El estudio señala que hay diferentes bacterias "viviendo" en nuestros oídos medios. Y lo más importante: se ha detectado que algunas no parecen provocarnos problemas. De hecho, los investigadores encontraron que las personas con unas infecciónes de oído activas tenían comunidades bacterianas que eran muy distintas que las de las personas que no sufrían de esos brotes. Ante este hallazgo, los investigadores señalan que "el oído medio humano está habitado por unas comunidades microbianas que son más diversas de lo que pensábamos. La alteración del microbioma del oído medio podría contribuir a la [causa] de la otitis media crónica con inflamación activa".
Los propios científicos reconocen que se trata tan sólo de un trabajo inicial y que solo investigaciones posteriores revelarán cómo esos hallazgos pueden ayudarnos en el tratamiento de infecciones de oído en un futuro.