Pero esto no siempre es así. Si no tenemos los conocimientos necesarios para afrontar esta situacion puede llegar a convertirse en algo muy grave. Una espina, un hueso o una pieza de un juguete en el caso de los niños, puede provocar un atragantamiento que necesite ser auxiliado para que no acabe en la asfixia.
Antes de hacer cualquier procedimiento debemos validar si la persona que se encuentra ahogada puede toser o se le dificulta. Si nos ponemos en el supuesto de que la persona SÍ puede toser debemos seguir los siguientes pasos:
1. Lo recomendable es no intervenir, simplemente hay que dejar que la tos cumpla su función y que la persona atragantada se recupere por sí misma. No es recomendable darle palmadas en la espalda al afectado, puesto que puede introducirse el objeto o material causante de la asfixia más adentro.
2. Al ver que la persona sigue tosiendo y lo que hace es empeorar, ahi es cuando debemos acudir a auxiliarla. Ayudaremos a la víctima a incorporarse y le inclinaremos hacia delante doblado por la cintura. Tras ello, le propinaremos unas palmadas contundentes entre los omóplatos para que el objeto causante de la asfixia salga.
3. La maniobra de Heimlich será el último paso a seguir si la persona atragantada continúa sin recuperarse.
El segundo supuesto es que el afectado NO puede toser porque las vías respiratorias están totalmente obstruidas. En este caso, lo primordial es mantener la calma y actuar con rapidez, ya que la persona que está atragantada está en serio riesgo. Seguiremos el siguiente procedimiento de actuación:
1. Avisaremos previamente a la víctima de que la vamos a auxiliar para que no se asuste.
2. Practicaremos la ya citada maniobra de Heimlich. Debemos tener en cuenta que la maniobra no se realiza de la misma forma si la persona está inconsciente, es obesa o si es un bebé. Es bueno practicar la maniobra de Heimlich en casa para hacerlo de forma correcta en un estado de riesgo.
Foto: Texas Military Department/Flickr (CC BY-ND 2.0)
También se puede dar un último caso, es decir, que los afectados seamos nosotros mismos y estemos solos. En este supuesto si la situación se complica deberemos autorealizarnos la maniobra de Heimlich. ¿Cómo? Colocando el puño sobre la parte superior del abdomen y cubriéndolo con la otra mano. Después, buscaremos un apoyo sólido, de esta forma empujaremos hacia dentro y hacia arriba con rapidez y potencia.
Síguenos en Facebook si quieres leer muchos más consejos para saber cómo actuar en situaciones de riesgo.
Fuente: ocu.org