Mucha gente compra los medicamentos de toda la vida en su familia habitual, sin saber que hoy en día existen alternativas a ellos. Al igual que en el supermercado existen las marcas blancas, en el terreno farmacéutico se pueden encontrar los llamados medicamentos genéricos.
Un medicamento genérico, según la Organización Mundial de la Salud, es aquel que se vende bajo la denominación del principio activo, en vez de con un nombre comercial. A pesar de la creencia de muchas personas, los medicamentos genéricos son totalmente equivalentes al original, teniendo la misma composición y efectos.
Para reconocer un medicamento genérico en España, debemos fijarnos que se añaden en el envase las siglas EFG (Equivalente Farmacéutico Genérico), además de incluir el nombre del principio activo del que está fabricado. Un ejemplo, si lo que buscas es una Aspirina, deberás pedir Ácido acetilsalicílico.
La principal ventaja de comprar un medicamento genérico es que el precio de este siempre va a ser inferior a su homólogo con nombre comercial. Esto es debido a que el genérico no necesita de una inversión ni por investigación, ya que aparecen cuando han transcurrido 10 años desde la comercialización de la primera patente, ni por publicidad. El precio puede llegar a reducirse hasta en un 50%.
Pero lo más importante es recordar que los medicamentos genéricos siempre son sometidos a los mismos controles de calidad que el resto de medicamentos, y han sido aprobados previamente por el Ministerio de Sanidad.
¿Sueles comprar medicamentos genéricos?