La nutrición, ¿un deseo o una necesidad?
Una de las claves para comer bien y poder así contar con una buena nutrición es saber gestionar el hambre, es decir, saber calmar la sensación de apetito. Lo cierto es que cuando la gula nos invade, nos importa bien poco lo que comemos. Lo único que queremos es eliminar esa sensación y abandonarnos a los placeres de la vida por haber sobrevivido a otro ajetreado día.
Con esto en mente, sabemos que si evitamos que surja la sensación de hambre, podremos dominar la necesidad fisiológica de comer en exceso y calmar, más fácilmente, el deseo psicológico de recompensarnos con, por ejemplo, un espléndido pastel de chocolate.
¿Cuál es la esencia de la nutrición?
Para poder dominar la sensación de hambre es muy importante controlar lo que estamos comiendo. Es como una cadena: cuando alimentamos nuestro cuerpo adecuadamente, estamos dando prioridad a nuestra nutrición, y nos da la energía mental necesaria para seguir eligiendo una alimentación más saludable. Seremos capaces de optar por comidas más sanas que vayan bien con nuestro programa de ejercicios y que contribuya a que gocemos de buena salud.
¿Cuáles son las claves de la nutrición?
Para lograr una alimentación sana, o lo que es lo mismo, una buena nutrición, debemos basar nuestro plan de selección de comidas y tentempiés en estas tres claves esenciales:
Elige variedad: cuantas más clases de productos comamos más tipos de nutrientes estaremos ingiriendo. Por ejemplo, aunque las naranjas son una fuente excelente de vitamina C, no aportan ni hierro ni proteínas. Sin embargo, la carne de vaca, sí aporta hierro y proteínas, pero no la Vitamina C, ni tampoco los hidratos de carbono de este cítrico. Por lo que tomar una naranja de postre, después de un sándwich de carne de vaca en el almuerzo es una combinación más saludable que comer cada uno de los alimentos por separado. Este concepto es conocido con el nombre de sinergia.
Elige alimentos integrales: debemos elegir alimentos integrales o poco procesados siempre que sea posible. Escoge pan integral en lugar de pan blanco, manzanas en lugar de zumo de manzana, patatas al horno en lugar de patatas fritas, etcétera. Los alimentos en su estado natural suelen tener mayor valor nutricional y menos ingredientes dudosos o que puedan perjudicar nuestra salud.
Elige moderación: tenemos que cambiar un poco nuestro enfoque. En lugar de pensar en que existen alimentos buenos o alimentos buenos para nuestra salud, debemos tener presente que todo en exceso es malo. Con esto nos referimos a que incluso los refrescos y las patatas fritas consumidos con moderación pueden formar parte de una dieta nutritiva, siempre y cuando los equilibremos con otras comidas más saludables a lo largo del día.
Si sigues estas tres pautas, te resultará mucho más sencillo controlar esa sensación de apetito que te lleva a consumir de forma compulsiva alimentos que a veces no deberías. Del mismo modo, acostumbrarás a tu cuerpo a consumir nutrientes que son más beneficiosos para el correcto funcionamiento de tu organismo.
.