El hecho de encontrarnos sangre en las heces no es buena señal, esto quiere decir que, probablemente, haya una hemorragia a alguna enfermedade del aparato digestivo. Lo principal es descubrir dónde se encuentra el problema para atajarlo lo antes posible.
No debemos alarmarnos precipitadamente acerca de las enfermedades del aparato digestivo ya que puede que no se trate de algo grave. Hay muchas causas que pueden producir sangre en las heces y puede tratarse simplemente de alguna herida.
Sara Mateos, enfermera del ‘Hospital Clínico’ de Madrid, nos recomendaba no olvidar “que el consumo de algunos alimentos o algunos medicamentos puede influir en el color de nuestros excrementos y esto no indicará que padezcamos ninguna enfermedad”, por lo que lo más adecuado es consultar en un plazo breve de tiempo con algún especialista para salir de dudas acerca de las enfermedades del aparato digestivo.
Color de las heces
Dependiendo del color que observemos en las heces podremos deducir si el problema viene de la parte alta del aparato digestivo o de la parte baja.El color negro en ellas, que entonces reciben el nombre de ‘melenas’, nos determinará que existe algo en la parte del esófago o estómago.
Mientras que el color rojo, que recibe el nombre de ‘hematoquecia’, nos indicará que el problema se encuentra en el intestino grueso o final del intestino (recto, ano).
Posibles enfermedades
En el caso de las ‘melenas’ las posibles causas de su aparición son:Úlcera gastroduodenal: es una especie de llaga en el revestimiento del estómago o duodeno. Esta capa mucosa es la responsable de que los jugos digestivos no nos dañen.
Gastritis: es la inflamación de la mucosa gástrica. En este caso utilizaremos la gastroscopía para detectarlo.
Varices esofágicas: son dilataciones de las venas de las paredes del esófago debido a que la presión sanguínea es mayor a la que debería ser.
Cuando hablamos de la ‘hematioquecia’ los problemas que puede acarrear son muchos más numerosos que en el caso anterior. Solamente hablaremos de los más característicos:
Hemorroides: son venas hinchadas y dolorosas en la porción baja del ano. Es una afección muy común que se suele presentar, por ejemplo, antes y después del parto. Son molestas, sobre todo, cuando uno se encuentra sentado o defeca.
Tumores cancerosos: no suelen dar síntomas hasta que no se encuentra en fases avanzadas. Suele afectar a personas de entre 60 y 80 años y viene acompañado de dolor abdominal.
Divertículos de colón sangrantes: resultan de la inflamación de unas bolsas del mismo nombre. El sangrado suele ser masivo y afecta, sobre todo, a personas de más de 50 años.
Fisuras anales: son desgarros en la mucosa del ano que causan dolor al defecar, hemorragias y ardores. Se suelen confundir con las hemorroides pero no tienen nada que ver.
Pólipos sangrantes de colón: suelen ser benignos y no presentan síntomas, su único inconveniente es la hemorragia que causan.
¿Cómo proceder?
Debemos acudir a un médico o a un profesional del aparato digestivo para que nos realice una exploración en profundidad. El procedimiento a seguir, según nos explicaba un experto del ‘Hospital Clínico’ de Madrid, “es la captura de tres muestras de heces diferentes y seriadas para su posterior análisis. Si las tres muestras dieran positivo se pasaría a la siguiente fase ya que se consideraría que sí que existe un problema”.La siguiente fase suele ser la realización de una prueba de imagen que, en la mayoría
de los casos, es una colonoscopia. Si el problema viene de la parte baja del intestino, esta prueba permite detectar el problema y su tratamiento. Identifica divertículos, angiodisplasias, tumores, fisuras rectales y hemorroides.
Previo a su realización el intestino grueso es preparado de tal forma que no queden residuos sólidos (mediante laxantes o catárticos). Se realiza un tacto rectal y se introduce por el ano un colonoscopio, que es un tubo flexible con una cámara en su extremo. Se visualiza de manera progresiva los segmentos que componen al colon (recto, sigmoides, colon descendente, colon transverso, colon ascendente y ciego).
La colonoscopía puede ser llevada a cabo bajo sedación, la cual se aplica con medicamentos intravenosos. El beneficio de esto, según médicos del ‘Hospital Clínico’ de Madrid, “es que el paciente no experimente molestias durante el procedimiento. No es una anestesia general dado que el paciente despierta rápidamente en cuanto sea requerido y además respira por sus propios medios”.
Como habrás observado, tener sangre en las heces te puede llevar a una gran confusión debido al amplio abanico de enfermedades que cubre. Lo principal es no alarmarse, pensar en los alimentos que hemos ingerido últimamente y acudir al médico. Nadie mejor que él para diagnosticarnos y ponernos un tratamiento.
Agradecimientos: Sara Mateos, enfermera del ‘Hospital Clínico’ de Madrid.