No mucha gente sabe que nosotros y la tierra compartimos nuestro campo electromagnético. La tierra tiene uno, nosotros también, y en tiempos normales, ambos están ajustados, sintonizados para funcionar de manera armónica. Este es un tema realmente fascinante que ha sido estudiado en los últimos años en relación a nuestro sistema nervioso y nuestro corazón. Este último es la bomba electromagnética más potente de nuestro cuerpo que supera con creces la emisión de ondas que por su parte produce el cerebro. ¿Qué quiere decir esto?, que antes de que nosotros nos comuniquemos, nos situemos, nos ajustemos al entorno vía mirada, olor o tacto, existe en nosotros una referencia espacial anterior que nos permite captar el estado y situación del entorno. Es nuestro primer receptor. Esta es una capacidad muy fina que todos tenemos, pero que no mucha gente sabe utilizar o percibe. Solo algunas tribus que no han perdido la conexión con su cuerpo y la naturaleza, mantienen sus habilidades en todo su potencial. Otros ejemplos los encontramos en estudiosos que han dado mucho tiempo a la investigación de las plantas o los modos de comunicación animal. Son estos receptores los que permiten en la selva que un animal se comunique con otro a través de kilómetros a través de las vibraciones de la tierra. O que una planta sepa cuando su dueño va a regresar a casa con solo percibir el momento en que lo ha decidido.
Nosotros hemos perdido la habilidad de ocuparlo, pero no hemos dejado de sentir su efecto. Nuestro campo electromagnetico se ve afectado por un sin número de razones que van desde las antenas de celulares, el cemento, nuestros estados anímicos, el consumo de drogas, y un largo etc. Lo mismo sucede cuando tiembla. Un fuerte remezón de la tierra produce un efecto que puede durar largo tiempo y que produce un desajuste en la intercomunicación de los hemisferios del cerebro. Nos sentimos mareados, un poco confundidos, inseguros, con sensación de inestabilidad, excesivamente sensibles, etc.
Existe una meditación para reajustar este efecto, produciendo un reacomodo en en nuestro campo electromagnético y en la relación de nuestros hemisferios cerebrales. Quizás todo esto te suena a superstición o charlatanería. Solo te pido que apliques conocimiento científico y pongas a prueba la meditación y para ver si funciona, no tienes que creerme.
Como he comentado en entradas anteriores, la meditación y todo hábito es ideal que se haga durante un periodo de entre 21 a 40 días para que su efecto sea completo, pero aún si realizas esta meditación una vez, notarás los efectos de inmediato.
Parte la meditación con el mantra ONG NAMO GURU DEV NAMO (3 veces) y cierra con el mantra SAT NAM (3 veces)
Que disfrutes.
Meditación para Reajustar el Campo Magnético después de un terremoto
Fuente: http://yogasomostodos.org/
Libros mencionados
Las Ensenanzas Secretas de las Plantas: La Inteligencia del Corazon en la Percepcion Directa de la Naturaleza de Stephen Harrod Buhner
Sensibilidad e inteligencia en el mundo vegetal de Sefano y Vittola, Alessandra Mancuso.
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