¿ Porqué las mujeres deberían ir al urólogo?

1- Importancia de la urología:

¿Por qué las mujeres deberían ir al urólogo?

El urólogo es el médico especialista que diagnostica y trata toda clase de problemas de las vías urinarias: uretra, vejiga urinaria, uréteres y riñones en ambos sexos, además de los problemas genitales de los hombres: próstata, vesículas seminales, testículos y pene.

 Las mujeres deberían acudir al urólogo ante cualquier tipo de problema de sus vías urinarias, siendo frecuentes en ellas las infecciones urinarias, la incontinencia urinaria, los cálculos en las vías urinarias y riñones y los tumores benignos o malignos de la vejiga, riñones y cualquier órgano de la vía urinaria. Por regla general las enfermedades urológicas son más frecuentes en las mujeres porque su uretra es más corta y están más expuestas al ataque de organismos patógenos, esto explica que los casos de cistitis sean más frecuentes en las féminas. Por estos motivos recomiendo que acudan al servicio de urología de la Clínica Quirón. https://urólogos.quiron.com

Paciente mujer en la consulta del urólogo.

La asistencia a la consulta del ginecólogo es necesaria para tratar todo tipo de patología de sus órganos genitales como la vagina, cuello uterino, útero, trompas de Falopio y ovarios. También necesitan acudir al ginecólogo para el seguimiento y control del embarazo,  el parto y el puerperio, además de poder elegir los métodos anticonceptivos y tratar sus problemas de infertilidad.  Una mujer nunca tiene que confundir al ginecólogo con el urólogo, así por ejemplo si tienen una infección urinaria lo correcto es que se la trate el urólogo y no el ginecólogo.

En efecto todas las mujeres que tengan síntomas de infección urinaria o cistitis, orinen oscuro o rojo y tengas molestias en sus vías urinarias podrán realizarse en sus hogares un análisis de orina mediante tiras. A primeras horas de la mañana orinan en un vaso de anaclin que lo venden en farmacias y luego introducen tiras que podrán leerlas en unos minutos y les indicarán una posible patología en sus vías urinarias que necesitarán consultarla con el urólogo.

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Describo a continuación las principales patologías urológicas de las mujeres. ¿Por qué las mujeres deberían ir al urólogo?

Cistitis

Es la inflamación de la vejiga consecutiva a una infección urinaria.  Es la patología urinaria más frecuente en mujeres, siendo más común en mujeres que en hombres.

  Sus síntomas son: dolor al orinar, necesidad constante de orinar, micciones escasas,  fiebre baja, molestias pélvicas y abdominales y  orina turbia y con mal olor.

Cultivo de orina

Su diagnóstico necesita asilamiento y cultivo microbiológico y muchas veces es necesario determinar mediante un antibiograma el antibiótico más sensible para el tratamiento. Se trata con antibióticos sensibles durante 5-7 días.

Incontinencia urinaria:

Es un problema que aparece a partir de los 35 años por el debilitamiento del suelo pélvico producido por los embarazos, partos, menopausia, realización de ejercicios no deseados.

La incontinencia puede ser temporal debido a enfermedad, de esfuerzo porque la orina se escapa al toser, estornudar y hacer ejercicio, imperiosa o urgente o por problemas de movilidad.

Se producen escapes involuntarios de orina que humedecen la ropa femenina.

Se trata con entrenamiento de la vejiga con el objetivo de demorar la micción cada vez que sientes necesidad de orinar. Al principio contenemos la necesidad de orinar durante 10 minutos para prolongarla hasta 2 horas. Al final del entrenamiento se deben programar los horarios de acudir al baño cada 2 a 4 horas.

Control de los líquidos y de la dieta: limitando la ingesta de bebidas, café y alcohol.

  Ejercicio físico y Ejercicios de Kegel para controlar los músculos que favorecen la micción. Debemos contraer los músculos durante 5 segundos y después lo relajamos unos 5 segundos. Aumentamos el tiempo de contracción y relajación a 10 segundos.  Este último ejercicio se repite 10 veces al día en 3 series. Cuando logramos fortalecer los músculos del suelo pelviano con este ejercicio observaremos que contenemos el flujo y  el escape de orina.

Vejiga hiperactiva

Que ocasionan una necesidad urgente e imperiosa de orinar que es difícil  de controlar. El paciente sufre también incontinencia imperiosa con pérdida involuntaria de orina después la necesidad urgente de orinar . El paciente orina con frecuencia  en general de 8 o más veces en un periodo de 24 horas.  Se despierta 2 o más veces por la noche para orinar o nicturia.

 Se corrige el problema educando los hábitos para orinar y con técnicas de contención de la vejiga mediante ejercicios con los músculos del suelo pélvico.

 Nocturia

Es un problema muy frecuente en personas mayores y sobre todo mujeres mayores de 65 años que consiste en despertarse varias veces por la noche para orinar. Esto provoca dificultades en la conciliación del sueño y sus consecuencias perjudiciales para la salud.

  Este problema se origina porque las vejigas urinarias de las mujeres mayores tienen menos capacidad para almacenar la orina. Las infecciones urológicas, la insuficiencia renal y el abuso de cafeína y alcohol desencadenan el problema.

Se trata disminuyendo el consumo de líquidos y de café y alcohol y con entrenamiento de contención de la micción.

  Cálculos renales

Son unos depósitos duros de cristales minerales que se forman como consecuencia de la cristalización de  los componentes de la orina.

  Si el cálculo renal es pequeño se puede eliminar por la orina y cuando su tamaño es superior a los 5 mm  no pasan a través de los uréteres necesitando cirugía para eliminarlos. Los cálculos pueden ser de oxalato cálcico que son los más comunes, ácido úrico, cistina y estruvita.

Cálculos Renales.

Sus causas más comunes son los antecedentes familiares, si alguien de tu familia lo padece, tienes un riesgo mayor de originar cálculos. También el hecho beber poco agua o deshidratación, ser obeso y la ingesta rica en sal, azúcar refinado y proteínas. Ciertas enfermedades como la diarrea crónica, la enfermedad inflamatoria intestinal, la acidosis tubular renal, la cistinuria y el hiperparatiroidismo predisponen a la litiasis renal.

Los síntomas aparecen cuando la piedra desciende por la vía urinaria desde los riñones a la vejiga y son dolor intenso debajo de las costillas, náuseas y vómitos. Micciones dolorosas, en pequeñas cantidades y suelen ser rojizas debido a la hematuria o sangre en la orina o turbias. Necesidad constante de orinar.

Se diagnostica con ecografía, TAC y resonancia magnética. En la valoración del sedimento de los análisis de orina se visualiza el tipo de cristal.

Se trata con cirugía siempre el tamaño del cálculo sea grande y obstruya la vía urinaria. La litroticia endoureteral disuelve los cálculos renales con láser holmium.

 Se puede favorecer la eliminación de los cálculos de pequeño tamaño mediante la ingesta abundante de líquidos.

Tumores malignos.

El cáncer de vejiga es muy frecuente hoy en día. Cada año se diagnostican 550.000 nuevos casos de cáncer de vejiga y su incidencia está en aumento. Es más frecuente en hombres aunque las mujeres también lo padecen. Actualmente ocupa el lugar 9º de frecuencia en todos los casos de cánceres.

Es un cáncer que se origina en las células endoteliales de la vejiga cuyos factores son el tabaquismo, la exposición a dosis elevadas de radiación o de compuestos químicos y la irritación crónica de la vejiga por infecciones.

Sus síntomas más frecuentes son hematuria, poliuria, dolor durante la micción y dolor pélvico y de la zona lumbar de la espalda.

Su diagnóstico temprano mediante ecografía, cistospocia o endoscopia vesical y biopsia del pólipo o tumor y su correcto tratamiento con cirugía y quimioterapia intravesical son muy importantes porque evitan las metástasis. Si no se trata de manera precoz el tumor se disemina por todo el cuerpo originando metástasis en los huesos, el pulmón y más adelante en el cerebro, hígado y cualquier órgano.

La siguiente tabla valora los estadios del cáncer de vejiga y su supervivencia.

Tumor primario:

TX. El tumor primario no puede ser valorado.

T0. No hay evidencia de tumor primario.

Tis. Carcinoma in situ es un tipo de tumor no invasivo.

Ta. Carcinoma papilar que es otro tipo de tumor no invasivo.

T1. El tumor invade el tejido conectivo subepitelial.

T2. El tumor invade el musculo de la vejiga.

T3. El tumor invade el tejido que rodea la vejiga.

T4. El tumor invade próstata, uretra, vagina, pared pélvica o pared abdominal.

T4a- El tumor invade próstata, utero y vagina.

T4b- El tumor invade pared pélvica o pared abdominal.

Ganglios linfáticos:

NX– Los ganglios linfáticos no se pueden valorar.

N0– No hay afectación de los ganglios linfáticos.

N1– metástasis de un ganglio linfático menor de 2 cms de tamaño.

N2– Metástasis en uno o varios ganglios linfáticos que mida de 2 a 5 cms.

N3– Metástasis en ganglios linfáticos maores de 5 cms.

Metástasis a distancia:

MX– La presencia de metástasis a distancia no puede valorarse.

M0– No hay metástasis a distancia.

M1– Metástasis a distancia en otros órganos.

Agrupación por estadíos TNM y supervivencia a los 5 años.

Estadío 0 Ta, Tis N0 M0 supervivencia a 5 años 90%

Estadío I T1 N0 M0 supervivencia a 5 años 75%.

Estadío II T2 N0 M0 supervivencia a 5 años 55%

Estadío III T3 N0 M0 supervivencia a 5 años 20-35%

T4a N0 M0

Estadío IV T4b N0 M0 supervivencia los 5 años menor el 5%.

Cualquier T N1-3 M0

Cualquier T cualquier N M1

Enlaces internos:

La prevención del cáncer: https://libroestilodevidasaludable.com/la-prevencion-del-cancer

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