La transformación interior que me permitió reinventarme profesionalmente, mejorar mi calidad de vida y conquistar mis sueños

Esta semana tengo el honor de contar con un autor invitado en el blog. Él es Jordi Solé, emprendedor y formador especializado en blogging y marqueting para crear una marca personal.

Le he conocido a raíz de mi propio camino como emprendedora digital, donde me he propuesto mejorar la vida de las personas mediante el crecimiento personal y el mindfulness.

Jordi me comentó que sería muy bueno que todas las personas que se están planteando emprender, pudieran conocer el backstage. Es decir, todo lo que hay detrás de esta pantalla. Tanto lo bueno, como lo malo.

Me pareció una estupenda idea, ya que pienso que si estás pensando en empezar un negocio por tu cuenta, es muy bueno aprender de las personas que ya lo están haciendo. Y sobretodo, saber qué es lo que más les ha costado y cómo lo han superado.

Él se ha atrevido a abrirse totalmente en este artículo. Así que espero de corazón que disfrutes con Jordi y tomes nota para tu camino como emprendedor.

Te dejo con él.

 

La historia de Jordi Solé

¿Te gustaría emprender? Si estás aquí es porque al menos se te ha pasado por la cabeza. Y te digo algo: creo que haces bien.

Conocer la experiencia de las personas que han recorrido el camino que tú quieres recorrer siempre ayuda.

Soy una persona como tú, un tipo normal que un día decidió montar su propio negocio. Hay quien piensa que esto no requiere tanto esfuerzo como dicen; que es una cuestión de suerte y ya está. Otros, en cambio, lo ven como una misión imposible.

Yo considero que ni unos ni otros tienen razón.

Siempre fui consciente de que comenzar un negocio propio supone mucho trabajo. Pero, al menos en mi caso, eso no fue nunca un inconveniente. Lo que a mí me limitaba era el miedo.


Mi vida laboral se basaba en empleos por cuenta ajena y dar el salto a trabajar por mi cuenta se me hacía un mundo.



Tenía miedo de no dar la talla con mis servicios, de no ser capaz de conseguir clientes, de no cumplir expectativas, de sentirme sobrepasado… Cuanto más lo pensaba, más temor sentía por todo.

Sin embargo, a pesar de mis miedos y dudas, al final decidí emprender.

Hoy te puedo decir que he mejorado mi calidad de vida con un negocio propio que me hace feliz.

Pero antes de trabajar para sacar adelante mi negocio, tuve que trabajarme a mí mismo. Esa transformación interior fue clave.

¿Cómo imaginas un cambio interior? ¿Crees que es fácil porque no implica gastar dinero? Desde mi experiencia, te digo que no lo es. Tu subconsciente está ahí dando la lata con sus emociones negativas. Para mí, fue difícil darle la patada definitiva a esa voz interna, pero lo conseguí.

Si yo pude emprender y desprenderme de mis miedos, tú también puedes. Y en este post te cuento mis pasos y las claves que fueron determinantes en mi proceso.

 Mi vida antes de emprender

Comencé mi trayectoria profesional en 1999, trabajando en varias agencias de comunicación. Al poco tiempo, empecé a interesarme por la docencia, así que cuando conseguí oportunidades como profesor, combiné mi trabajo de diseño publicitario con dar clases.

Este campo siempre lo he disfrutado; no solo con la enseñanza, sino buscando métodos de aprendizaje que motiven más al alumno que la forma tradicional que sigue la formación oficial. De hecho, no debí hacerlo nada mal, porque acabé ocupando gran parte de mi jornada laboral con las clases que daba   

Pero el tiempo pasaba y algo se revolvía en mi interior.

Algo se estaba fraguando y, finalmente, en 2008 decidí emprender.

Una de las razones por las que di este paso fue la experiencia de trabajar con jefes. Algunos fueron buenos y otros no. No me trataron mal, pero sopesé los pros y los contras y llegué a la conclusión de que no quería depender de un jefe.

Quería un camino profesional en que el yo escogiera con quién trabajar, mis horarios y mis proyectos. También quería poder trabajar desde cualquier lugar. Y esto solo podía proporcionármelo internet.

Comencé con mi blog con mucha ilusión y lleno de inseguridades.

A esto se sumaba que, en cuanto a negocios se refiere, no sabía por dónde me daba el aire. Por esa razón, el tiempo pasaba y mi blog no despegaba. Lógico y normal.

Hasta que un buen día, leí una frase de Tony Robbins (si no sabes quién es, haz click encima de su nombre para conocerle, ¡es todo un referente!) que hizo que se me encendiera la bombilla:


“Si quieres tener éxito en la vida, busca un mentor que haya conseguido lo que quieres realizar y cópialo”
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Entonces lo tuve claro: necesitaba un mentor para dejar de dar palos de ciego.

Cómo llegó la luz al final del túnel y la reveladora transformación interior que me permitió emprender un negocio con propósito

Después de mirar varios programas de mentoring, me decidí por el que tocaba todo aquello que yo necesitaba, puesto que está planteado desde el principio como una estrategia interior. Tú tienes que estar alineado con tu negocio.

Quizá pienses que un mentor tiene que ayudarte con el branding, definición de tu cliente ideal y muchos aspectos que has leído miles de veces en los blogs de marketing online. A ver, esto es verdad, pero no es el primer paso.

De hecho, el programa de mentoría que escogí comienza definiendo tu propósito vital.


Esto, aplicado al mundo del emprendimiento, significa que has de encontrar el sentido que tu negocio da a tu vida.



Si tu negocio no da sentido a tu vida, algo falla porque vas a estar igual que cuando tenías un jefe. Entonces, ¿para qué emprender?

Este propósito y sentido de la vida alineado con mi negocio lo descubrí gracias a mi mentora.

Vencer tus creencias limitantes y el autosabotaje

Además de falta de foco, tenía otro problema claro: la inseguridad.

Tenía a ese diablillo bailando sobre uno de mis hombros y diciéndome que no sería capaz. Pero también tenía en el otro hombro al angelito diciéndome que valía para ello.

Lo que me sucedía tiene nombre: creencias limitantes y autosabotaje.

Todo el mundo te dirá que tienes que cambiar las creencias limitantes en lo contrario, en ideas positivas, como si pudiera hacerse en un segundo.

De entrada te digo que esto es bastante complicado, porque muchas de estas creencias proceden de la infancia y están muy arraigadas. Eso me pasó a mí con algunas que no me dejaban avanzar.

Para modificar una creencia negativa limitante, primero hay que conocer su origen y encontrar su lado positivo (que lo tiene, aunque no lo creas).

Después, hay que trasformar ese pensamiento en positivo. Y, finalmente, pensar en lo bueno y lo malo que te puede traer este nuevo pensamiento positivo.

Cuando consigues que el cambio ocurra en tu mente, has conseguido mucho; pero no todo.

Tienes que trasladar ese cambio a tu vida y se tiene que notar en tu comportamiento, hasta en tu forma de hablar.

Otro obstáculo al que me enfrenté fue el autosabotaje. Este autosabotaje era lo que me recordaba lo bien que estaba trabajando por cuenta ajena, las preocupaciones que me ahorraría, la comodidad a la que iba a renunciar si el emprendimiento seguía adelante…

Todo esto eran excusas.

¿Sabes lo que estaba pasando en realidad?

Que tenía que enfrentarme a salir de mi zona de confort, lidiar con los desafíos que me estaban esperando a la vuelta de la esquina y vencer el miedo a la incertidumbre.

Pero, a pesar de todos mis miedos e inseguridades, estaba dispuesto a trabajar por mi cuenta.

Iba a sacar mi negocio online sí o sí.

Una práctica que me ayudó a identificar todo lo que me frenaba fue escribirlo. Tú puedes hacer lo que te parezca, pero si quieres librarte de tus obstáculos, antes tienes que identificarlos. No puedes corregir lo que no conoces.

Como he mencionado antes, todo esto que acabo de describir fue lo primero que trabajé con mi mentora. Así que el primer gran aprendizaje fue que, si no crees en ti mismo, no hay negocio que valga.

Quizá para algunos no sea muy complicado eliminar las creencias limitantes, pero esto no es así para todo el mundo. De hecho, mi mentora les da mucha importancia y por eso utiliza técnicas psicoterapéuticas.

A mí me ayudaron muchísimo, te lo garantizo.  

Ingredientes para construir la vida que quieres

Para conseguir lo que quieres en la vida, tienes que tener foco y unos objetivos. Por muchas cosas que te gusten, no se puede abarcar todo.

Mi problema cuando empecé con el blogging fue que no tenía una hoja de ruta y no tenía claro lo que tenía que hacer para que mi blog despegase. O lo que es lo mismo, carecía de foco y objetivos.

También esto lo toqué en profundidad durante el periodo de mentoring.

Como antes, te vuelvo a aconsejar escribir. Lo primero que te viene a la cabeza es la cantidad de tareas que tienes que realizar.

Lo que yo hago es, en lugar de pensar en las tareas en primer lugar, pensar en los objetivos.

Necesitas concretar los objetivos en lo que se llama visión, que no es más que cómo te gustaría vivir dentro de 3 años, o 5, o incluso 10. Visualiza tu vida ideal e imagina cómo quieres que sea tu futuro. A partir de ahí, define objetivos y, a continuación, apunta las tareas que debes realizar para alcanzarlos.

Una vez que tengas la lista de tareas, clasifícalas por prioridades (no, todo no es urgentísimo ni prioritario).

Ojo, aquí no me refiero solo a los negocios, sino también a tu vida personal.

Habrá tareas que puedas posponer, pero ponles una fecha cercana. Si las dejas sin fecha al final se quedarán sin cumplir. También te aconsejo no programar más de 2 o 3 tareas para el mismo día.

Puede que sientas que tienes mucho que hacer y muchas cosas que quieres conseguir. Si ese tu caso, pregúntate:


¿He planificado alguna vez la realización de esta tarea? ¿Le he puesto fecha?



La respuesta a estas dos preguntas suele ser “no”. Te lo digo por experiencia porque yo ahora soy mentor, trabajo con clientes y sé de qué pie cojea la mayoría. 

Cómo programarte para experimentar el éxito en la vida

La experiencia del éxito no se consigue solamente mirando la cuenta bancaria.

Yo la alcancé mediante el Método MAV; un método que consiste en crear lo que quieres basado en 3 pilares: meditación, afirmación y visualización.

En este aspecto coincidimos con Yaiza. De hecho, si no sabes cómo empezar a meditar, puedes empezar con el curso gratis de Introducción al Mindfulness que ella misma ofrece.

Los mejores momentos para meditar y concentrarte solo en tu respiración son al levantarte por las mañanas y antes de ir a dormir.

Después, pasamos a la parte de afirmación. Repetiremos las afirmaciones durante otros 5 minutos. Puedes hacerlo por escrito, grabándote y luego escuchando, como más te ayude.

La visualización, por último, consiste en sentir que la realidad que quieres está sucediendo, con todos los detalles posibles y en primera persona.

Otro aspecto clave que trabajo cada día es la productividad.

Muchas veces tenemos la sensación de que el tiempo no da para más, pero realmente lo que ocurre es que no somos suficientemente productivos. Yo aprendí a organizar mi agenda diaria para disparar mi productividad. Y ¡vaya si lo noté!

Gracias a todos los recursos que conocí gracias a mi mentora, conseguí facturar más de 4000 euros el primer mes.  

¿Quieres vivir con propósito y sentirte feliz cada día?  

Como ves, iniciar un negocio propio y que además funcione bien no es fácil. No solo por todo lo que rodea al negocio, sino también porque la mentalidad es un factor clave y el viaje interior que hay que realizar implica vencer muchos miedos, inseguridades y desafíos personales.

Yo también me sentí así y tuve que luchar contra mí mismo, pero ahora salto de la cama todos los días motivado y con entusiasmo porque sé que tengo un trabajo que me hace feliz. Además, sé que ayudo a otras personas a ser felices también. No se puede pedir más.

¿Te ha ayudado conocer mi proceso? Espero que sea así y que sirva de motivación para iniciar tu proceso de transformación interior. Me encantará conocer tu opinión y saber lo que piensas. O cualquier inquietud que te surja.

¿Seguimos en los comentarios?

¡Te espero!

Fuente: este post proviene de Yaiza Leal, donde puedes consultar el contenido original.
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