Desde que mi pelo volvió a crecer tras la quimio, me ha dado tiempo a experimentar ya casi de todo con él: largos, cortos, capas, mechas, tintes….Las cejas, mucho menos pobladas, en zonas casi calvas, las voy “domando” con la depilación con hilo, pero las pestañas….ay las pestañas!!!! Pobres mías, se cayeron al completo, y sí, volvieron a salir, pero tímidas, escasas, finas, casi imperceptibles. Durante este tiempo he hecho un master en rimmel, rizadores y, por último, en EXTENSIONES.
Si os pasa lo que a mí, cuando me hablaron de extensiones para pestañas me vino la imagen del pelo de alguna famosa trasnochada con la coleta mal hecha y los enganches del mechón a la vista y mal puestos. Pero no, la técnica es estupenda y el resultado, para mí, espectacular.
Os cuento:
Una vez que decides que largo quieres, y tumbada boca arriba en una camilla, te pegan, pelo a pelo, cada pestaña a las tuyas propias, de manera que el resultado es completamente natural.
Esas tiras verdes son las pestañas postizas, y podéis ver la diferencia entre un ojo y otro. Eso sí, se necesita de hora y media a dos horas para hacerlo bien, y al terminar, entre el mareo de estar tanto tiempo tumbada con los ojos cerrados y el escozor que sientes por el pegamento, se pasa un ratito desagradable. El ojo venga a llorar para eliminar restos, y yo intentando verme en el espejito mágico.
Éste es el antes y el después. Como veis, es más que evidente y, para mi gusto, muy natural
El comentario más habitual desde que las llevo, es preguntarme por el rimmel que uso, jejeje. Y curiosamente, desde entonces no he vuelto a usarlo, no lo necesito. Entre el moreno y las pestañas, a cara lavada.
Lo negativo, que lo hay, es que la pestaña sufre, pero tenemos la suerte de regenerarlas al mes, algo que me parece poco después de haber sobrevivido meses sin tenerlas.
Es temporal, aproximadamente para un mes y medio, aunque, si las cuidamos bien, llegarán a los dos meses, ya os contaré. Para ayudar a mantenerlas, he comprado un producto específico que mantiene el pegamento
Si quiero mantenerlas en perfecto estado, cada 15 o 20 días debo rellenarlas. El precio de los rellenos es pequeñísimo, y merece la pena. Ya que nos ponemos, nos ponemos, o no?
Mil gracias a Ana por hacérmelo fácil, por responder a todas mis preguntas y por ser tan profesional.
No se que os parece, pero, cuando has pasado por ésto, cualquier ayudita a tu autoestima, sea de la manera que sea, es bienvenida.
Como siempre, me encantará leer tu opinión, o conocer tu truco, que seguro que alguno tienes.
Os leo!!