Estos ejercicios nos ayudan a trabajar toda la zona frontal del cuello, esta incluye desde la zona superior del esternón o parte superior del pecho hasta la parte inferior de la barbilla, donde se desarrolla lo que vulgarmente denominamos "papada" (zona ubicada entre la parte inferior de la mandíbula y zona superior del cuello, habitualmente formada por grasa, por tejidos que han perdido firmeza o por ambos causas a la vez). Una zona que no podemos descuidar, imprescindible ejercitarla, estos ejercicios también corrigen y ayudan a prevenir las arrugas y pliegues cutáneos que se forman en esta amplia área.
Beneficios estéticos: es uno de los mejores ejercicios que se pueden practicar para ayudar a prevenir o a reducir la formación de la papada, evita la caída y flacidez de los tejidos cutáneos de la zona inferior de la mandíbula y región frontal del cuello. Bien ejecutado ayuda a mantener en buen estado la zona cervical de la columna.
Ejercicio A
Forma de realizarlo:
Cómodamente en el suelo, recostados sobre la espalda y boca arriba (decúbito supino), con las piernas flexionadas y ligeramente separadas, los pies bien apoyados en el suelo, los brazos extendidos a lo largo del cuerpo y ligeramente separados, las palmas de las manos mirando hacia abajo y la cabeza apoyada en el suelo. Inspiramos profundamente antes de empezar el ejercicio, y a continuación, a la vez que vamos elevando lentamente la cabeza, vamos expirando, seguimos subiendo hasta casi tocar con la barbilla el esternón, llegados aquí mantenemos la posición uno o dos segundos a la vez que acabamos de expulsar el aire que nos quede en los pulmones, de nuevo comenzamos con el descenso y simultáneamente vamos inspirando lentamente hasta volver a dejar por último la cabeza apoyada en el suelo. Posteriormente repetimos la acción hasta completar las repeticiones deseadas.
Este ejercicio en particular, es conveniente comenzar a practicarlo de la forma indicada por los principiantes, para los que aún no están acostumbrados a los ejercicios de cuello o para los puedan padecer algún tipo de problema cervical.
Aclarado esto, existe la posibilidad de añadir un poco más de dificultad a la forma de ejecutar el ejercicio. La idea es poder conseguir un mayor estiramiento del cuello intentando que la cabeza sea capaz de lograr realizar un mayor recorrido, para conseguirlo hemos de proceder de la siguiente manera, en lugar de tumbarnos en el suelo nos tumbamos en una cama con nuestra cabeza fuera de ella, no colgando totalmente, sino que los hombros han de permanecer dentro y la base del cráneo permanezca apoyada justamente en el borde de la cama, tenemos que conseguir que la postura no se nos haga demasiado incomoda. Colocamos el resto del cuerpo de forma idéntica a como lo hacíamos estando en el suelo y empezamos a mover la cabeza y a respirar de forma similar a la explicación anterior.
Ejercicio B
Forma de realizarlo:
Sentado de forma erguida, mejor con la espalda bien apoyada sobre un respaldo, la cabeza debe permanecer alta mirando al frente y totalmente alineada con el centro de gravedad de la columna. Colocamos las manos de la siguiente forma: con tres dedos, índice, medio y anular situados en la parte exterior de cada lado de la frente, inspiramos y comenzamos a bajar la cabeza ofreciendo una ligera resistencia con las manos, durante el recorrido vamos expirando lentamente mientras intentamos llegar con la barbilla lo más cerca posible a la parte superior del esternón, manteniendo la boca cerrada, de nuevo volvemos despacio a la vez que vamos inspirando hacia la posición inicial, nos preparamos para repetir nuevamente la acción hasta completar la repeticiones deseadas.
Es este caso es significativo recordar que la cabeza no vaya más allá de la línea vertical del cuerpo.
Aunque la forma que acabo de explicar ya es suficiente, existen algunas variantes para la ejecución de este ejercicio como por ejemplo: en vez de ayudarnos de las dos manos, utilizamos sólo una, colocando la palma de la mano en medio de la frente y procediendo como en la explicación anterior. Otra manera de ejecutar estos ejercicios es trabajar de forma isométrica, es decir sin movimiento, las manos ejercen una fuerza y la cabeza también pero de forma estática, pasiva y sin recorrido.
Después de haber explicado algunas de las diferentes variantes de ejercicios para la parte frontal del cuello, personalmente para mí, la más idónea y más importante para trabajar y conseguir buenos resultados para esta zona será la del ejercicio en su forma "A", pero como alternativa si no podemos o no nos es posible disponer de un espacio para tumbarnos tenemos la posibilidad de poder hacer uso de la forma "B".