Es del todo inconfundible, casi no hay gente que no conozca este símbolo y lo que representa. Fue una mujer, una guerrera, una "amazona" del siglo XX , una valiente, la que después de conocer la noticia de que padecía cáncer de mama sacó fuerzas para luchar por ella y, lo más importante, por todas las mujeres del mundo.
A ella se le atribuye el mérito de remover cielo y tierra para llegar al mayor número de mujeres para concienciarlas de que es importante quererse y en consecuencia cuidarse. Cuidar de la salud de la mujer se convirtió en su caballo de batalla. Una mujer líder en la compañía cosmética familiar, Estèe Lauder, no era consciente de que su mayor triunfo, su mejor éxito no venía en un frasco de perfume sino en forma de lazo, un lazo rosa.
Nacida en la vieja Europa del 36, le tocaría huir de las zarpas del Nacional Socialismo al pertenecer a una familia de origen judío. Su vida ha estado llena de esfuerzo y tesón lo que la llevó a convertirse en estandarte de la lucha contra el cáncer de mama.
Cada año, en octubre, los edificios más emblemáticos de diferentes ciudades de todo el mundo tiñen sus fachadas de rosa durante la noche como símbolo de esta lucha a favor de la salud .
Otro cáncer, en este caso de ovario, se la llevó en 2011, pero nos ha dejado su legado y su fuerza para luchar.
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