Desde las primeras semanas de vida, ¿qué tendrá que, al verla, se convierte en uno de los primeros gestos que aprendemos a dibujar en nuestro rostro?
Con ella se abren los caminos más tortuosos, se cierran heridas y se ganan guerras.
Es la aliada perfecta para combatir y aliviar grandes males como la soledad, la tristeza, el dolor, el desamparo…
Semilla que endulza e ilumina nuestro corazón dándole una nueva esperanza, paz y coraje.
A veces inesperada, intensa, mágica, inolvidable, te roba el alma y puede hacer que se muevan montañas.
En cualquier momento, y si es sincera ¿cómo podría ser inoportuna?
Su sonrisa, tu sonrisa, mi sonrisa un regalo que no cuesta nada y que puede significarlo todo.
De un valor y belleza extraordinarios, en cualquier rostro, a cualquier edad.
Gran atuendo para cualquier ocasión, y porque nunca podremos medir todo lo que es capaz de hacer, que nunca nos falte y podamos compartirla siempre.