¿Conoces el Gym-Jazz? Te explicaremos. A menudo las tablas de ejercicios clásicos resultan aburridas y provocan que un mayor número de personas rechacen practicar ejercicio. Antes de tirar la toalla, deberías intentarlo con las gimnasias dinámicas, como el gym-jazz, una forma diferente y amena de fortalecer el cuerpo.
En qué consiste
El Gym-Jazz es una disciplina combina la gimnasia, el baile y la coreografía. Consiste en crear movimientos mediante el empleo libre del cuerpo para expresar nuestros sentimientos inspirados por el ritmo de la música. Practicándolo se consigue mejorar muchos aspectos de la vida, ya que, además de ayudar a mejorar nuestro cuerpo, provoca un claro desarrollo de la capacidad expresiva y creativa.
Beneficios
El Gym-Jazz estimula la circulación y la oxigenación de los tejidos, proporcionando un alto nivel de resistencia muscular. Además, gracias a lo que se conoce como ‘efecto fitness’, en poco tiempo nuestro organismo se vuelve más vigoroso y resistente. Moldeando y fortaleciendo la figura en general, sobre todo el pecho, el abdomen y la espalda; así como las articulaciones. Aumenta la elasticidad y resistencia día a día, mejora la coordinación de movimientos y tiene influencia en la actitud corporal y el sentido del equilibrio. ¿Qué más se puede pedir?
Por si fuera poco, la práctica de este deporte incrementa la capacidad pulmonar y beneficia al corazón, ya que eleva su capacidad de contracción y de rendimiento.
Como cualquier otro ejercicio, favorece y aumenta la eliminación de toxinas a través de la piel mediante el sudor, y relaja psíquicamente, dado que el cansancio induce al sueño tranquilo y prolongado.
Es un ejercicio que necesita poca resistencia física y es fácil de adaptar a las características de cada uno. Por ello, se puede considerar al gym-jazz una práctica apta para todas las edades y niveles.
Cómo practicarlo
Se lleva a cabo en grupo bajo la supervisión de un monitor titulado. La clase debe comenzar con un calentamiento previo para preparar los músculos y evitar posibles lesiones. Después se pasará a una fase más técnica, combinando variaciones coreográficas y diagonales con rutinas cortas; para terminar con la parte más divertida, la realización de un montaje coreográfico. Al finalizar, es importante hacer una serie de estiramientos y ejercicios relajantes para facilitar la recuperación del cuerpo. En poco tiempo te sentirás mejor tanto por fuera como por dentro.