Hoy os traigo un breve texto publicado por un miembro del grupo de Facebook del que formo parte, que me ha hecho reflexionar, y que espero que surta el mismo efecto en vosotros.
Como os comenté en esta entrada, las redes sociales me producen cierta grima por diversas razones, pero uno de los motivos por los que en concreto no dejo Facebook, es porque formo parte de un grupo cerrado denominado Mindful-Club. Comunidad de apoyo para la práctica del mindfulness. Personalmente, considero que es un complemento bastante bueno a mis clases de meditación.
La cuestión, es que el otro día una participante publicó un comentario que me caló hondo, me hizo reflexionar, y me gustaría, desde el respeto y el agradecimiento, compartirla aquí, en este repositorio de onzas de bienestar, con vosotros:
Creo que todos hemos venido a experimentar la dualidad, desde nuestra parte humana y mental; y desde la parte de nuestra esencia. Creo que nacemos en la luz, en la esencia y que poco a poco la vamos perdiendo cuando vamos grabando patrones y conductas inconscientes.
Después, con el paso del tiempo, por conflictos, traumas, enfermedades y un sinfín de experiencias, la vida (el Ser que somos), nos intenta detener, parar y a veces no escuchamos porque vivimos de forma automatizada.
Entonces nos suceden hechos muy desagradables, pero sólo son con una intención… Pararnos, para comenzar a vivir de nuevo desde el Ser, para dejar el ego un poco de lado, el plano mental, usarlo sólo para nuestra supervivencia y comenzar a transmutar lo desagradable y conflictivo.
Gracias por formar parte de esta comunidad de atención plena, el único estado donde vemos nuestra esencia.
Me encantaría saber qué os ha provocado el texto. Os invito a dejarme un comentario y os deseo un feliz día