Encontrar respuestas cuando no sabes qué hacer con tu vida

El otro día una lectora me comentaba que no era posible decidir por ella misma mientras no encontrara el propósito de su vida. Yo me sentí claramente identificada, pasan y pasan los años, y sin darnos cuenta, a veces dejamos que sea la vida la que escoja por nosotras.

Sabemos que no ha sido exactamente elección nuestra, si no que es la inercia la que nos ha arrastrado hasta esta situación cuando sentimos ese vacío inexplicable que nos recuerda que nuestro camino no es por ahí.

Ahora bien, ¿cómo encontrar tu pasión y dedicarte a ella?. Pues no queda otra que probar. Es estupendo encontrar eso que te hace feliz, pero para lograrlo, es importante no perder el foco y perseverar.

Sin embargo, tratar de encontrar con ansia esa pasión que nos haga vibrar, puede llevarnos a la frustración y ansiedad más absoluta, lo que puede hacer que nos paralicemos y no consigamos dar con ello. Ocurre como con la felicidad, cuando nos obsesionamos por encontrarla, nos olvidamos de vivir el momento presente y, en consecuencia, no podemos sentirla.

Para encontrar el ansiado propósito, como ocurre siempre que tenemos alguna duda hoy en día, puede que tengamos la brillante idea de dar un paseo por internet, y es cuando llega la sorpresa.

Te encuentras entre cientos de páginas que prometen una vida de ensueño y viajes sin fin, y tú te ves en casa sin saber por dónde vas a tirar, lo que no hace si no aumentar tu estrés.

No quiero decir que la vida de tus sueños no es posible, pero tampoco podemos engañarnos y pensar que sin constancia y perseverancia lograremos resultados, como muchos prometen por ahí.

El sueño prometido es ganar dinero de forma pasiva mientras das la vuelta al mundo y te dedicas a trabajar tumbado en la arena de la playa. Es verdad que hoy en día, con un ordenador e internet, podemos crear infinidad de negocios por muy poca inversión (y estoy hablando de dinero, que no de tiempo). Pero, también es cierto, que cuando una no sabe por dónde tirar, la cantidad de opciones puede resultar abrumadora y muy estresante.

Así que te voy a presentar algunas estrategias que pueden servirte en esos momentos en que la ansiedad se apodera de ti y no sabes resolver tus dudas existenciales.

Estrategias para descubrir el ansiado propósito:

1. Encontrar el propósito debe animarte, no estovarte ni hacerte sentir ansiosa.

Si te estás planteando a lo que te quieres dedicar es porque tienes la oportunidad de hacerlo. No todo el mundo puede tomarse el tiempo de reflexionar sobre su vida y hacer un cambio de rumbo. 

Cuando te abrumas entre tantas opciones pierdes energía y probablemente te entren los bajones y angustias, así que no  te excedas dando vueltas sobre el mismo tema. Cuando dejas a la mente descansar, las respuestas fluyen y aumenta tu claridad

2. Evita la famosa parálisis por análisis.

Está bien usa la cabeza para valorar diferentes alternativas, pero no dejes que la cabeza te use a ti. Tu mente puede imaginar demasiadas cosas y hacer que te cueste años tomar acción.

3. Cultiva presencia y resuelve un problema tras otro.

Para superar la parálisis hay que ser cautelosa y enfrentarte a un problema cada vez. Mantener la mente abierta y prestar mas atención a lo que pasa aquí y ahora hace que dejes de estar preocupada por el futuro.

Cuando alimentas el miedo, se desperdicia la creatividad. Es un error quedarse paralizada resolviendo problemas que aún no existen. Ve adelante paso a paso.

4. Pasa a la acción aunque no estés segura al 100%.

Las grandes oportunidades aparecen después de actuar. Intenta ir abriendo poco a poco las puertas a las que tienes acceso, después ve tomando el resto de decisiones.

Preocúpate el problema que tienes ahora, no mires más adelante. No se puede tener la solución de todo el camino hasta que no vas abriendo puertas.

Sólo la practica decide que has descubierto tu mejor propósito. La mejor técnica es la práctica a diario. Sólo el día a día valida la decisión.

Así que lo mejor que puedes hacer es probar, seguir probando cosas para observar cuáles son tus sensaciones mientras estás en ellas. Sin experimentar, podemos hacernos muchas ideas sobre nuestra vida ideal que luego pueden resultar ilusorias. 

5. No decidas pensando solo en el dinero.

Hemos escuchado muchas veces que el dinero no da la felicidad, pero aún sigue siendo la causa de las mayores preocupaciones de muchos. Pensar en el dinero, desde luego es necesario, pero no determinante. Los resultados económicos no siempre equivalen a la satisfacción personal que te da hacer lo que te apasiona. 

Espero que os hayáis sentido inspiradas en esta búsqueda. Es verdad que estar en esa situación es muy incomodo y que las respuestas no van a llegar solas. Por eso, lo mejor es experimentar y olvidarnos del miedo al fracaso. Tu vida es tuya y no tienes que demostrarle nada a nadie. Tus logros o aprendizajes los llevarás contigo y serán muestras de haberlo intentado.

Por último, te mando mucho ánimo y te recuerdo que si estás en ese difícil trance, trates de recordar que eres afortunada por poderte permitir buscar dedicarte a eso que más te gusta. Muchas personas ni siquiera se lo plantean, o no tienen otra opción.

Te mando un fuerte abrazo, 

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