En principio, las cejas pueden parecer la zona ideal para depilarse: pelos fuertes, oscuros por lo general, y una zona reducida que hace que su precio sea de los más asequibles del cuerpo.
Pero hay que tener en cuenta la cercanía con el globo ocular. Siempre que se realiza un tratamiento de depilación láser, como nos indica todosobredepilacion.com se protegen los ojos con unas gafas especiales por si el haz de luz llegara a rozarlos de forma imprevista. Con ello se evitan los riesgos de quemaduras en los ojos.
El problema es que las cejas están demasiado cerca, y siempre queda cierto riesgo aunque se use la mejor de las protecciones. Es por este motivo que en algunos centros médicos es la única zona del cuerpo que no depilan.
Es preferible seguir utilizando los métodos no definitivos, aunque evidentemente no se consiga la misma comodidad. Pero ante todo está nuestra salud.
Si hablamos sobre el mentón y el labio superior. En esas zonas existe la distancia suficiente como para que la depilación sea completamente segura, siempre que se realice en un centro médico especializado, que cuente con la mejor de las protecciones.
La forma de las cejas no suele ser definitiva
Por otro lado, tenemos otro factor que hay que tener muy en cuenta: la moda.Aunque nos parezca que siempre vamos a querer las cejas de cierta manera, las modas cambian y nuestros gustos se adaptan a ellas.
Hace 20 años lo más actual y lo que gustaba eran unas cejas finísimas, prácticamente del grosor de un hilo, y así iba depilada la gran mayoría de las mujeres de la época. Sin embargo, ahora están de moda las cejas pobladas. Cuidadas, pero manteniendo prácticamente su grosor original. ¿Qué hubiera pasado si las mujeres de hace 20 años se hubieran depilado con láser y no hubieran podido recuperar ese pelo? Probablemente ya no estarían satisfechas con el tratamiento. Y de lo que se trata es de que el resultado nos guste para siempre.
Seguro que ni ahora ni dentro de 50 años querremos tener pelos en piernas, ingles o axilas. Pero si hoy le damos una forma a nuestras cejas que jamás podremos cambiar, es muy posible que con el tiempo nos arrepintamos de ello.
Eso, contando con que el resultado nos guste desde el principio… siempre cabe la posibilidad de que tras la depilación no nos termine de gustar el resultado, como nos pasa cuando nos depilamos las ceja con pinzas o cuando nos cortan el pelo. Esto no es un problema si el pelo vuelve a salir, pero en caso de que sea irreversible la situación cambia, y mucho.
Por eso, es preferible dejar el láser para todas las demás zonas del cuerpo, en las que estamos seguros de la satisfacción que vamos a conseguir.