De las ramas se extrae un aceite adecuado para eliminar parásitos en la piel.
Las hojas son diuréticas y antirreumáticas, además de útiles en el tratamiento de neuralgias musculares y artritis.
Las bayas tienen numerosas propiedades: tónicas, balsámicas, expectorantes, antisépticas, sudoríficas, estomacales y digestivas, y son también muy adecuadas para tratar desórdenes de riñón y vejiga, contra la gota y reumatismo, en afecciones de oídos, y reducción de los niveles de colesterol y azúcar.
Aceite de enebro para los oídos
Rellenar un frasco de un cuarto litro aproximadamente con bayas de enebro has- ta su tercera parte, seguidamente vaciar el bote en un almirez y macharlas ligeramente, devolver las bayas machacadas al frasco y terminar de rellenarlo con aceite de oliva virgen. Dejar el frasco bien cerrado dos horas al baño maría y posteriormente guardarlo una semana en lugar seco.
Antes de su aplicación pasar el aceite por un colador a un frasco cuentagotas.
Infusión para el reumatismo crónico y desinfectante de las vías urinarias (cistitis)
Hervir una taza de agua con una cucharadita de bayas de enebro trituradas. Dejar reposar 20 minutos. Beber una taza por la mañana y otra por la noche. Mantener el tratamiento dos veces al año durante 4-6 semanas cada sesión.
Precaución: no es aconsejable tomar en caso de embarazo o inflamación renal. Opciones: Puede aplicarse en baños antirreumáticos vertiendo la infusión en la
bañera.
Infecciones urinarias
Ponemos a hervir 20 g de cebada en un litro de agua y cuando arranca el hervor se echan 20 g de gálbulos de enebro y lo hervimos a fuego lento solo un minuto. Luego lo dejamos reposar tapado durante 15 minutos más.
Se filtra y se pueden beber de 2 a 4 tazas por día. Esta receta es ideal para combatir todo tipo de infecciones urinarias como la cistitis, uretritis y prostatitis.