¿Qué es el kinesiotaping?
El kinesiotaping o, también llamado, vendaje neuromuscular propioceptivo consiste en la colocación de un tipo de tiras de colores con un fin terapéutico especifico y determinado. El kinesiotaping conforma una técnica dentro del ámbito de la fisioterapia, avalada por estudios y formaciones de postgrado y, por tanto, con una aplicación protocolizada.Esta técnica se puede utilizar en todos los ámbitos de la fisioterapia, aunque sea mas frecuente verla en la fisioterapia deportiva.
Mas allá que simples tiras de colores sobre la piel
El material de este vendaje es algodón, transpirable, elástico, adhesivo y de colores, con cierto parecido al espadadrapo. Además, tiene como característica peculiar que es hipoalergénico y puede mojarse. Esto permite que, colocado sobre la piel limpia a conciencia en consulta, seca y sin vello, pueda llevarse durante días. De esta forma sus efectos duran mientras se mantenga correctamente colocado.Se comercializa en forma de rollo, formato que los profesionales cortamos en distintas longitudes dependiendo el paciente y patología a tratar. De esta forma el resultado visual final es la colocación de dicho vendaje en forma de tiras de colores. Es por esto por lo que coloquialmente también se le conoce de esta forma.
El kinesiotaping o vendaje neuromuscular propioceptivo va adherido a la piel de nuestros pacientes. Una piel que previamente ha debido ser preparada para dicha colocación.
De la misma forma, se necesita un conocimiento riguroso de la anatomía y biomecánica, para que junto con la formación propia de esta técnica, saber exactamente donde colocarlo.
Aplicación de la técnica de kinesiotaping en nuestro centro Innofisio
Una colocación precisa y protocolizada
Ya hemos dejado claro que esta técnica necesita de una formación para su correcta aplicación, pero….¿Qué variables son las que tenemos en cuenta al llevarla a cabo?Después de nuestra ananmnesis y diagnóstico fisioterápico ya sabemos que estructuras debemos tratar en nuestros pacientes. En este momento es cuando decidimos que técnicas vamos a escoger para el tratamiento. Pues bien, llegados a este punto y si hemos escogido utilizar el kinesiotaping o vendaje neuromuscular propioceptivo dentro de nuestro plan de tratamiento, hay variables que siempre debemos tener en cuenta.
Los parámetros que deben ser escogidos para la aplicación de este técnica depende de la lesión ante la que nos encontremos son:
longitud y número de tiras que debemos preparar para el vendaje (depende de la estructura que vayamos a tratar)
dirección en la cual se va a colocar la tira de kinesiotape (depende del efecto que queramos conseguir en los tejidos a tratar)
tensión con la que vamos a adherir el kinesiotape a la piel de nuestro paciente (también esto depende del efecto que persigamos, y por ende de la técnica de kinesiotaping que escojamos)
En un principio la técnica surgió con la comercialización de sus rollos en tan solo 4 colores (beige, negro, fucsia y azul). Esto fue debido a que el origen de la técnica es oriental y también contemplaba un efecto cromoterápico en su aplicación. Por tanto, si también tenemos esto en cuenta debemos escoger que color utilizaremos según el efecto que queramos conseguir: activación, relajación o tensión.
¿Sobre qué tejidos se puede aplicar el kinesiotaping?
Esta técnica trabaja sobre multitud de tejidos:músculo, tanto vientre muscular como tendón y/o facsia
ligamentos
tejido nervioso
cicatrices
vísceras
articulaciones
¿Qué trabajamos con esta técnica?
El kinesiotaping permite mejorar la circulación sanguínea de la zona afectada, consiguiendo una mejor oxigenación. Esto conlleva a una reducción de la inflamación. también provoca un efecto analgésico y, por último, ayuda a una recuperación más rápida de la zona lesionada.Otros efectos que se pueden conseguir son:
ayuda a la reparación de hematomas (gracias al aumento del riego sanguíneo)
mejora la estabilidad de articulaciones (por ejemplo en un esguince)
ayuda a la corrección posicional de articulaciones (por ejemplo para la luxación de rótula)
facilita la circulación linfática (especialmente en zonas contusionadas)
estimula la propiocepción (sensibilidad de las articulaciones a los movimientos)
¿Cuáles son sus aplicaciones más corrientes?
Es una técnica que, gracias a que permite simular una segunda piel y a que obtiene un gran caso de recuperaciones, tiene mucho éxito entre los deportistas. Por ello, se suele utilizar frecuentemente en:contracturas o espasmo musculares
roturas fibrilares o musculares
subluxaciones
esguinces leves
problemas circulatorios
trabajo propioceptivo de recuperación
edemas
grandes hematomas para facilitar su reabsorción
compresiones nerviosas