¿ Alguna vez te pusiste a pensar a cerca de cuál es el sentido verdadero de la vida? ¿A qué hemos venido a este mundo llamado planeta Tierra, Gaia, Urantia, Matrix o como te guste decirle?
Somos Espíritu experimentando la materia, es decir, lo más sutil, ilimitado y puro que existe aprendiendo a desenvolverse entre lo más denso, limitado y rústico de la gran sopa cuántica.
De todas las probabilidades ondulatorias infinitas del campo unificado, elegimos ser UNA sola experiencia a la vez (inevitable en la esfera del espacio-tiempo). En esta dimensión o densidad (la tercera o 3D) sólo podemos materializar una experiencia a la vez de todas las infinitas experiencias posibles. Aunque muchos científicos afirman que en otros multiversos (múltiples universos) estamos experimentando todas las posibles experiencias que no escogimos en este.
Loco, ¿verdad? Bueno... siempre oí hablar de que "todo es posible"... sí, en la Dimensión desconocida (vieja y estupenda serie de ccia. ficción). Resulta que según la teoría de los multiversos, estaríamos viviendo y siendo todo a la vez, ahora, right now. Por ejemplo: ahora eres abogado/a y estás casado/a y no tienes hijos. Porque eso es lo que elegiste a lo largo de una serie interminable de cadena de sucesos en tu vida. En otro universo, serías arquitecto/a, en otro albañil, en otro pirata, en otro geólogo/a, en otro un ratón... y eso del estado civil te lo dejo a tu criterio.
Cada pensamiento, deseo o posibilidad que se crea en nuestra pantalla mental genera un potencial, una energía de probabilidad de futurible en tu vida. Si no lo llevas a cabo en esta vida y universo, parece ser que lo realizas en otro universo. Bueno, es complicado y por ahora es sólo teoría, ¿verdad? pero, ¿no está divertido pensar que podríamos ser lo que quisiéramos más allá de nuestra genética, medio ambiente en el cual nos criamos, circunstancias de vida, etc.?
Según el Dr. Bruce H. Lipton, quien dedicó y dedica su vida a la Biología celular y a explicar la epigenética, somos capaces de crear o mejor dicho, recrear nuestra realidad a cada instante. Cierto es que si tienes ojos celestes y quisieras tenerlos de color café sería más difícil... pero parece que se puede. Al margen de las características físicas, se refiere a que podemos reconstruir nuestra realidad material a base de modificar nuestras creencias, las cuales sí que nos fueron heredadas a fuerza de generaciones antepasadas con la ayuda de un sistema de creencias "consensuadas" para que nuestros cerebros funcionen "a coro" o como "mente colmena" y nos podamos referir a las mismas cosas por el mismo nombre. Que todos podamos ver un perro y decir, "eso es un perro" y no tooooooooodas las otras posibilidades que el conjunto de átomos que componen el "concepto perro" de pronto se conviertan como por arte de magia en una mesa. Ya que lo que define al objeto observado es el observador, su conjunto de sentidos físicos y las señales emitidas a su cerebro, los cuales traducen esa imagen que percibe como un perro y no otra cosa que se le ocurriera querer ver en ese momento.
No los embrollo más. Les recomiendo lean La biología de la creencia, del citado Dr. Lipton o los muchos de sus videos en internet. Para los adictos a la física cuántica es oro en polvo, ya que traduce a un lenguaje ameno, divertido y muy accesible un tema de máxima actualidad como lo es el tratamiento de lo invisible en nuestras vidas y de lo que se puede hacer con él.
Pandemia y cuarentenas aparte, hartazgo de tanto encierro, ocio creativo para algunos, desesperación por falta de trabajo para otros (lamentablemente mucha gente está sufriendo todo tipo de vicisitudes), no dejemos de recordar que somos energía de la más alta estirpe en movimiento, pululando como materia. Somos conciencia creadora de realidades. Lo material es relativo, perecedero y un medio solamente. Lo fundamental es que recordemos a cada instante quiénes somos realmente: una chispa del infinito océano que es el Universo, hologramas de la Fuente, que vinimos a traer el Cielo a la Tierra para jugar el juego del Todo, que quiso saber cómo era ser limitado, finito, átomo, una experiencia a la vez, un grano de arena en la infinitud de las posibilidades.
Recuerda: no eres tu cuerpo, tampoco eres tu mente. No eres tu ocupación ni tu casa ni tu auto ni tu familia ni amigos. Sí eres como un embudo cósmico de posibilidades, un láser bien definido y agudo lleno de capacidades inimaginables. Será cuestión de dejar de actuar como de costumbre, recalibrar tu cableado cerebral con nuevas propuestas, sin miedo de equivocarte ya que te vas a equivocar, no lo dudes. Pero ahí radica la lección en toda experiencia: te caes, te vuelves a levantar. Si no fuera así, aún andaríamos en pañales y gateando.
Y algo más: por favor, detrás de tu mascarilla o barbijo (sea lisa, estampada o cubierta de diamantes) que muy prudentemente usas en tu día a día, sonríe, ríe a carcajadas, aunque nadie pueda ver tus labios, pero se verá reflejado en tu mirada y eso hará tu día y el de los demás algo para recordar.
Mariel Alabarcez
Terapeuta Zen Shiatsu
Ilustraciones extraídas de internet del genial y memorable M. C. Escher.
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Mariel Alabarcez
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