El estrés muscular aparece cuando la carga o la tensión que recibe un músculo en concreto es demasiado elevada, sobrepasando su capacidad. Puede darse por diferentes causas y, a la larga, puede terminar provocando fuertes dolores llegando incluso a sufrir una fuerte lesión e inmovilización temporal y permanente.
Causas que pueden producir estrés muscular
Según diferentes médicos, son muchas las causas que pueden terminar provocando estrés muscular. Algunas de las más comunes son:
Realizar un ejercicio de manera incorrecta. Muchas veces vamos al gimnasio y hacemos lo que creemos que hay que hacer. Este es un gravísimo error. Si no estás acostumbrado, lo mejor es que te pongas en contacto con alguno de los monitores del centro. Te enseñará a utilizar las máquinas y te dirá cuál es la postura y el peso adecuados.
Empujar con demasiado peso. Son muchas las personas que piensan que cuanto más peso, mejor. Este es un error bastante extendido. Está bien esforzarse por superarte, pero debes tener cuidado a la hora de levantar peso. Levantar más peso del que pueden superar tus músculos acabará creando estrés muscular y puede causarte una lesión.
Una lesión mal tratada. Si te encuentras en el punto en el que ya te has lesionado, sigues las indicaciones de tu fisioterapeuta. Volver a realizar ejercicio antes de lo indicado o con la misma presión que antes puede provocar presión contralateral del músculo dañado. Por eso, sigue todas las indicaciones para evitar estrés muscular.
Estrés. El estrés acumulado en una persona puede terminar provocando que tus músculos se contraigan y sufran.
Cada parte del cuerpo puede sufrir estrés. Por eso, es importante tener una serie de consideraciones para evitar lesiones de columna, desgaste articular o llegar incluso a tener inmovilidad en una zona.
Cómo tratar el estrés muscular
Cuidar tus músculos es importante a largo plazo. Todo el estrés que acumulen ahora pasará factura durante los próximos años. Por eso, es importante seguir una serie de consideraciones para evitar esta situación.
Evita sobrecargas. Como ya hemos visto, sobrepasar los límites del músculo puede llegar a dañarlos. Por eso, es aconsejable que evites sobrecargarlo.
Realizar estiramientos. Calienta y estira siempre antes y después de realizar un ejercicio.
Rehabilitación. Si ya tienes una lesión, lo mejor es que acudas a un profesional que te ayude y enseñe a tratarla. Haciendo ejercicios adecuados volverás a relajar el músculo.
Aprende a relajarte y priorizar. El estrés emocional termina pasando factura en el cuerpo. Para evitar un exceso de estrés, es recomendable que aprendas a priorizar tareas y no agobiarte si no te da tiempo a todo. Realiza ejercicio cuando salgas del trabajo para conseguir relajar tu mente y que no termine afectando a tu cuerpo.
Descubre el mindfulness. Se trata de un método que combate la tensión muscular por medio de la conciencia emocional. La idea es gestionar mejor los estados emocionales. De este modo, se aprende a comprender cómo se relaja la tensión en los diferentes grupos musculares.
El estrés muscular puede terminar siendo muy grave si no se trata a tiempo. Por eso, es importante evitar sufrirlo.
Fuente: este post proviene de Practica Vida, donde puedes consultar el contenido original.
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