Mensaje de Dani Rovira a Pablo Ráez
Dani Rovira ha compartido estas palabras en Instagram que muestran la capacidad de describir con belleza emocional una situación difícil: “Hace ya unos días que marchaste, y por aquí todos seguimos intentando llenar un hueco imposible con la memoria, las palabras y los pequeños pellizcos que nos dan en el pecho cuando te asomas al recuerdo. Me siento sinceramente afortunado de poder haberme cruzado en el tramo final de una de tus vidas”.
El actor sigue hablando en presente a Pablo Ráez: “Y sí. Porque como yo digo, la fe es como la opinión, cada uno tiene la suya. Y yo me agarro a mi fe y en ella descubro que utilizaste una de tus vidas para dejar tu mensaje y regalar vidas y esperanza a una sociedad huérfana de referentes como tú, huérfana de actos de amor sin condiciones. Pocos se van con tanta vida como tú, amigo. Espero que vuelvas a provocar de nuevo un encuentro, para poder seguir aprendiendo de ti”.
Dani Rovira concluye esta bonita carta con estas palabras: “Porque eres eterno. Porque eres inmortal. Buen camino, compañero. Buen viaje, malagueño universal”.
Este es un ejemplo visual de cómo la escritura no solo es una forma de rendir un homenaje a un ser querido ausente, sino también es un medio para encontrar consuelo en el propio dolor. Así que si estás pasando por una situación de este tipo puedes realizar el ejercicio de tomar lápiz y papel para dar forma a tus sentimientos.
Cuando muere un ser querido, ya no necesitas ningún buzón para hacerle llegar tu mensaje. Aquellas personas que tienen creencias religiosas y piensan en el valor de la trascendencia pueden conectar a través de esta fe. Sin embargo, quienes no tienen estas creencias también pueden disfrutar de la carta como un medio de comunicación simbólica con el recuerdo de ese ser querido que ha legado tan buenos recuerdos. Es una forma de expresar todo aquello que quedó pendiente. Porque la realidad es que resulta casi inevitable que hayan quedado temas pendientes, sentimientos que no se dijeron o pensamientos que piden libertad. Por esta razón, la carta también es una forma de introspección para vivir el presente, sentir la intimidad del alma y dejar volar la imaginación a través de ese lenguaje tan bonito de las palabras.
En muchos casos, una carta también se comparte, como muestra el ejemplo de aquellos mensajes personalizados, leídos en el funeral de un ser querido.
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