El Valor de la Higienista en la Práctica Dental



Por definición un/a higienista bucodental es aquel/lla profesional sanitario experto/a en la prevención de las enfermedades bucodentales a través de la realización de tratamientos dentales de carácter reversible y de la divulgación y realización de técnicas de higiene bucal.

Aunque sus funciones dentro de la clínica dental son muchas y muy variadas, una de las más importantes es la asistencia al odontólogo en la práctica clínica, y no solo porque sea el profesional más cualificado para dicha tarea sino porque también juega un papel muy importante como nexo de unión entre el paciente y el odontólogo. Con esto nos referimos a que el/la higienista va a ser quien se encargue de mediar tanto con el paciente como con el dentista para una mejor interpretación de la situación que se esté llevando a cabo en ese momento.

¿Pero cómo se hace esto? Pues lo primero que debemos entender es que el/la higienista debe tener o tiene una gran capacidad empática por lo que es útil para transmitirle al dentista cómo se siente el paciente a la hora de ser tratado y cuáles pueden ser sus necesidades en ese momento, y por sus amplios conocimientos odontológicos va ha saber o sabe en todo momento el proceso de cada tratamiento indicado para el paciente, por lo que le va a poder explicar a éste de forma más coloquial y cercana tanto la importancia de la realización de los tratamientos según su caso cómo los pasos a seguir en él.

Además, al realizar por si mismo/a ciertas prácticas clínicas preventivas al paciente como puede ser la profilaxis o la limpieza bucal, también surge la oportunidad de “intimar” un poco más con el paciente y conocerlo mejor, tanto a nivel personal como a nivel de tratamiento, ya que es en estas visitas al/la higienista donde el paciente nos va a transmitir cómo se siente con el tratamiento que se le está realizando y la evolución del mismo. Por lo que, como higienistas terminamos convirtiéndonos un poco en confidentes de los pacientes y eso provoca un efecto positivo tanto en nosotros mismos en forma de satisfacción profesional como en el paciente al sentirse cómodo con el equipo que está siendo tratado.

Por supuesto, es parte de nuestro trabajo el crear un ambiente relajado y adecuado para cada paciente, sin olvidar el objetivo del tratamiento en todo momento que no es más que conseguir devolver un estado de salud en la boca del paciente.

Así que como higienista siéntete orgulloso/a de tu trabajo y tu labor porque tiene un gran valor para la práctica dental y es muy importante para el éxito de los tratamientos y por supuesto para la salud oral del paciente. Y como paciente no tengas miedo a preguntar tus dudas a tu higienista de confianza porque va a saber explicarte más fácilmente todos los conceptos sobre tu tratamiento y por supuesto va a saber transmitirle al dentista todo aquello que éste no haya sabido interpretar.

Fuente: este post proviene de El Blog del Higienista, donde puedes consultar el contenido original.
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