Y es que durante los últimos veinte años los avances en los cuidados de la medicina han podido brindar resultados en el desarrollo de la neonatología, que resulta ser una especialidad propia de la pediatría, la cual acapara los cuidados del recién nacido, especialmente durante su primer mes de vida.
De esta forma, se ha transformado a la neonatología en una unidad multidisciplinar, algo que anteriormente era exclusiva de pediatras y enfermeros. Ahora, pues bien, ha podido llegar a las manos de los fisioterapeutas, los cuales están íntimamente implicados en ella, dando lugar a lo que se conoce como fisioterapia neonatal.
Esta disciplina, por lo tanto, resulta un área de especialidad de la fisioterapia pediátrica, la cual refiere al conjunto de intervenciones que se implementan en el recién nacido. A su vez, esta disciplina evolucionó notablemente en los últimos 50 años, momento cuando surgieron las primeras unidades de cuidados intensivos y se comenzó a utilizar la ventilación mecánica neonatal, con el fin de aumentar las posibilidades de vida de los bebés prematuros.
Pero una serie de conocimientos debieron desarrollarse para que los fisioterapeutas pudieran desarrollar sus labores en las unidades de cuidados intensivos, dando lugar a una formación específica que les dé la posibilidad de lograr las competencias precisas para desarrollar su trabajo de forma segura y con eficacia, garantizando así una intervención que se oriente en la maduración de las funciones fundamentales tales como la respiración, la deglución y la succión.
También, el fisioterapeuta contribuye de forma notable en el desarrollo motor del recién nacido y promociona así la prevención de diferentes patologías y lesiones. Además, logra dar apoyo y orientaciones a los padres de la criatura, que muchas veces se ven envueltos en situaciones de estrés que los mantienen sumamente ocupados y preocupados.
Las habilidades, por lo tanto, que debe presentar un fisioterapeuta neonatal radican en poder comprender un amplio rango de condiciones del recién nacido, además de intervenciones médicas y su potencial impacto a futuro en lo que respecta al desarrollo motriz del niño.
Además, debe poder ser un observador cuidadoso y un buen comunicador efectivo, con el fin de abordar de forma adecuada las funciones interdisciplinares, la cuales le corresponden como miembro activo de un equipo médico multiprofesional.
También, dentro de sus obligaciones, el fisioterapeuta de los recién nacidos, deberá estar capacitado para tomar decisiones rápidas respecto de la estabilidad y necesidad de apoyos externos que precisa el bebé. Esto se debe, fundamentalmente, a que el estado de un recién nacido puede cambiar de forma inesperada y brusca en cualquier momento y es por ello que las intervenciones benignas pueden resultar sumamente importantes y vitales para mantener salvo y sano al infante.
Por todo esto recién descripto, la participación de un fisioterapeuta neonatal será de gran valor, contribuyendo a una mejor calidad de vida para el recién nacido y sumándole tranquilidad así a sus padres.