Es muy fácil darse un golpe con un movimiento extraño, una distracción, una caída… y con el golpe aparecen los moratones y los traumas. La sangre se coagula y afecta a los vasos linfáticos. Lo cual nosotros percibimos como un hematoma o moratón y una inflamación. Lo que tendremos que hacer es mejorar el paso de la sangre y de líquido en los tejidos circundantes.
En este post hablaré sobre pequeñas contusiones, es decir, lesiones que se producen por un golpe sobre los tejidos blandos pero que no causan ninguna herida.
El edema suele aparecer en cuestión de pocas horas tras la contusión. La piel se vuelve suave y pálida, fría, lúcida y a veces cianótica. Los vasos sanguíneos se rompen y aparecen los hematomas. La zona se inflama. El dolor se nota desde el primer instante y normalmente va en aumento con el paso del tiempo. Luego remite un poco aunque suele ser un dolor constante. Aunque no se note mucho sigue habiendo debilidad muscular y rigidez en las articulaciones que hacen que sea difícil llevar a cabo actividades normales.
Lo más importante es eliminar los líquidos que se acumulan en los tejidos para evitar complicaciones como inflamaciones, fibrotizaciones o incluso osificaciones. Para ello, podemos hacer uso de ciertos dispositivos, medicamentos y terapias de rehabilitación. Y, sobretodo, usarlos lo antes posible.
Normalmente hay un equilibrio en los tejidos entre el líquido que sale de los vasos sanguíneos y los que absorben tanto los mismos vasos como el sistema linfático. Pero cuando nos damos un golpe este equilibrio se rompe y se produce una desaceleración de la sangre y la circulación linfática, lo cual provoca el paso de proteínas de la sangre a los tejidos. Esto hace que se retenga el agua y se hinche la zona.
Entonces, ¿qué debemos hacer cuando nos damos un golpe?
Permanecer en reposo. Al menos durante uno o dos días. En caso que se haya dado en una extremidad es mejor mantenerla en alto.
Usar cremas, sprays o geles anti-inflamatorios (Voltadol, Salvacam, Fastum, Reflex, Radio salil..).
Enfriar la zona con hielo (siempre cubierto con un trapo para no quemar la zona) y dejarlo unos 15 o 20 minutos. Como máximo se puede dejar 3 horas.
Protegerlo con un vendaje que impida la formación del edema y facilite la reabsorción de los líquidos. Elige vendajes elásticos y ponlo de forma que quede bien sujeto pero que no apriete.
Si el golpe ha sido en un pie o una mano podemos sumergir la zona en agua caliente durante 5 minutos y luego en agua fría 5 minutos más. Esto hará que la inflamación no vaya a más y que los líquidos se reabsorban. Y repetirlo por segunda vez (caliente-frío). también se pueden usar bolsas Cold-hot.
Pero no debemos olvidar otra acción más que importante: para reparar el daño debemos poner en marcha la estimulación del sistema linfático para drenar los líquidos que ya se han acumulado. Esto es posible gracias al uso de comprimidos o cremas tópicas con árnica, por ejemplo. Tienen efecto calmante y dan sensación de alivio. La escina, principio activo del Castaño de Indias, también es de gran utilidad para ayudar en la permeabilidad de la piel facilitando la reabsorción de los líquidos. O la bromelina que se extrae de las piñas y es una enzima muy útil en la eliminación de los edemas subcutáneos.
Otra opción menos eficaz son los diuréticos, los cuales reducen la cantidad de fluido que circula en el cuerpo. Eso sí, siempre deben ser recetados por un médico y además no son la opción más eficaz porque sí permiten la eliminación de líquidos pero dejan las proteínas en los tejidos, y por tanto, la hinchazón seguirá allí. Entonces es una opción siempre que los médicos lo digan pero no es la mejor elección para actuar por nosotros mismos (y lo digo para aquellos que tengan diuréticos en casa, no hagáis uso de ellos sin que el médico lo indique).
Si a pesar de estos tratamientos vemos que el dolor va en aumento o sigue hinchado (pasados 4 días) es posible que haya una infección. En estos casos es imprescindible acudir a un médico cuanto antes. En caso de que el dolor no se pase en dos días también deberemos ir al médico.
El dolor suele desaparecer pasado un tiempo. Puede llegar a durar incluso un mes pero no debe ir en aumento y debes ir notando que va remitiendo con el paso de los días.
El hematoma también puede ser que dure más de un mes pero no debe ir a más y tiene que ir difuminándose. En caso contrario hay que ir al médico. Recordad que un hematoma puede infectarse y puede darse una necrosis. No debemos dejar que eso ocurra así que si vemos que el hematoma va a más, debemos ir al médico cuanto antes.
¡Muy importante, si padeces diabetes o varices debes dirigirte directamente al médico! Y en caso de estar tomando anticoagulantes también debes ir directo al especialista. En caso de que al darte el golpe sientas un malestar en todo el cuerpo o te marees también debes ir al médico. Es muy probable que haya una fractura o una lesión interna.
Los fisioterapeutas pueden realizar diversas terapias que ayudan tanto el drenaje de fluidos como a reparar los vasos dañados. Por ejemplo, pueden hacer uso de la fisioterapia, electroterapia, terapia de vacío o la vibroterapia. Aunque la verdadera revolución parece llegar en los últimos tiempos desde el universo de los ultrasonidos. Además de ejercer un masaje mecánico, tiene un efecto térmico que disminuye los espasmos vasculares y contrarresta la inflamación local. Por eso es la terapia de elección en muchas ocasiones.
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