporte debe centrarse en la restauración de la capacidad del atleta lesionado para que su fisiología y biomecánica sean capaz de aguantar las demandas específicas del deporte.
Una vez que un atleta ha sido autorizado para volver a jugar, hay algunos pasos fundamentales que debe seguir:
El atleta tiene que cumplir con los requisitos físicos del equipo.
El jugador debe superar una serie de ejercicios enfocados a la agilidad y que tendrá que realizar en el juego.
Una vez superados puede volver a entrenar con el equipo.
El tiempo de competición real debe ser gradual.
Período de observación.
Controlar los progresos del atleta es esencial para detectar cualquier empeoramiento de salud, que pueda provocar un bajo rendimiento. Las medidas objetivas (rendimiento, fisiológicas, bioquímicas) y subjetivas (alteración del estado de ánimo, estrés percibido y recuperación y síntomas de estrés) son opciones para vigilar la calidad física del atleta.Una vigilancia apropiada ayuda a determinar si un atleta se está adaptando a un programa de entrenamiento y minimiza el riesgo de sufrir sobrecargas, enfermedades y / o lesiones.
Existen una serie de herramientas muy útiles que facilitan la observación sobre el condicionamiento físico del atleta. Los aparatos que nos permiten medir la potencia, analizar los movimientos y el tiempo en el que se realizan, el análisis de la frecuencia cardíaca
Toda esta información junto a un equipo de profesionales comprometidos facilita muchísimo que la rehabilitación de las lesiones deportivas sea exitosa y el jugador pueda volver al juego para dar el máximo nivel.