Los polifenoles son unos compuestos de origen vegetal que se encuentran en el vino, así como también en ciertas frutas, hortalizas, café, té, frutos secos, legumbres y cereales. Un estudio reciente de carácter observacional y enmarcado en el proyecto InChianti, (in Chianti es una localidad italiana de la provincia de Siena, región de Toscana) se basa en el seguimiento durante nueve años de una muestra poblacional de 783 hombres y mujeres con más de 65 años, residentes en las ciudades de Greve y Bagno, en la Toscana italiana. Los participantes no tenían ninguna dieta asignada; pero se trata de una zona donde el consumo de vino tinto, una especialidad de la región, es habitual.
La metodología seguida por el Grupo de Investigación de Biomarcadores y Metabolómica Nutricional y de los
Alimentos de la Universidad de Barcelona considera la biodisponibilidad y las diferencias entre individuos. Estiman que los beneficios del consumo de alimentos ricos en polifenoles como por ejemplo vino, chocolate o fruta, no se puede atribuir solo al consumo de uno de sus componentes, sino a la suma de todos ellos. Estudios médicos anteriores realizados bajo la supervisión de la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins en los Estados Unidos han demostrado que el consumo de alimentos ricos en polifenoles podría reducir ciertas inflamaciones asociadas a la pérdida ósea en algunas personas y estiman también que podrían en ciertos casos proteger el sistema cardiovascular, por lo que agregan: los beneficios, si se producen, tienen que proceder del consumo global de los polifenoles o sustancias que se encuentran en estos productos alimentarios, son alimentos complejos, y a partir de lo anterior, los estudios estiman que probablemente los beneficios del consumo de polifenoles son logrados por el consumo de ellos en su conjunto, incluyendo al resveratrol .
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