Mindfulness desde el corazón



Imagen 0


¿Como vivir Mindfulness desde el corazón?

Ya que se trata de una técnica vivencial, Mindfulness tiene mucha relación con la coherencia cardíaca. Por eso hoy hablamos de vivir mindfulness desde el corazón.
 

 

Al entrenar nuestra atención podemos más fácilmente situarnos en ese espacio que define
nuestro corazón: el espacio físico y emocional ligado a él. Podemos "respirar desde el corazón"
para así entrar en una respuesta de coherencia cardiaca que armonice nuestro ritmo corporal.
 

La respiración consciente es un potente elemento equilibrador de nuestra actividad nerviosa
autónoma, que nos permite entrar en un estado de coherencia que sincroniza los ritmos
más importantes de nuestro organismo: ritmo cardiaco, ondas cerebrales, presión arterial?
 

Cuando se produce esta sincronización interna, podemos de manera más sencilla y sin
resistencias dejar marchar los pensamientos y las emociones estresantes y perturbadoras.
Están ampliamente documentadas las influencias de la práctica del mindfulness en nuestro
ritmo cardiaco. La evidencia científica muestra cambios en el diálogo constante que
mantienen entre sí las dos ramas de nuestro sistema nervioso, el central y el autónomo.
 

Este diálogo es el responsable en último término de las oscilaciones en el ritmo cardiaco, de
forma que si lo optimizamos mediante la práctica continuada de Mindfulness, el ritmo del
latido de nuestro corazón se va asentando en una coherencia habitual.

Además, cuando mediante la atención plena nos vamos entrenando en reconocer nuestras
tensiones físicas, aprendemos a detectar antes los sucesos y situaciones generadoras de
estrés para nosotros, y a advertir que estamos respirando rápida e irregularmente y de esta
forma acelerando el ritmo de nuestro corazón. Entonces podemos enfocar la atención en la
respiración y sucederá que, paulatinamente, ésta se va enlenteciendo, estabilizando, y con
ella, nuestra tensión arterial y ritmo cardiaco.
 

Al situarnos en el observador o testigo, que de forma atenta, curiosa y sin juicio, simplemente
atestigua lo que ocurre en nuestra mente sin dejarse atrapar por ello, soltamos viejas pautas
que hoy ya no nos sirven y comienzan a abrirse caminos creativos que nos aportan nuevas
perspectivas: soluciones diferentes, puntos de vista alternativos, caminos de acción no
explorados anteriormente.
 

Somos el ocupante del carruaje que dirige sabiamente su coche por el viaje por la vida, en
vez de dejarse arrastrar por un caballo desbocado o un cochero desorientado que no sabe
dónde va.

Aprendemos a "estar en la zona", en el estado de flujo, en una calma-atenta que se asienta
en el ritmo sincronizado y coherente de todo nuestro ser, donde nuestros mejores recursos
físicos, cognitivos, emocionales y relacionales son más accesibles, que nos permite ser lo
mejor de nosotros mismos y hacer frente a nuestros retos, ser más eficaces y relacionarnos
más plenamente, con menos estrés.

De una forma muy especial, esta sintonía con nuestro corazón se plasma en Mindfulness
a través del cultivo de una de las actitudes básicas: la compasión. Hacia nosotros, hacia los
demás, hacia lo que sucede y hacia lo que nos rodea. La vida desde el corazón, el camino hacia
la coherencia cardiaca en mindfulness, se llama compasión. Con ella no sólo sintonizamos
con nuestro corazón, sino que al situarnos en una gama de sentimientos expansivos y
benevolentes, activamos una calidad en el campo magnético que generamos que repercute
en los que nos rodean y en nuestras relaciones.
 

Si generamos emociones positivas, como por ejemplo amor o gratitud, la comunicación
cerebro-corazón empieza a verse modificada por una información diferente procesada por
ambos, y esto también afecta al resto del cuerpo. Se trata de respetar el corazón, acogerlo
como la sede de una forma diferente de inteligencia, que apenas tenemos desarrollada
pero que puede mostrarnos caminos nuevos y de sanación, al centrarnos en él y aprender a
reconocer sus señales.

Tal vez una de las cosas más sabias que podemos aprender en esta época para cuidarnos
a nosotros mismos, para cuidar a los demás y para superar nuestras tensiones, miedos e
infelicidades, es la práctica de una compasión lúcida y atenta desde el corazón. Cuando
nos sintonizamos desde el corazón, centrados en una conciencia que lo tiene en cuenta, se
producen grandes cambios.
 

Los cambios no vienen ni sólo ni principalmente del cerebro.
Los cambios vienen de una mayor comprensión desde la conciencia, y ésta se amplía
cuando aprendemos a escuchar a nuestro corazón, y no en sentido metafórico, sino muy
real: cuando respetamos el corazón y vivimos una vida más equilibrada desde él.

 Decídete pues a vivir tu coherencia cardíaca con atención plena. Mindfulness te da las herramientas para vivir desde el corazón.

 Puedes dejar tus comentarios o suscribirte al blog para recibir un mini curso de Mindfulness de cinco días totalmente gratis.

 El artículo Mindfulness desde el corazón lo puedes encontrar en Reducir Estrés.

Fuente: este post proviene de Blog de reducirestres, donde puedes consultar el contenido original.
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Modificado:
¿Qué te ha parecido esta idea?
Esta información nunca debe sustituir a la opinión de un médico. Ante cualquier duda, consulta con profesionales.

Esta idea proviene de:

Y estas son sus últimas ideas publicadas:

La tristeza por una pérdida. Hablar sobre la tristeza o dolor producido por una pérdida no es fácil. Sobretodo si es una pérdida personal, referente a alguien a quién queremos, o también relativo a nu ...

Recomendamos