Probablemente no hayas escuchado hablar de ella, pero esta patología es cada vez más común entre nosotros.
Síntomas
Según Pilar Muñoz-Calero, Presidenta de la Fundación Alborada y especialista en medicina ambiental, la Sensibilidad Química Múltiple “puede dañar o afectar a cualquier órgano”. Así, por ejemplo, si la enfermedad ataca a los pulmones podría producir una insuficiencia respiratoria o, por ejemplo, si el aparato dañado es el neurológico podrían aparecer pérdidas de memoria a corto plazo, migrañas, confusión, mareo, irritabilidad, fobias o ataques de pánico, por ejemplo, nos explica la doctora.
Cada persona reacciona de diferente manera e intensidad ante estas sustancias tóxicas, lo que hace aún más desconcertante la enfermedad. Sin embargo, es común en todos ellos sentir debilitamiento y fatiga crónica.
Tratamiento
Esta terrible enfermedad puede afectar a “cualquier persona, aunque es más frecuente en mujeres, y cada vez se conocen más casos en niños” comenta Muñoz-Calero. Añade que el tratamiento pasa por varias fases:
La primera fase del tratamiento, la más importante, pero también la más difícil, empieza por evitar la presencia de esos tóxicos. El gran problema para estas personas es que esos tóxicos están tan presentes en nuestra vida diaria que es prácticamente imposible eliminar la exposición por completo a estos, lo que impide, a su vez, poder hablar de curación en estos pacientes, ya que únicamente se pueden tratar los síntomas.
La segunda fase pasa por detectar los tóxicos que se encuentran internos en nuestro organismo (desde empastes dentales o metales pesados presentes en la sangre). Además, a través de una analítica se observarán posibles carencias de nutrientes. Así, el siguiente paso será ayudar a nuestro organismo a nutrirse y a eliminar los tóxicos presentes en él.
Por último, si fuera necesario, se podrían recurrir a otro tipo de tratamientos como la oxigenoterapia, la inmunoterapia o las vacunas naturales.
A partir de que a una persona se le diagnostique SQM deberán consumir comida ecológica y beber agua filtrada embotellada (en cristal). Igualmente, los productos de limpieza del hogar deb
erán ser ecológicos y no tener fragancias, o simplemente pueden usar agua con bicarbonato o con limón, será muy efectiva y no dañará el organismo.
Consejos
Por último, Pilar Muñoz-Calero recomienda a todas aquellas personas que sospechen que pueden sufrir esta enfermedad, que durante un tiempo, un mes aproximadamente, guarden todos esos productos químicos de uso cotidiano que contienen tóxicos y observen si sienten alguna diferencia o mejoría en sus dolencias. Podrías sufrir esta enfermedad sin saberlo y estar siguiendo un tratamiento inapropiado por una enfermedad mal diagnosticada.
Agradecimientos: Fundación Alborada y Pilar Muñoz-Calero