Onzas de bienestar, comenzamos

Siete de noviembre de 2018. Siete, qué bonito , no en vano es mi número favorito. [Spoiler alert: soy bastante un poco maniática de los números].

Hoy comienza su andadura este blog, Onzas de bienestar, y me parece de recibo explicar un poco más detalladamente que en el Sobre mí, cómo y por qué surge esta página.

Bienvenidos.

Voy a comenzar desgranando esta captura de pantalla que he realizado durante los primeros pasos que he dado al crear la bitácora.

creacion_blog


Nombre del sitio

Onzas de bienestar (y no Píldoras para la felicidad)

Onzas

He decidido llamarlo onzas y no píldoras, porque asocio la segunda palabra a “algo que te tomas cuando o porque no te encuentras bien”, y yo no quiero asociar ese concepto a este blog. Quiero que cada una de las entradas sean como onzas (de chocolate) que te tomas por placer, para darte un gusto, para saborearlas. Pequeñas porciones que te hacen sentir bien, y si de paso contribuyen en tu desarollo personal, pues mejor que mejor.

No negaré que he sido influida por la tercera entrega de Harry Potter. Actualmente, mi pareja y yo estamos viendo a ratos las películas de la saga del archiconocido mago, porque no las habíamos visto todas. De hecho creo que yo me quedé precisamente por esta: “Harry Potter y el prisionero de Azkaban”.

[Spoiler alert: ojo si no habéis visto la peli].

En el film aparecen los dementores, criaturas oscuras y siniestras que no tienen alma propia y que se alimentan de la felicidad de las personas dejando a sus víctimas con sólo sentimientos de desesperación y tristeza .

(Ay, cuántos dementores he tenido… y tengo).

Según J.K. Rowling, autora de la novela en la que se basa la película: el chocolate es el perfecto antídoto para cualquiera que ha sido vencido ante la presencia de dementores, los cuales chupan la esperanza y felicidad que hay a su alrededor .

Bienestar

He estado tentada por utilizar “felicidad” en lugar de “bienestar”, pero es que no son lo mismo. Para mí la felicidad es un chute momentáneo y esporádico. La sientes en situaciones muy concretar, pero se pasa.

Sin embargo, bienestar, aunque también es una sensación que se puede pasar, soy la primera con mis períodos de claroscuros, le otorgo un carácter más de permanencia. No se necesitan grandes cosas ni momentos especiales. Es como la sensación de una taza caliente entre las manos.

Ojalá y que con cada entrada consiguiera que quien la lea, yo la primera, cerrara los ojos y degustara en su mente el contenido mientras expresa un: mmm…

Contenido del sitio

Desarrollo personal (y no Crecimiento personal)

Crecimiento es un aumento y desarrollo indica una evolución sostenida, siendo el espacio de tiempo en el cual se enmarca el objeto estudiado más extenso en el segundo que en el primero. El crecimiento implica incremento de algo, como por ejemplo el crecimiento poblacional indica un aumento en los habitantes de una región o país […]. En cambio, el desarrollo es medido por el progreso positivo de los pasos hacia un objetivo.

El desarrollo implica crecimiento y es por ello que a veces se usan como sinónimos, pero es importante recalcar que el desarrollo es un proceso de crecimiento y el crecimiento puede no indicar necesariamente un desarrollo.

En este sentido, podemos poner como ejemplo la diferencia entre crecimiento humano y desarrollo humano. El crecimiento humano indica el incremento de los procesos biológicos que forman parte del ciclo de vida de un ser humano y el desarrollo humano se refiere a la evolución en el bienestar social de los seres humanos en sociedad .

Objetivo del sitio

WordPress sugiere: compartir ideas, experiencias, novedades, reseñas, historias, vídeos o fotos, y no puedo estar más de acuerdo.

Si quieres saber más acerca de qué tipo de contenido de contenido vas a encontrar en este blog haz clic aquí.

Bonus

¿Por qué este blog ha empezado ahora y no antes?, y ¿qué esperar (o no) de él?

Llevaba tiempo queriendo abrir este blog, queriendo volver a tener uno, queriendo volver a escribir, a compartir.

Hace un tiempo tuve una bitácora, que casualmente también abrí un día de noviembre pero hace algunos años. El tema no podía tener menos que ver que con el de Onzas de bienestar, pero bueno me gustaba.

El primer problema es que yo no sé, o no sabía, hacer las cosas a medias. Todo tenía que ser perfecto. O todo o nada.

Quizá no eran los mejores contenidos del mundo pero todo estaba hiper súper mega bien optimizado de cara al SEO de Google. Para los que no sepáis lo que es, son las cuestiones que el “gigante” tiene en cuenta para posicionar bien tu página en sus resultados de búsqueda. No os podéis imaginar el trabajazo que suponía, muchísimo más que redactar la entrada en sí. Me consumía demasiado tiempo que, evidentemente, no podía dedicar a otras cuestiones con las que también disfrutaba.

Así que lo que empezó siendo un hobby se acabó convirtiendo en una ardua obligación.

A la pregunta: ¿por qué acabó ese blog?, la respuesta es porque algunos contenidos guardaban relación con una etapa de mi vida que se terminó y que preferí apartar de mi “campo de visión”.

Así que he decido volver al mundo blogger con la firme convicción de hacer esto de forma relajada y de no meterme presión. La página no va a estar adaptada a Google, sino a mí y a las personas que la puedan leer, con un diseño “limpio” y sencillo, pero nada más.

No me voy a preocupar en hacerle demasiada publicidad al blog, de hecho, no se la voy a hacer. Quien lo encuentre y le apetezca quedarse, para un ratito o para siempre, porque los contenidos resuenen con él, bienvenido sea. Así que no van a haber perfiles en redes sociales asociados a esta página en la que anuncie las nuevas entradas o contenidos afines, con el fin último de conseguir lectores. No way.

En cuanto al tipo de entradas, pues según el tiempo del que disponga, o de lo inspirada que esté, o de lo que me apetezca en ese momento, serán más o menos profundas. Podrán ir desde un parrafada como el post de hoy, hasta una simple imagen que encuentre en Internet y que me apetezca compartir porque me resulte inspiradora.

En referencia a la frecuencia de publicación, en mi pasada vida de hard blogger, después de leer mucho sobre blogging, aprendí que el mejor día para publicar era el martes, la hora de oro era las 9:00 y que había que hacerlo todas las semanas para no dejar ninguna en blanco. Parece ser que eso le daba seguridad a los lectores y les ayudaba a saber qué esperar de la página. Pues lo siento amigos, pero teniendo en cuenta todo lo que he comentado con anterioridad, no sé cuándo ni a qué hora voy a publicar, ni si voy a hacerlo todas las semanas… Aunque que puede que sí, que termine haciendo accesible el contenido todos los martes a las 9:00 (will see).

Finalmente, en cuanto al tipo de contenidos, como ya comenté en el Sobre mí (y sobre este blog): compartiré cosas que A MÍ, me han hecho y/o me están haciendo bien, que me hacen pensar, reflexionar, desarrollarme, … que resuenan conmigo y en mí, en el momento en que se publican, pero que no tienen por qué producir el mismo efecto en todo el mundo.

Esta página la entiendo, en primer lugar, como un repositorio o portafolio con todos los “recortes”, o todas esas onzas, que me produzcan bienestar, para tenerlos recogidos y a mano en un único sitio. Y, en segundo lugar, por si pudieran ser de utilidad para alguien, las colgué en abierto.

No pretendo evangelizar a nadie, ni muchísimo menos. De hecho, ya hablaré sobre ese tema en otro post.

Me gustaría detenerme un segundo en la frase: “en el momento en que se publican”. Con esto quiero decir que soy una persona y como tal estoy en constante proceso de cambio. Quizá un poco más que la media porque trabajo en ello todos los días. Esto conlleva a que lo que un día considero que me hace bien o resuena conmigo, pasado  un tiempo puede que ya no lo haga, porque yo haya cambiado o porque haya vuelto a una fase gris menos luminosa.

Por poner un ejemplo real, hace unos meses leí un libro de desarrollo personal que mucha gente me había recomendando. En principio me estaba pareciendo buenísimo, de hecho le decía a todo el mundo que “me estaba cambiando la vida”. Pues bien, cuando la monografía empezó a tratar un tema que daba de lleno en unas de mis heridas más profundas… comenzaron a removerse en mí una serie de cuestiones negativas que me metieron de lleno en una etapa GRIS (ahora sí, y con mayúsculas), de la que aún me estoy recuperando y de la que ahora empiezo a salir.

Es decir, y como he dicho anteriormente, que algo me haga bien a mí no quiere decir que se lo vaya a hacer a los demás. Es más, que algo me funcione a mí AHORA, no quiere decir que lo haga en un futuro.

Sería algo así como comer picante. No a todo el mundo le sienta bien. A mí me puede encantar y a ti te puede sentar como un tiro. Pero es más, puede ser que a mí me guste de normal y un día lo tomo con el estómago fastidiao y me cae como una bomba. Creo que se entiende.

Y de momento eso es todo querido lector. Bienvenido a Onzas de bienestar. Me encantaría que me dejaras algún comentario

Fuente: este post proviene de Onzas de bienestar, donde puedes consultar el contenido original.
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