Seguro que has escuchado a menudo el agua que se recomienda beber, qué te puede suceder con una mala hidratación, así como varias conductas en las que tu salud está relacionada con lo bien o mal que te hidrates. Es cierto que el agua cumple con funciones básicas para tu supervivencia; por ello es importante estar bien informado sobre las conductas más apropiadas para hidratar bien a tu organismo.
Fuente: sydneyra
Para que te hagas una idea, según indica el European Hydration Institute, el agua representa un 60% de tu peso corporal. Los huesos se componen de un 22%, el hígado de un 71%, el cerebro y los músculos un 75%, el tejido adiposo un 20% y la sangre y los riñones un 81%. Como puedes comprobar nuestros principales órganos vitales están compuestos por una cantidad elevada de agua, por lo que la hidratación de tu organismo no puedes descuidarla si quieres que se mantenga con un buen funcionamiento.
Algunas recomendaciones que nos dan acerca de cómo debemos hidratarnos no son del todo correctas, y es fácil que nos confundamos y creamos cosas que no son. Para que salgamos de dudas y estemos bien informados, a continuación haremos un repaso acerca de las indicaciones sobre la hidratación que pueden ser confundidas e interpretadas de una manera poco adecuada.
La temperatura a la que esté el agua no influye en la hidratación
Hacemos esta afirmación porque muchas personas han podido pensar que la temperatura del agua es significativa e interfiere en la hidratación. Sin embargo, en este tipo de términos al que nos referimos, a la hidratación, podemos decir que no tiene ningún tipo de importancia. Ya sea agua caliente, fría o tibia, es lo mismo para nuestro organismo, nos hidrata de igual manera.
¿Qué cantidad de agua debemos beber al día?
¿Quién no se ha hecho esta pregunta alguna vez? Es normal, escuchamos tantas cosas sobre la importancia de hidratarnos que queremos saber cuál es la cantidad exacta que debemos consumir al día. Sin embargo, esto no es algo que sea para todas las personas igual. Depende de factores como la edad, el peso y el sexo.
Fuente: ColiN00B
En el III congreso Nacional de Hidratación, se informó que los niños entre 9 y 13 años de edad deben consumir unos 2,1 litros de agua al día, a diferencia de las niñas que debían consumir unos 1,9 litros. Esto también sucede con los adultos, se recomienda que el hombre consuma unos 2,5 litros de agua y en cambio la mujer tendría suficiente con 2 litros diarios. Se recomienda que cuando la mujer esté embarazada debe incrementar su consumo entre 0,3 litros y 0,7 litros de agua diarios.
El agua en los alimentos también suma para la hidratación
Cuando hablamos de la ingesta del agua recomendada al día, no estamos hablando solo de la que consumimos a través de los líquidos que tomamos que contienen agua. También nos estamos refiriendo al H2O que se encuentra en las comidas y los alimentos. Además, se recomienda que entre un 75% y un 80% del líquido que consumimos diariamente lo consumamos a través de las bebidas, y entre un 20% y un 25% lo adquiramos mediante los alimentos.
Los alimentos que más agua contienen son sobre todo las frutas como el melón, la sandía o la manzana. Algunas verduras también tienen un alto contenido de H2O como son el tomate, la lechuga, el pepino y la zanahoria.
La deshidratación puede ser nefasta para nuestro organismo
Esto es una realidad. Si perdemos un 2% de agua en nuestro organismo comenzamos a tener síntomas propios de la deshidratación: cansancio, dolor de cabeza, descenso del rendimiento físico, pérdida de memoria a corto plazo y fatiga.
La deshidratación puede producirse bajo ciertas condiciones en las que no se tome la suficiente agua como pueden ser sudoración excesiva a consecuencia de altas temperaturas o mediante la realización de ejercicio físico intenso, También por causas como vómitos, diarrea u orinar demasiado (en casos de diabetes o por la toma de algunos medicamentos diuréticos)
Beber durante la comida no influye en la digestión
Algunas personas les gusta tomar mucha agua mientras comen, otras, sin embargo, prefieren no beber nada. Tanto si realizas una conducta como otra, esto no interfiere en tu digestión. Puedes optar por lo que te apetezca puesto que ni una cosa ni la otra son para nada perjudiciales.
Las bebidas energéticas no sustituyen al agua
Fuente: Gadini
Puede existir el mito de que las bebidas energéticas hidratan. Estas bebidas están elaboradas para ser consumidas cuando se ha realizado un ejercicio de alta intensidad, durante al menos 90 minutos. Se utilizan para compensar los niveles de azúcar y electrolitos en sangre. Es importante no abusar de ellas. De ninguna manera tiene sentido sustituir el consumo de agua natural por estas bebidas.
El agua alcalina no beneficia la hidratación
Este es otro de los mitos que más circula en el boca a boca, se piensa que el agua alcalina posee unos beneficios especiales que favorecen la hidratación. Esto no es cierto, la recomendación es beber agua lo más pura posible que no sea demasiado ácida o alcalina. Aunque el agua alcalina es recomendada en ciertos casos para prevenir enfermedades degenerativas, no existe ninguna evidencia científica que avale su consumo.
Estas indicaciones que te damos, son algunas de las más importantes sobre la hidratación. Circulan muchas noticias que en su mayoría no están comprobadas y pueden ser incluso contraproducentes. Por ello, te recomendamos que consultes siempre con un profesional antes de adoptar una conducta que te pueda perjudicar más que beneficiar. Como habrás visto, la hidratación de tu organismo hay que tomarla muy en serio, no es algo que puedas descuidar.
RECUERDA: la base para disfrutar de una buena salud está muchas veces en cambiar nuestros hábitos, tal y como propone el método Crear Salud. Necesitamos nutrirnos adecuadamente y activarnos haciendo cosas que aporten a nuestro bienestar integral.
Pero, además, no debemos descuidar una parte muy importante de nosotros mismos, nuestra mente, que podemos cuidar y trabajar con ayuda de herramientas como la app Siente – que puedes descargarte aquí –. Con una metodología muy sencilla basada en el mindfulness y la psicología positiva podrás realizar sesiones guiadas y ejercicios prácticos que te llevarán a mejorar tu bienestar, reducir el estrés y, de paso, ser más feliz.