Acabo de leer un reportaje muy interesante sobre el uso (y abuso) de las cabinas de bronceado y rayos uva. Este reportaje se hace eco de una alerta de la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer que califica dichas cabinas como cancerígenas.
En España, es muy frecuente su uso para mantener el moreno después de las vacaciones o, durante la primavera, para ir tomando algo de color antes del verano. Por ello hay que tener presente algunas recomendaciones para que lucir un atractivo moreno no se convierta en un problema.
Antes que nada, debemos comprobar que el aparato está homologado y que cumple toda la normativa vigente. Asimismo es conveniente que el centro disponga de todos los requisitos marcados por la ley.
Para que la piel no sufra en exceso, es necesario respetar los tiempos de las sesiones y los descansos entre ellas. Antes de cada sesión, es imprescindible eliminar cualquier tipo de crema o maquillaje adherido a la piel y no utilizar productos bronceadores. Al terminar, hay que aplicarse una crema hidratante.
Las sesiones de cabina bronceadora están contraindicadas para las mujeres embarazadas, para los pacientes de enfermedades dermatológicas y para los que tengan una piel muy sensible.
Y vosotros, ¿soléis utilizar cabinas de rayos uva?