Los hongos viven en el aire, en el suelo, en las plantas, en el agua... y aunque muchos son inofensivos, algunos pueden provocar serios problemas de salud. Se reproducen e infectan por formas distintas, por eso, para prevenir su aparición o saber cómo tratarlos, es importante conocer los más frecuentes.
Pie de atleta
El pie de atleta trata de un tipo de infección por hongos que, como se deduce de su nombre, afecta a los pies y, además, se produce generalmente en verano como consecuencia del calor y el sudor, aunque también es muy frecuente en deportistas durante todo el año.
Se caracteriza por provocar un sarpullido rojo en la zona infectada, con ampollas e inflamación, que produce un intenso picor. Suele aparecer en la planta del pie y, sobre todo, entre los dedos de este, pues allí se crea el ambiente adecuado para este tipo de hongo por la humedad. No obstante, puede llegar a extenderse al resto del pie e incluso a las manos por contacto. Mientras se padece esta enfermedad es muy importante evitar el rascado frecuente para evitar heridas y que la infección se complique al introducirse el hongo en el interior del organismo.
Para prevenir el pie de atleta es suficiente con cambiar algunos hábitos, por ejemplo secarse bien los pies y evitar andar descalzos por zonas de posible contagio (como las piscinas o las duchas comunitarias). También es muy útil utilizar crema hidratante entre los dedos de los pies después de la ducha dejando que se absorba bien antes de colocar el calcetín. Igual de importante es utilizar calzado bien ventilado sobre todo en verano y cambiar los calcetines con frecuencia.
En caso de no poder evitarlo, el tratamiento durará varias semanas en función de la gravedad de la infección y consistirá en la aplicación de una pomada médica antimicótica
Candidiasis
La candidiasis es la infección vaginal por hongos más habitual y, por supuesto, uno de los trastornos ginecológicos por los que más mujeres acuden a consulta.
Son muchos los factores que pueden provocar la aparición de esta infección, desde el uso de anticonceptivos orales, hasta antibióticos, así como la diabetes, la menstruación o el embarazo, pero también el uso de prendas sintéticas y ajustadas que contribuyen a desequilibrar el Ph de la zona vaginal favoreciendo el desarrollo de la candidiasis.
Entre los síntomas más frecuentes destacan los picores, las secreciones vaginales blanquecinas o flujos más espesos. También las molestias al orinar, inflamación de vagina así como dolores durante las relaciones sexuales.
Para prevenir esta infección los expertos recomiendan no utilizar ropa muy ajustada, utilizar ropa interior preferiblemente de algodón y si está húmeda cambiarla lo más rápido posible, después de usar el inodoro limpiarse de adelante hacia atrás y no aplicarse duchas vaginales salvo indicación médica. Si no puede evitarse su aparición, la candidiasis se deberá tratar con antifúngicos y antimicóticos.
Tiña
La tiña se trata de una enfermedad causada por hongos que es principalmente frecuente entre los niños, aunque pueda darse a cualquier edad y casi en cualquier zona del cuerpo.
Se contagia por contacto y presenta síntomas como parches rojos con bordes muy definidos, pruriginosos y descarmativos que pueden convertirse en ampollas y supurar. Además, si la tiña afecta a la cabeza, se perderá el cabello de la zona afectada mientras dure la enfermedad. En cambio, si la infección afecta a las uñas, estas cambiarán de color, se volverán mucho más gruesas e incluso se partirán.
Para prevenir la tiña es necesario mantener la piel limpia y seca, utilizar champú regularmente (especialmente después de un corte de cabello), no compartir productos de higiene personal como cepillos para el cabello o peines, pero tampoco ropa o gorros. Se deberán utilizar siempre sandalias o zapatos en gimnasios, vestuarios y piscinas, y evitar tocar a mascotas que tengan parches sin pelo. En caso de no poder evitarla, el médico posiblemente recomendará aplicar en la zona infectada polvos, lociones o cremas antimicóticos o secadores, utilizar ropa ancha para evitar fricción y lavar las sábanas y la ropa de cama todos los días mientras dure la tiña.
Onicomicosis
La onicomicosis es una de las patologías más habituales en las uñas y es, además, una de las enfermedades por hongos más difíciles de tratar. Rara vez afecta a niños, pero es frecuente en jóvenes y muy habitual en personas mayores.
Se caracteriza por un cambio de coloración y/o engrosamiento parcial de la uña. Se puede tratar utilizando láser y fármacos.
Para prevenir su aparición se deberá tener especial cuidado en zonas húmedas como duchas, piscinas, gimnasios y, por supuesto, se deberá evitar el intercambio de calzado y calcetines, así como de utensilios para el cuidado de las uñas. Igualmente se deberá mantener una correcta higiene.
Fuentes: facilisimo.com y MedlinePlus