A pesar de que, en la sociedad actual en la que vivimos, lidiar contra el estrés en esta batalla diaria está totalmente normalizado, tener el control de la situación y llevar una mejor calidad de vida está en tus manos, por ello deberías de considerar cuidar los cinco hábitos que te mostramos a continuación.
No te saltes tus horas de sueño
Para una persona adulta se recomienda dormir una media de entre 7 y 9 horas diarias. El sueño te reparara y funciona como un antídoto contra el estrés. Por ello, no dormir lo suficiente, o tener un sueño de mala calidad, provocará que tu nivel de energía al despertar al día siguiente sea inferior y el estrés se vaya acumulando. Además, podrían surgir otras complicaciones mas graves, como problemas cardíacos, neuronales, o hasta crisis de ansiedad.
Haz ejercicio físico de forma regular
Hacer deporte no solo beneficia a tu cuerpo, también a tu mente. Mientras practicas cualquier disciplina deportiva desconectas tu vertiente mas analítica, la que te hace sufrir estrés. Consigues relajar tu cerebro y al final vuelves a la carga con la mente más despejada. Además, te ayudará a quemar calorías y mantenerte en forma, mejorar tu postura y reforzar tus músculos.
Sigue una alimentación saludable
No solo es importante mantener una rutina que incluya cinco comidas diarias, evitar comer a deshoras, o hacerlo demasiado deprisa. Se trata también de apostar por una alimentación variada y equilibrada, potenciando el consumo de alimentos como las verduras, frutas, cereales integrales, carnes y pescados, y evitar todo aquello que provenga de una producción industrial con altas cantidades de azúcares y grasas porque, aunque son una inyección de energía instantánea, tienen efectos negativos, y no solo porque aumentará tu peso.
Con la ayuda de un profesional de la nutrición, podrás aprender a comer de forma saludable, y controlar que alimentos son los mas adecuados para tu organismo, en que momento del día consumirlos, y como prepararlos. En nuestros centros Lev®, te guiaremos en este aspecto y realizaremos un seguimiento de tu proceso.
Desconecta de tus obligaciones
Debes aprender a olvidarte del trabajo en tu tiempo libre y buscar tiempo y espacio para relajarte y desconectar de las obligaciones. La mejor opción es que practiques tus hobbies como recurso para encontrar esos momentos. Olvídate del mundo mientras pintas, lees, bailas, escuchas música, o lo que más te guste. También puedes recurrir a tu familia y amigos. Proponles planes divertidos que se salgan de la rutina; no solo os unirán más, si no que conseguiréis objetivos conjuntamente.
Enfréntate a las inquietudes desde otra perspectiva
Quizás esta es la parte más difícil de conseguir, pero muy importante. Se trata de abordar los problemas del día a día con un enfoque que refuerce los sentimientos positivos. Para conseguirlo, trata de controlar aquello que te produce estrés analizando tus sensaciones y determinando si realmente esa preocupación que te amenaza realmente conduce a alguna parte. Evita cargarte con una ansiedad innecesaria.