Para la comunidad científica internacional, y particularmente en el campo de la investigación, el inglés se ha convertido en el idioma principal de comunicación. Si bien el tercio del mercado mundial de productos farmacéuticos está entre las manos de diez grupos basados en Estados Unidos y Europa, la mayoría de los medicamentos desarrollados en un país son producidos por otro.
Tampoco nos olvidemos de que muchos ensayos clínicos se llevan a cabo en áreas donde la gente no domina el inglés. Por lo tanto, es necesario que los médicos y los pacientes puedan comunicarse en su lengua materna para saber la dosis de un medicamento que se va a administrar o para saber cómo utilizar un equipo médico. Por estos motivos, el traductor médico desempeña un papel muy importante, aunque poco reconocido, ya sea para:
traducir posologías de nuevos productos,
resultados de ensayos clínicos,
reglamentaciones farmacéuticas, etc.
Por más que los traductores automáticos disponibles en Internet sean cada vez más eficientes, puede ser peligroso confiar únicamente en ellos sobre todo cuando vidas humanas están en juego. Es muy común que cometan errores de comprensión de una expresión, falsos amigos, acrónimos o incluso hagan una interpretación errónea de la puntuación o gramática provocando asimismo consecuencias trágicas.
El traductor médico debe respetar al pie de la letra el texto original y no se puede permitir ninguna libertad en términos de idioma, estilo o tono, como puede ser el caso en otras áreas de la traducción. Al igual que existen varias especialidades en medicina (infectología, gastroenterología, reumatología), también existen en traducción médica traductores especializados en neurología, dermatología, etc.
El lenguaje médico está lleno de términos muy técnicos que son muy difíciles de entender para una persona que no está familiarizada con el sector médico. Por ello, el traductor médico, además de manejar perfectamente los idiomas, debe tener conocimientos amplios en su especialidad para entender y dominar cada término y poder traducirlo a otro idioma. De hecho, en este sector, es bastante común que un traductor médico haya ejercido alguna profesión médica antes de hacerse traductor.
La experiencia adquirida en el terreno (práctica y teórica) le permite realizar traducciones altamente cualitativas. Si bien el traductor es experto en su campo de especialización, antes de empezar la traducción, siempre debe tomarse algún tiempo para investigar más sobre el tema, buscar los equivalentes de leyes, normas, instituciones, acrónimos que pueden variar de un país a otro.
Como ya se habrá dado cuenta, la traducción médica va mucho más allá del simple ejercicio de lenguaje. Requiere un nivel muy alto de conocimientos en determinadas especialidades médicas y no deja lugar a imprecisiones ni mucho menos errores ya que podrían consecuencias fatales. Que su texto trate de odontología, células madre hematopoyéticas o física médica, no podemos dejar de recomendarle que recurra a los servicios de una agencia de traducción, que se encargará de confiar su documento a un traductor profesional, nativo, y especializado.