De esta manera, es sumamente importante conocer bien los tipos de grasas, siendo que cada vez tienen más relevancia en las dietas donde las grasas saludables ya juegan un papel en la dieta.
Primero, debemos explicar que son los ácidos grasos, estos son parte de los lípidos y grasas, y son los fragmentos más simples de estas. En cuanto a su química, son ácidos carboxílicos. Estas forman parte de los organismos que constituyen las grasas y son lípidos de las membranas celulares.
Bueno, existen diferencias en sus estructuras químicas, ya que depende de las características funcionales y que estas se diferencian, entre ellos son:
Saturados
Cuentan con su cadena hidrocarbonada y solo hay enlaces simples que a su vez están clasificados en: ácidos grasos de cadena corta, de cadena media, de cadena larga.
Monoinsaturados
Son aquellos que tienen doble enlace en su cadena.
Poliinsaturados
Contienen dos o más dobles enlaces.
Las necesidades que suplen los ácidos grasos
Normalmente, los alimentos que ingerimos están en distintas proporciones, ya sean ácidos grasos saturados así como los ácidos grasos insaturados, estos son lo que se denominan triglicéridos.
También hay que tomar en cuenta que necesitamos un equilibrio en la ingesta entre los insaturados y los saturados, esto se refiere tanto a nivel cualitativo como cuantitativo, para disfrutar de una buena salud.
Si se ingiere más grasar de las recomendadas, puede conllevar a la obesidad, más aun si coexisten otros factores como una vida sedentaria y otros factores de su vida y la parte genética también.
De esta manera, también podemos acumular grasa aunque no ingiramos ácidos grasos, siendo que el exceso de calorías –vienen de las proteínas e hidratos- se pueden convertir en el organismo en ácidos grasos saturados y monoinsaturados.
¿Cuánto se debe consumir?
Muchos países han predeterminado sus valores de referencia en cuanto a la población y de las necesidades que persiguen. Algunas sociedades sobre la nutrición e institutos de la nutrición se han encargado de investigar para la creación de valores propios de referencia en cuanto a la alimentación.
Sin embargo, existen muchas discrepancias entre los profesionales de la salud en cuanto a las cantidades y los tipos de grasas que en realidad deberíamos consumir, y han llegado a promover más su consumo en cuanto al bajo el decrecimiento de consumir otros macronutrientes como los hidratos de carbono.
Como es el caso de la dieta cetogenica, que contiene un 90% de aporte calórico, ya que se demuestran sus beneficios, ante varias enfermedades congénitas como el Alzheimer, Epilepsia, Autismo, Parkinson, Cáncer e incluso el síndrome de Lou Gehrig.
Se debe tomar en cuenta que para empezar a hacer una dieta diferente, debes buscar a un especialista para la supervisión adecuada por parte de profesionales que puedan darte las indicaciones que necesites.